El pastor evangélico Lorenzo Rosales Fajardo, prisionero político del 11J en Palma Soriano, Santiago de Cuba, se encuentra bajo el constante hostigamiento de la Seguridad del Estado y las autoridades carcelarias, denuncia en su cuenta en Twitter el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), con sede en Madrid.
''Es una persecución sin tregua, cuando se está adaptando a una galera lo mueven para otra, ubicándolo entre peligrosos asesinos, donde los insectos se lo 'comen a picadas'", dijo Maridilegnis Caraballo, esposa del pastor, al OCDH.
Caraballo considera que este acoso contra su esposo y su familia es en venganza por su participación en la protesta del 11 de julio de 2021. ''Ellos le provocan profundos estados depresivos, él se llena de forúnculos en la cabeza y todo el cuerpo''.
"Solo le dan varios minutos de llamadas a la semana. Mi esposo me dijo que mantiene su fe, pero que no sabe si resistirá, porque es una guerra constante contra él y contra nosotros'', añadió la esposa del pastor Rosales Fajardo.
Este líder religioso fue acusado de los supuestos delitos de atentado, desórdenes públicos y desacato. La condena que le impusieron fue de siete años de cárcel. Rosales Fajardo se encuentra en un régimen de máxima severidad en la cárcel de Boniato, en Santiago de Cuba.
El caso de Rosales Fajardo también ha tenido repercusión fuera de la Isla. A inicios de diciembre pasado, ciudadanos británicos acudieron a la Embajada de Cuba en Londres para entregar un documento que pedía la libertad del pastor evangélico.
Entre ellos estaba Scot Bower, director ejecutivo de la organización no gubernamental Christian Solidarity Worldwide, quien transmitió en vivo vía Facebook el momento en que él y tres personas más intentaban convencer a los funcionarios de La Habana para que recibieran más de 3.000 firmas a favor de la excarcelación de Rosales Fajardo.
Rosales Fajardo es un pastor de la Iglesia Monte de Sion que se había enfrentado con frecuencia a las autoridades. De hecho, fue Superintendente de la registrada Iglesia Biblia Abierta, de la que lo expulsaron por presiones de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista, según información proporcionada por el Instituto Patmos.
En febrero de este año, cinco relatores especiales de las Naciones Unidas firmaron una carta dirigida a La Habana, solicitando información sobre el trato y la detención de varios líderes religiosos, entre ellos Lorenzo Rosales Fajardo.