El activista cubano Pedro Albert Sánchez sufrió una detención el domingo casi al final de su anunciada caminata por los presos políticos y en estos momentos permanece sin conexión a internet. El profesor de 66 años confirmó a DIARIO DE CUBA que está bien de salud y en su casa.
"Estaba en la situación de que no había podido hacer la caminata el 22 de enero porque me lo habían impedido. Anuncié que estaría en el anfiteatro de Guanabacoa, pero lo que hice fue que, amaneciendo el domingo, hice la caminata entonces desde La Habana Vieja, muy solitario, ni mis propios hijos sabían que iba a hacerla", contó a DIARIO DE CUBA.
"Cuando iba pasando por el centro del (Hospital Hermanos) Ameijeiras ya empecé a recibir llamadas del mayor Luis, que es quien 'atiende' a los que él llama contrarrevolucionarios de La Habana. Es él quien me controla a mí, incluso por WhatsApp. Le informé de mi caminata cuando iba ya por el Ameijeiras, más de la mitad de la caminata", dijo Sánchez.
"Cuando iba por Malecón y 23, en la esquina con La Rampa, me recogió una patrulla. Me estaban monitoreando. Se me trató con respeto dentro del marco del respeto. No se me esposó ni nada. Me llevaron a la estación policial de Guanabacoa. Conversaron conmigo y me regresaron a mi casa. Alrededor de las 11:00AM ya estaba en mi casa", añadió.
El profesor inició su caminata desde La Habana Vieja, con el objetivo de llegar hasta el parque El Quijote, en el Vedado. En el recorrido, que fue transmitiendo desde Facebook, dijo que un oficial de la Seguridad del Estado lo llamó por teléfono; poco después realizó la última grabación. Activistas cubanos denunciaron entonces que se encontraba en paradero desconocido.
"No pude seguir haciendo directas (tras la liberación) porque no tengo Internet ni redes sociales. Estoy bien, entre los límites de mi enfermedad. Lo que estuve detenido fueron tres o cuatro horas", precisó.
"Mi intención era decir que no había problemas, pero no puedo. Ni WhatsApp me funciona. No estoy guardando silencio, sino que no tengo comunicación. Y no es mi teléfono solamente. Tampoco tienen internet mi esposa y mi hijo", dijo.
"Siento que esta caminata concluye esta situación un poco irresponsable, un poco infantil del ratón y el gato. Yo te recojo, yo me escondo. Me parece que mi nivel intelectual y de espiritualidad no está a ese nivel. Lo dije en una directa y se lo dije a los oficiales allí (durante la detención): esta es mi última caminata por razones de salud, de cansancio, de edad. Me merezco un respiro, paz, pero eso no quiere decir que voy a dejar de ser un ciudadano con criterio", declaró.
"Yo pienso que pudiera pasar a otro nivel de ayuda desde un punto de vista más profundo, más analítico, con respecto a los presos del 11J y demás presos políticos, y con respecto a la situación de Cuba. Estoy abierto a las personas que quieran conocer mi criterio", concluyó.
Pedro Albert Sánchez fue condenado a cinco años de limitación de libertad por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021, informa el Observatorio Cubano de Derechos Humanos en su cuenta de Twitter.
Sánchez fue juzgado en octubre del pasado año por el Tribunal Municipal de Diez de Octubre, pero el pasado miércoles fue que se hizo pública su sanción bajo cargos de desorden público y desacato.
Desde que fuera excarcelado en octubre de 2022 por problemas de salud, el profesor manifestó su voluntad de realizar una caminata (en solitario o acompañado) por la libertad de los presos políticos del 11J. Por esa acción recibió varias amenazas de la Seguridad del Estado, que le dijo que incurría en un ''delito'' si realizaba la marcha.
Albert Sánchez le envió una carta a principios de diciembre último al gobernante Miguel Díaz-Canel, en la que le solicitaba un pronunciamiento sobre su decisión de realizar la caminata desde La Habana Vieja hasta el Vedado.
''Que yo no haga nada por esos muchachos que, a juicio mío, dejé encerrados injustamente unos y con sanciones exageradas otros, no es una opción. La caminata es negociable, hasta mi propia vida es negociable, lo que no es negociable es mi voluntad de entregarle a ellos y sus familiares la bondad de mi corazón, la sabiduría de mi mente y la luz que Dios pueda haber depositado en mí, para sus oscuras vidas tras las rejas'', dijo Albert Sánchez en esa carta.
Hasta la fecha, y como era previsible, el activista no ha recibido respuesta del Gobierno cubano.
Albert Sánchez estuvo 11 meses encarcelado en la prisión de Valle Grande, tras ser detenido pocos días antes de la la protesta del 15 de noviembre, convocada por el grupo Archipiélago.
No sé cuán débil se debería imaginar a un [des] gobierno, cuando siente la necesidad de detener a un anciano enfermo y solitario, por considerarlo un peligro para su estabilidad. Los represores llaman más la atención haciendo este tipo de detenciones, que permitiendo que el señor Sánchez haga en paz su caminata por el motivo que sea.
"Puedes matar a un hombre, pero no a una idea"
V for Vendetta, Warner Bros. Pictures [2005]...
Y por fin este hombre cumplió su promesa. Menos mal que no la emprendieron a palos contra él.