El pelotero que desee contribuir a que los resultados del béisbol cubano en torneos internacionales mejoren debe emigrar. Partir y hacerlo tan joven como sea posible debería ser considerado por el régimen como lo más patriótico que puede hacer un atleta por el que aún es el deporte nacional de Cuba.
Cuba no solo no puede satisfacer las aspiraciones económicas —no hablemos de las aspiraciones de libertad— de sus deportistas, ni de ninguno de sus ciudadanos. Tampoco puede proporcionarles la posibilidad de mejorar en sus respectivas disciplinas.
El nivel del béisbol en Cuba tocó fondo. Lo ocurrido en la Serie del Caribe de Gran Caracas 2023 no es más que la evidencia más reciente. No ha bastado crear un torneo selectivo para concentrar a los mejores jugadores de la Serie Nacional. La I Liga Élite del Béisbol Cubano —más allá de todos los problemas organizativos y las insatisfacciones de los atletas respecto a horarios, alojamiento y alimentación— exhibió más calidad que el campeonato nacional, pero no la suficiente para que el conjunto Agricultores, sin contar con refuerzos del equipo Cuba, hiciera por lo menos un buen papel.
Pero incluso si el director técnico Carlos Martí hubiera llevado una legión de refuerzos a la Serie del Caribe, es probable que el resultado hubiera sido similar. Al Torneo de Haarlem, el mismo manager, campeón de la Serie Nacional, llevó un equipo Granma reforzado que hizo un papelazo más triste que el de Agricultores en Venezuela.
¿Estamos diciéndole a la Federación Cubana de Béisbol (FCB) algo que no sepa? En lo absoluto. Los directivos de la pelota en nuestro país están totalmente conscientes de que cualquier equipo armado con peloteros que juegan en suelo cubano tiene poco que hacer en un torneo fuera de nuestras fronteras.
La prueba no es solo la decisión de convocar, por primera vez en la historia, a peloteros emigrados y contratados en el exterior por su cuenta, incluso en Grandes Ligas, para conformar el equipo nacional al Clásico Mundial. Hay que agregar la pataleta por la demora del Gobierno de EEUU para autorizar que los peloteros de las Mayores se unieran a la selección cubana.
Por esa demora, la FCB llegó a decir que el Gobierno de EEUU obstaculizaba su presencia en el evento, como si en Cuba no hubiera suficientes peloteros… Los hay, y de calidad, pero en la Isla no han podido desarrollarse como han podido hacerlo los que militan en las Mayores. Los de las Mayores ahora son tan importantes para el régimen cubano —después de haberlos ignorado durante décadas— que el anuncio del roster definitivo que representará a Cuba en el Clásico se retrasó un día, por una consulta sobre un pelotero que se desempeña en aquel béisbol.
El director técnico de la selección, Armando Johnson, admitió que había llamado "personalmente", en varias ocasiones, a los peloteros de las Mayores Yordan Álvarez y José Abreu. Si los aficionados de la Isla conocen del desempeño de estos peloteros cubanos en el mejor béisbol del mundo no es gracias a los medios estatales, sino a internet. Como ya sabemos, ninguno de los dos respondió al llamado de Johnson.
¿Y si hubieran aceptado jugar con la selección nacional? ¿Qué habría pasado si también hubieran decidido integrar el equipo jugadores como Cionel Pérez y Henry Urrutia? Menos peloteros de los que juegan en Cuba hubieran podido ir al Clásico y, de paso, como señaló el pitcher de Grandes Ligas Raisel Iglesias, "resolver su problema y llevar dos o tres cositas para allá (Cuba)".
Durante décadas, integrar el equipo Cuba, con la implícita posibilidad de viajar —aunque fuera bajo estricto control— y regresar con pacotilla, dependía del buen desempeño en la Serie Nacional y en la Selectiva, mientras existió, además de la consabida "confiablidad" política.
Lo justo era que a los eventos acudieran los que mejor habían jugado en la Isla. Pero ahora sucede que los que mejor juegan en la Isla no son los mejores peloteros cubanos.
Cuando el director Carlos Martí decidió llevar a la Serie del Caribe al equipo Agricultores que ganó la Liga Élite del Béisbol Cubano casi sin refuerzos, muchos consideraron que se había hecho justicia, pues se premiaba a los peloteros que se habían sacrificado jugando en la Liga y se habían ganado ir a Caracas. La realidad demostró que la justicia no gana partidos y mucho menos torneos de béisbol. Agricultores sufrió seis derrotas consecutivas después de su primer y único éxito en el torneo.
La FCB sabe que los mejores peloteros están fuera de Cuba y es muy probable que siga echando mano a ellos en el futuro. Y querrá que sigan emigrando sin dejarla en ridículo con fugas. Esas no puede perdonarlas, y quienes abandonen delegaciones oficiales durante eventos internacionales no serán convocados... todavía.
El régimen preferiría, por su puesto, que esos peloteros estuvieran contratados fuera con su mediación —o sea, con la de la FCB—, y poder obtener ganancias por ellos gracias al derecho de formación. Pero del lobo un pelo. Si por lo menos puede ganar juegos gracias a ellos, es algo.
Por tanto, peloteros que todavía juegan en Cuba, emigren y desarróllense, que será la vía más segura para ser convocados al equipo nacional. Y, por supuesto, prosperen económicamente. En Cuba tampoco podrán.
Y también deberían emigrar los entrenadores que deseen que el béisbol de la Isla mejore. Como dijo el periodista Yordano Carmona recientemente a DIARIO DE CUBA, de nada vale que los atletas se profesionalicen si en la Isla se sigue entrenando como en los años 70 y 80.
La aspiracion de todo pelotero del mundo es jugar en GL ...los cubanos no son excepcion...la excepcion ocurre cuando son los cubanos los unicos que tienen que vivir fuera de Cuba para poder jugar en GL...la excepcion ocurre cuando los cubanos que juegan en GL tienen que tener un permiso especial del gobierno de los USA para poder jugar con su equipo nacional...y el problema no es que los que juegan fuera le quiten el puesto a los que juegan en Cuba...que jueguen los mejores...el problema es que los que juegan en Cuba tienen que abandonar la isla para poder jugar o contratarse en otro pais, en la mayoria de los casos, sin importar lo bueno o malo que sea...
Si la opcion es emigrar, pues vamos a meter presion para formar el equipo cuba del exilio.
En Cuba ni los atletas ni ningun ciudadano (esclavo) puede prosperar en su disciplina por la simple razon de que en las tiranias totalitarias ese derecho es exclusivo de los gangsters y los parasitos herederos que disfrutan del poder.
Lo curioso es que algunos de los vilipendiados, tildados de vende patrias y desertores (cimarrones) ahora regresan al campo de concentracion antillano para redirle honores a sus amos y a sus egos.
La unica posibilidad de competir con exito en el clasico que tendria una seleccion de la isla que representara a su pueblo y no a los bandidos del cartel de Punto Cero, es que estuviera integrada por todos los peloteros que representan lo mejor del beisbol profesional actual.
Por eso, sin Pito Abreu, los hermanos Gourriel, Iglesias, Yandy Diaz, Arozarena, Adolis Garcia, Alvarez, Chapman, Rasiel, Cortez y Perez, entre otros, el elenco actual no tiene la mas minima posibilidad de triunfo mas alla de la 2da vuelta.