Si algo pudimos apreciar en las seis primeras jornadas de la Serie del Caribe es la realidad del béisbol cubano. Con la eliminación oficial de los equipos de Panamá, Curazao y Cuba, el pronóstico se cumple: Agricultores no clasifica para las semifinales.
Ahora, antes de comenzar con el análisis, deberíamos excluir todas las teorías conspirativas contra los jugadores que ganaron la I Liga Élite del Béisbol Cubano. Ellos no tienen la culpa de jugar en un torneo de muy baja calidad. Por tanto, con la victoria que se alcanzó sobre Curazao en el primer día, podemos decir que sobrecumplieron.
Cuando vemos lo resultados fríamente, la actuación del equipo cubano no parece tan mala como muestra el balance (1-5). De los seis choques que han disputado, la mitad se definieron por una carrera y otro, se definió por dos.
Aunque seis partidos no son un medidor para ningún equipo, estamos en presencia de un torneo corto y no tenemos otra forma de comparar que no sea mirando los desempeños colectivos. Entonces, si empezamos por la ofensiva, los Agricultores cosecharon el peor promedio de embasado (.277) y de OPS .556 (promedio de embasado + bases totales).
El promedio de bateo de los cubanos fue el tercero más bajo (.239), pero cuando buscamos el promedio de bateo con corredores en posición anotadora pasa a ser el mejor (.319). Por supuesto, si pones menos corredores en las almohadillas que los otros equipos eso influye. Pero tampoco podemos restar todo el mérito; al fin y al cabo, tienes que aprovechar las oportunidades que se den.
En resumen: la ofensiva del equipo cubano estuvo entre las tres peores, produjo la tercera cifra más baja de carreras (19) y la más baja de extrabases (6). Además, nuestros bateadores fueron los que menos bases por bolas negociaron (7). Por último, cabe destacar que las deficiencias como atacar la bola por la parte superior (genera muchos rodados) y no meterse en conteo salieron a relucir en todos los choques.
Menciones especiales: los hermanos Alarcón han tenido un buen torneo ofensivamente, también Yunieski Larduet y Andrés de La Cruz. Este último ha sido la sorpresa del equipo.
"Doce lanzadores viene siendo una cantidad normal para este evento", así le dijo Carlos Martí, manager del equipo cubano, a Pelota Cubana USA. Sin embargo, quizás no pesó tanto la cantidad como la calidad de lo que se llevó.
El mejor abridor de Cuba fue César García. El granmense en su primera apertura lanzó siete entradas de una carrera contra Curazao. En la segunda, ante Puerto Rico, solo admitió dos vueltas al cuadro. En general, dejó una efectividad de (2.08) con un WHIP de (1.15. Además, fue el único serpentinero cubano con al menos una salida de calidad (2).
Excluyéndolo a él, ningún abridor logró cumplir. Jonathan Carbo admitió ocho carreras en ocho entradas y un tercio, Joel Mogena toleró cinco en 2.1 innings y Ángel Sánchez, tres en solo dos tercios de inning. En general, la falta de efectividad de la rotación cubana va siendo la más alta del Clásico Caribeño (8.41).
Con un manejo del bullpen pasado de moda y con poca profundidad en el mismo, los relevistas sumaron un promedio de carreras limpias de (4.45) en 32,1 entradas. La labor de los relevistas cubanos fue también la peor del torneo. De igual manera, vale destacar las labores de Andy Vargas, Miguel Paradelo y Kelbis Rodríguez.
Para finalizar, miremos la defensa. Cuba es el tercer conjunto con más errores (9) y, por mi cuenta, perdimos dos juegos a causa de ellos: En el juego contra México cedimos la ventaja definitiva cuando una bola picó delante de Rafael Viñales y permitió que se anotaran dos carreras. Así remontaron los Cañeros de Los Mochis. (Este error no fue al papel.)
En el partido ante Puerto Rico, cuando solo faltaba un out para ganar (3-2), el segunda base (Yulián Millan) no pudo fildear un rolling y se empató el juego. Después, Cuba fue dejada al campo. Por otro lado, el receptor Yosvani Alarcón tuvo problemas para frenar el ataque terrestre. De ocho corredores que le salieron a robar bases, llegaron seis. Es decir, cogió al (25%) de ellos.
Al final este resultado no nos asombra; el equipo intentó competir con sus armas, pero la competencia allí está por encima de nuestro nivel. Si algo se nota en el roster cubano es la falta de oficio y de aplicación del ABC. Esos son difíciles de absorber cuando se juega en una liga amateur.
Aunque me duela, a veces prefiero que la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) no invite a Cuba a la Serie del Caribe. Es algo difícil de digerir, pero desde que regresamos al evento en 2014 hemos estado jugando muy mal. El balance es de (14-22) y aunque asistimos a dos finales y ganamos una, lo hicimos sin jugar bien.
La Federación Cubana de Béisbol (FCB) debería cambiar el pensamiento; necesita entender que la única manera de resolver la crisis de nuestro pasatiempo nacional es desechando el amateurismo y regresando el profesionalismo. Aun así, pasaríamos años para aumentar el nivel. Por lo menos, tenemos una parte del talento, la otra se la lleva el éxodo.
El comunismo arraso con la agricultura, incluyendo las tradiciones tabacaleras y caneras, aniquilo la libre empresa y el libre pensamiento, prohibio la navidad y borro la nacionalidad cubana, entonces alguien podria suponer que el beisbol escaparia al poder arruinante de la igualdad social?
Ya lo dijo alguien por aqui "en cuba se sigue con la mentalidad de los años 70-80" Y no solo en el baseball. En todo. Siguen con mentalidad de plaza sitiada y dandole loas a la revolucion.
Nada, que van por el camino correcto. Pero hacia la desaparicion del baseball en cuba. Ya desaparecieron la industria azucarera. Baseball is next.
Habana, Almendares, Cienfuegos y Marianao otra vez.Tenemos verguenza los cubanos por el papelazo que hizo el equipo cubano. Los viejos cubanos recordamos cuando el equipo cubano era el #1 cuando de 1947 a 1959 gano siete series de doce teniendo en cuenta que todos los equipos eran de tremenda calidad.