En 2013, el régimen cubano autorizó la contratación de atletas en el exterior, con el argumento de que de esa forma mejorarían los resultados del deporte nacional, aunque además el régimen se embolsaría una suma por esos deportistas, por concepto de formación. Diez años después, no solo hemos visto que esas contrataciones no han detenido el éxodo de atletas, vía fugas, emigración o incluso abandono de contratos, sino que los resultados del deporte de la Isla en competencias internacionales no han mejorado.
El ejemplo más claro es el béisbol, con fracasos continuos de las selecciones cubanas, pese a contar en sus alineaciones con peloteros contratados en ligas foráneas, como Alfredo Despaigne, Lázaro Blanco (antes de abandonar el equipo durante el preolímpico de las Américas, en el que Cuba se quedó sin pasaje para unas olimpiadas, por primera vez), Yariel Rodríguez y Liván Moinelo, por poner algunos ejemplos.
¿Por qué las contrataciones de atletas cubanos en el exterior no han funcionado para mejorar los resultados deportivos de la Isla en la arena internacional, como sí sucede con el deporte de otros países? La evidencia más reciente la vimos en la pasada copa mundial de futbol, que engulló el ya minúsculo interés de la afición nacional por la Liga Elite del Beisbol Cubano. La selección de Marruecos, con muchos integrantes insertados en ligas extranjeras, hizo historia al ocupar el cuarto puesto. La mayoría de los jugadores de las selecciones campeona y subcampeona se desempeñan fuera de sus países.
Tres periodistas deportivos opinan en DIARIO DE CUBA sobre por qué la contratación de atletas cubanos en el exterior no se ha traducido en un desempeño exitoso del deporte de la Isla en torneos internacionales.
"En el caso del béisbol han sido contratos aislados, que ellos mismos (la estatal Federación Cubana de Béisbol) han seleccionado. No es como en otros países. Te pongo el ejemplo de Venezuela, que políticamente hablando es parecido a Cuba. (Nicolás) Maduro no tiene nada que ver con el béisbol del país. Cuando Venezuela va a un torneo, lleva a todos los peloteros; incluso a algunos que llevan años sin ir al país, pero son venezolanos. Escogen lo mejor disponible", dice Yordano Carmona, director del medio Pelota Cubana.
"En el caso de Cuba, no se llama a lo mejor disponible. Se basan en la actividad política de la persona, cómo se comportan en redes sociales; si es un desertor o no. Buscan a los que verdaderamente puedan controlar. Pero para mí, la clave de todo eso, por lo que Cuba no puede mejorar y hay un declive en Panamericanos, Centroamericanos, etc., es que ahora mismo el deporte es el reflejo de la sociedad cubana. Es algo deteriorado por completo, que no tiene arreglo, porque tienes que trabajar desde la base y cambiar una mentalidad obsoleta. Tienes que darte cuenta de que estamos en 2022, no en los años 70 u 80. No es que te hayan recortado distancia, sino que tú te quedaste parado y los demás, usando la tecnología que hay, te pasaron por el lado", explica Carmona.
"En Cuba se sigue entrenando en el béisbol como se entrenaba en los años 70 y los 80. Los jugadores de Grandes Ligas no entrenan hoy como entrenaban en esa época. Los peloteros cubanos van a jugar a Japón y regresan, ¿pero de qué te vale tener atletas profesionales si cuando viene un evento de cierta magnitud, el cuerpo de dirección, de entrenadores, son los mismos que responden a las doctrinas revolucionarias? Y al final ni son ellos los que toman las decisiones, son títeres. Las decisiones las toman personas con un nivel más alto en lo político. Ese es el principal problema que tiene Cuba. Los atletas se han profesionalizado un poco, pero quienes toman las decisiones y tienen un peso para que el deporte pueda ir adelante, siguen con la mentalidad de los años 60 y 70", sentencia el director de Pelota Cubana.
Para Francys Romero, periodista y autor del libro El sueño y la realidad. Historias de la emigración del béisbol cubano (1960-2018), lo primero que hay que entender es que, "aunque tú insertes jugadores en ligas profesionales, si tu sistema sigue siendo amateur o atrasado respecto al mundo actual, tus posibilidades de triunfar colectiva o individualmente en cualquier deporte son cada vez más remotas".
"El sistema del futbol en Marruecos, más allá de que los jugadores se han insertado en otras ligas, es profesional en su liga propia. Por eso el tema de las contrataciones no ha surtido efecto en el caso cubano. Sí han subido de nivel algunos jugadores que se han insertado en Japón o en México, pero cuando van a jugar con Cuba en eventos internacionales, no juegan individualmente sino bajo un sistema de dirección, de reconocimiento del rival, un sistema de ver el béisbol de una manera diferente, y eso ha chocado mucho. No se ha visto la subida de calidad de los atletas, porque el sistema en el que están obstaculiza el salto de nivel", critica el periodista deportivo.
Romero recuerda que uno de los objetivos de la contratación de atletas cubanos en el exterior fue mejorar el deporte nacional, pero el principal fue "no seguir perdiendo ganancias. Muchos jugadores se iban y no probaban la vía de Japón u otros países, porque no existía ese tipo de convenios. Al existir, un porciento mínimo, yo diría que el 10 o el 15% de la base total de talentos no se fue y al menos tú (el Gobierno) obtuviste un 20% de ganancia por concepto de formación y demás".
El columnista de DIARIO DE CUBA Enrique del Pozo opina que en el caso de Cuba, "con la inserción de deportistas en ligas profesionales, no se han podido obtener buenos resultados en competencias internacionales, en primer lugar, porque las principales figuras, sobre todo en el béisbol, han decidido emigrar y las convocatorias para ellos están sujetas a otras condiciones extradeportivas, como acabamos de ver ahora con el Clásico Mundial (de Béisbol)".
"Por otra parte, las contrataciones de los atletas que permanecen en la Isla bajo el amparo de sus federaciones deportivas, continúan siendo muy tímidas y en varias ocasiones se hacen en ligas que no tienen un nivel alto", señala.
"Otro factor que hay que tener en cuenta en el bajo rendimiento que presentan algunos cuando son llamados para los torneos internacionales, es que llegan a estos después de jugar temporadas largas o antes de su comienzo, y no se encuentran en su óptima forma deportiva", recuerda Del Pozo.
"Esto último lo hemos podido comprobar con los peloteros que juegan en una liga de alta calidad, como la japonesa, la mayoría de ellos con muy bajo rendimiento con el equipo nacional, luego de protagonizar grandes campañas con sus equipos asiáticos", concluye el columnista de DIARIO DE CUBA.
