El año 2022 termina para el deporte estatal cubano y será más recordado por el número de atletas que abandonaron delegaciones oficiales o contratos en el extranjero establecidos a través del Estado que por los resultados obtenidos a nivel internacional.
Según las cifras más conservadoras 62 deportistas se fugaron hasta el 15 de diciembre, para un promedio de cinco al mes. Hasta el 26 de julio, cuando la medallista olímpica y campeona mundial Yaimé Pérez abandonó la delegación que asistió al Mundial de Atletismo de Eugene, EEUU, y se convirtió en deportista número 22 en huir durante un evento internacional, el ritmo era de tres por mes.
En los meses siguientes, los atletas cubanos aumentaron el ritmo de las huidas y mejoraron esa marca, para registrar un promedio de cinco fugas mensuales.
El principal momento de la remontada fue el mes noviembre, cuando al menos 16 deportistas escaparon de sus delegaciones o abandonaron contratos, lo que probablemente constituye un récord para un solo mes: las basquetbolistas Yixit Martínez y Daymaris Millet; los remeros Jorge Félix Patterson, Yudisleidys Rodríguez, Ernier Tamayo, Alexei Carballosa, Nayala Torres y Boris Luis Guerra; los jugadores de hockey sobre césped Wilfredo Sánchez, Wilmer Verrier, Maikel Triztán y el entrenador Alaín Bardají; el prospecto del béisbol Miguel Flores; la taekwondoka Yamitsi Carbonell, la atleta de Béisbol 5 Elianni Castellanos, y los boxeadores Albert González y Carlos Castillo.
Las fugas de atletas durante competencias internacionales no son algo nuevo en el deporte cubano. La novedad comenzó en marzo, cuando el campeón olímpico de canoa en Tokio 2020 Fernando Dayán Jorge abandonó una delegación que viajó a México para una base de preparación.
No se trataba solo de la fuga de un campeón olímpico, sino de la de uno premiado dos meses antes por el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER) con un vehículo.
De esos premiados, también terminó escapando la mencionada Yaimé Pérez, cuya fuga debe haberle aguado al régimen cubano el "Día de la Rebeldía Nacional". También lo intentó, sin éxito, el campeón olímpico y bicampeón mundial de boxeo Andy Cruz. Finalmente consiguió irse de Cuba en noviembre.
Pérez, Cruz y Jorge no fueron los únicos medallistas mundiales y olímpicos que decidieron escapar durante competencias en el extranjero en 2022. En esa lista aparecen además el luchador de estilo greco Ismael Borrero y la bicampeona paralímpica de Judo Dalidaivis Rodríguez, reciente incorporación al inventario de deportistas cubanos fugados en el año
Rodríguez es una de los cinco atletas cubanos con discapacidad fugados en el año que casi termina. Se sumó a otros cuatro paratletas que escaparon de la delegación que acudió al Abierto de Paratletismo de Monterrey 2022, México, en julio pasado: los velocistas Christian Carlos Guillén (T-47) y Elvis Nules (400 metros), y el saltador Lázaro Yarlo Rodríguez (T-64), según informó el medio deportivo independiente Play Off Magazine, que mencionó a un cuarto deportista del que no se conocía el nombre.
Los cinco son la expresión clara de otro fenómeno inédito que marca el deporte estatal cubano en 2022: ni los atletas paralímpicos ven futuro en continuar vinculados a las instituciones estatales de la Isla.
El otro detalle interesante en el año que termina es que hubo fugas de atletas cubanos en casi todos los meses del año. Con excepción de enero, febrero y abril, en el resto se reportó al menos un abandono.
Las disciplinas que más nombres aportaron a la lista de deportistas cubanos que huyeron de delegaciones oficiales o contratos amparados por entidades estales en 2022 fueron boxeo (6) y remo (6).
Parecía que la lucha se quedaría por detrás con cinco, pero a inicios del presente y último mes del año, el exponente del estilo libre Reineris Andreu (57kg) abandonó una delegación que asistió a República Dominicana para clasificarse hacia a los Juegos Centrocaribes de San Salvador 2023.
A lo largo del año también escaparon atletas de canoa, kárate, atletismo, fútbol sala, voleibol, taekwondo, hockey sobre césped, pentatlón y badminton.
El béisbol no ocupa el primer lugar en este ranking porque la mayoría de los muchísimos peloteros cubanos de todas las edades, en activo y retirados, que salieron de la Isla este año no escaparon durante competencias. La mayoría, principalmente los talentos jóvenes, salieron legalmente rumbo a República Dominicana para allí obtener la agencia libre en aras de obtener firmar con una franquicia de Grandes Ligas. Otros salieron rumbo a Nicaragua para emprender la ruta hacia Estados Unidos por Centro América.
En 2022 han salido de Cuba, por distintas vías, más de 120 peloteros, de acuerdo a las cifras del periodista deportivo Francys Romero. De ellos, al menos un tercio tiene entre 14 y 23 años.
Pero con mucha probabilidad los veremos en la selección nacional en un futuro. Una vez hayan alcanzado todo su potencial como atletas y prosperado económicamente gracias a un contrato en la MLB, la estatal Federación Cubana los "invitará" a representarla en torneos internacionales, como ha hecho ahora de cara al Clásico Mundial de Béisbol con los peloteros emigrados, cuyo número va en aumento.
Pero en el resto de las disciplinas, las autoridades cubanas tendrán que ponerse en forma y empezar a entrenar, cuando faltan dos años para los Juegos Olímpicos de París 2024. No se trata de que los atletas se han fugado y el régimen continúa renuente a permitirles representar a su país nuevamente. La realidad es que competir por la Isla ha dejado de ser una prioridad para muchos deportistas cubanos, fugados o no. Lo demuestran los casos del triplista Jordan Díaz, el saltador de largo Lester Lescay (quien escapó de una delegación oficial en marzo de este año) y la jabalinista Yulemnis Aguilar.
El primero ya obtuvo la nacionalidad española y pretende participar en las olimpiadas bajo la bandera de su nueva patria. Los otros dos también aspiran a conseguir la ciudadanía para representar a España en competencias internacionales.
