La sección cubana de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) y la Liga de Campesinos Independientes enviaron una misiva a Juan de la Caridad García Rodríguez, cardenal de Cuba y máxima autoridad de la Iglesia Católica en la Isla, para que interceda a favor de los activistas bajo sitio de las fuerzas policiales del régimen en la sede del Movimiento San Isidro, varios de ellos en huelga de hambre.
La carta, firmada por Lisandra Urraca Guerra, presidenta de FLAMUR-Cuba, y por Esteban Ajete Abascal, líder de la Liga de Campesinos Independientes, llama a "la Iglesia cubana a actuar de inmediato ante el Gobierno cubano para poner coto a la violencia que se cierne sobre un puñado de sus ovejas en el barrio de San Isidro".
"Ellos protestaron, leyendo poesías en una casa, la arbitraria detención y sumaria sanción impuesta a uno de sus hermanos. Su pacífica protesta fue respondida con un aparatoso cerco militar y el bloqueo de alimentos, agua y medicinas al recinto. Esta acción oficial ha desatado una nueva lógica que amenaza con desembocar en una tragedia de mayor alcance", señalan.
"Si no se trazan hoy las rayas rojas que no deben cruzarse se nos vendrá encima una catástrofe más temprano que tarde", advierten.
"Hoy, querido Monseñor, ha querido la voluntad divina que todos esos problemas se manifiesten y concentren en un punto del muy humilde barrio habanero que lleva por nombre San Isidro, santo trabajador agrícola conocido por su piedad hacia los pobres", prosigue la misiva.
"No creemos casual que nuestro Señor haya elegido ese lugar para convocar a expresarse, con pacíficas lecturas de poesías, a un grupo de sus ovejas en un momento en que la intolerancia reprime al productor agrícola y empuja al pueblo a una hambruna horripilante".
"Como campesinos hemos promovido un acuerdo nacional de cinco puntos ('Sin Campo no hay País') para conjurar esa tragedia. Pero no escuchan. Estos jóvenes han denunciado también la tremenda injusticia que representa que el Estado por un lado monopolice la producción y venta de alimentos y por el otro los venda al pueblo en dólares, también a precios de monopolio", recuerdan.
"Pero la soberbia sigue hasta hoy alejando de Jesús a nuestros gobernantes".
"A partir de este instante iremos a nuestras iglesias, en paz y respeto, para declararnos en vigilia y oración permanentes por esos jóvenes. Allí pediremos que Dios de claridad y fuerza a todos los que están llamados a
proteger su rebaño. Y también a que finalmente ilumine a quienes con su egoísmo, ceguera e intolerancia nos empujan aceleradamente a una espantosa hambruna y a un trágico conflicto nacional", finaliza el texto.
También dos de las activistas reunidas en San Isidro, la curadora y profesora Anamely Ramos González y la profesora Omara Isabel Ruiz Urquiola, escribieron a De la Caridad García Rodríguez para pedirle una "mediación justa y generosa de una crisis que ni está creada por nosotros, ni es nueva, nace de décadas de coacción y violencia".
La carta, publicada en el muro de Facebook de Ramos González, explica al cardenal cubano las razones de la decisión de protestar por parte del grupo de activistas tras la detención del rapero Denis Solís, juzgado y condenado a ocho meses de cárcel por el presunto delito de "desacato".
También recuerda al alto representante religioso que ante el hostigamiento años atrás al científico Ariel Ruiz Urquiola en Pinar del Río, el entonces arzobispo de esa Diócesos, Jorge Enrique Serpa, "acudió al llamado y el que sufría sintió el alivio del afecto que refrena los tormentos propios de las mentes confinadas".
"Le pedimos, con toda la humildad y también la fuerza de los que pelean causas justas, que asista humanitariamente a Denis en la prisión de Valle Grande, que le hable, y luego nos cuente sus impresiones. Lo sabemos firme, pero consciente de la injusticia".
"Fuimos una y otra vez a una estación de Policía porque nadie nos decía nada y sabíamos que era un abuso. Allí se leyó poesía, nos pegaron y nos metieron al calabozo, era un ciclo interminable. En la sede del Movimiento San Isidro nos juntamos algunos, íbamos a seguir, sobrevendrían más golpes y calabozo. Entonces nos cerraron el paso y leímos a Sor Juana, a Martí, la Loynaz…el cerco se estrechó y le quitaron lo que comeríamos a una vecina solidaria. Contamos los víveres, la mayoría decidió entrar en huelga de hambre, tres hasta de sed. En la madrugada del cuarto día nos lanzaron un químico en la entrada y hacia la cisterna. Entonces escalamos y pedimos por todos los cubanos que no tenemos dólares para comprar en las tiendas surtidas", prosigue el texto.
"Ahora hay siete cubanos dispuestos a morir por otro en el que se encarnó el abuso que ya es norma, y no excepción. Denis nos representa, aunque aquí hay mujeres, blancos, negros, un musulmán, un evangélico, un científico, una ex/bailarina, un rapero; en fin, el grupo es tan heterogéneo como una isla que se pobló con lo que traía la marea".
"Si pudiera visitarnos será bienvenido, su sola presencia es intercesión y quizás quienes detentan el poder entiendan que somos la expresión del cansancio extremo de un pueblo noble pero digno, que se alza desde la vergüenza que el Padre Varela vio en los jóvenes de otro tiempo, esos que eran 'la dulce esperanza de la patria'. Hoy cumpliría años ese sacerdote cauto pero firme, que sabía que 'no hay patria sin virtud, ni virtud con impiedad'", solicitaron.
Por el momento, permanecen en huelga de hambre y sed en la sede del MSI el artista Luis Manuel Otero Alcántara y el rapero Maykel Castillo, después que el reportero independiente Esteban Rodríquez depusiera tras más de 48 horas su huelga de sed debido a problemas de salud, según reportó el activista Héctor Luis Valdés Cocho a través de su muro de Facebook.
En huelga de hambre permanecen el propio Rodríguez, así como la periodista Iliana Hernández, el activista Osmani Pardo, el científico Oscar Casanella y la poeta Katherine Bisquet.
"quienes con su egoísmo, ceguera e intolerancia nos empujan aceleradamente a una espantosa hambruna y a un trágico conflicto nacional"