La fiscalía de La Habana rechazó este miércoles el pedido de licencia extrapenal a favor de un preso del 11J aquejado de esquizofrenia, a pesar de la recomendación de tres especialistas en medicina legal, mientras este viernes arranca el juicio a otros ocho manifestantes del 12 de julio de 2021 de La Güinera.
Según publicó Radio Televisión Martí, el régimen negó la extrapenal a Dayron Martin Rodríguez, de 37 años de edad, quien cumple una condena de 22 años de prisión en la cárcel de máxima seguridad Combinado del Este, en La Habana. El manifestante, que se sumó a las protestas populares el 12 de julio de 2021 en La Güinera, fue detenido en agosto de ese año y acusado del delito de sedición.
El propio Martin Rodríguez informó sobre la decisión de la fiscalía en una llamada telefónica a su madre, Estelvina Rodríguez. En la cárcel, continúa sin asistencia especializada y sin medicamentos.
"Me dice: 'mami, no sé qué voy a hacer con esta situación de los medicamentos, y no me ve un médico'. Pero también estaba muy deprimido porque lo llamaron allí, un mayor, para que él firmara los papeles... que han recibido la negación de la extrapenal (que solicitó) por su enfermedad", dijo la mujer.
El pasado 15 de septiembre, Martin Rodríguez fue llevado a Medicina Legal, junto a reos comunes, para una evaluación médica dentro del proceso de reclamación para su libertad condicional por enfermedad mental. Su madre denunció que, por la condición de preso político de su hijo, fue el único denegado por la fiscalía.
"Lo vieron tres psiquiatras distintos, lo examinaron, le hicieron preguntas, y ninguno de los tres estaba de acuerdo con que él estuviera allí preso y sin medicación, por lo peligrosa que es su condición. Pero eso ya pasó después a fiscalía. Él mismo me dice: 'Mami, conmigo ese día fueron cuatro prisioneros más, comunes, y ellos salieron. Entonces, como yo voy por problema político...'. No, él no importa", lamentó la mujer.
Este viernes "él tiene visita, y su papá lo va a ir a ver, y va a recoger ese papel, porque tenemos que seguir luchando. Mientras yo respire no me voy a cansar. Ahora vamos a tratar de buscar otro abogado, pero tratar de que sea un abogado penal, para ver si ellos (las autoridades) pueden hacer una revocación (de condena) por esta situación de la enfermedad", señaló.
También este viernes en el Tribunal Provincial de La Habana debe arrancar el juicio contra ocho manifestantes del 12 de julio de 2021 en La Güinera.
Yimmy Yak Mena Nuviola, Luis Alberto López Marrero, Ihazmell Hernández Montoto, Yosandri Mulet Almarales, Yurien Rogelio Méndez Herrera, Alejandro Rodríguez Chávez, Agustín Jonathan Vargas Díaz y Aldo Delgado Romero están acusados del delito de sedición.
"Yo estaba en el [Santuario de San Lázaro] en el Rincón, pidiendo por la libertad de mi hijo porque no tengo esperanzas de que pase nada bueno en este juicio. Si acaso le bajarán dos años. Sé que va a ser manipulado, como todos los demás juicios que ha habido hasta ahora. No espero que se haga justicia", dijo al medio estadounidense Norabel Herrera Cabrera, la madre de Yurien Rogelio Méndez Herrera, que está en prisión provisional en el Combinado del Este y para el que la Fiscalía pide 14 años de privación de libertad.
"Como madre quisiera justicia para mi hijo y por eso fui al Rincón a pedirle al santo porque de la gente acá no espero la justicia que mi hijo, y todos los presos políticos, merecen".
La Fiscalía solicita para siete de ellos penas de entre 11 y 15 años. En conjunto, las sanciones pedidas acumulan 95 años.
Según las conclusiones provisionales de la fiscalía, los imputados "decidieron acatar las reiteradas exhortaciones divulgadas por las redes sociales, que incitaban al pueblo de Cuba a manifestarse violenta y simultáneamente en diferentes localidades y desconocer la autoridad de instituciones estatales cubanas, con el propósito de alterar el orden socialista".
El documento del aparato acusador del régimen añade que los acusados "gritaron improperios contra los dirigentes del Estado y del Partido Comunista de Cuba, todo dirigido a fomentar un ambiente de mayor desorden y alteración".
"Todo es una farsa. Manifestarse no es delito en ningún país del mundo, por tanto, no deben estar presos, pero es que lo que dicen en la petición fiscal es mentira. Si hubiese sido verdad, hay que asumirlo, pero cuando es mentira, fastidia doble. Tanto es así que mi hijo está preso ilegalmente porque no tenía causa, no tenía petición fiscal; al cabo de un año, un mes y diez días es que vino a bajarle la petición fiscal: Fiscalía le entregaba el expediente a Tribunales y Tribunales lo rechazaba, porque no tenía nada de peso, no tenía argumentos contra mi hijo, entonces Fiscalía ponían otras cosas y lo presentaba de nuevo y el tribunal lo volvió a rechazar. Buscaron más cosas hasta que el tribunal lo aceptó. Entonces ahí te das cuenta de que todo es una manipulación", dijo la madre.
El activista Marcel Valdés se refirió al caso de Ihazmell Hernández Montoto, 22 años de edad, quien está preso en La Habana.
"Otro preso político y manifestante del 11 de julio sin visibilidad. Arrestado el 15 de noviembre de 2021. Se encuentra preso en el Combinado del Este con petición fiscal de 11 años de privación de libertad por el delito de sedición; delito que la dictadura le ha inventado a muchos manifestantes", escribió Valdés en una publicación de Facebook.
"Ihazmell tiene discapacidad intelectual, necesita tomar pastillas como Carbamazepina y Levomeprazina, fármacos para personas con problemas de los nervios. Según me cuenta un familiar, Ihazmell ha intentado suicidarse en dos ocasiones, y, aun así, la dictadura arremete con todo contra estos muchachos que salieron a hacer uso de la libertad de expresión", dijo el activista.
Según el relato de Valdés, el régimen privó de "ver nacer a un hijo, un bebé que ahora está creciendo sin contar con el apoyo de su padre".
A principios de noviembre el grupo Justicia 11J informó que unos 285 manifestantes esperan sus juicios, 135 están en prisión y otras 233 permanecen sin conclusiones provisionales de Fiscalía que les permitan la fase de juicio oral.
Por muy negros que sean, no le interesan ni le importan a la gente de Black Lives Matter.