La sección Open Doors de la 77 edición del Festival de Cine de Locarno, en Suiza, reconoció este martes 13 de agosto al proyecto cubano La levedad de ella, que será el debut como realizadora de largometraje de ficción de la joven cineasta Rosa María Rodríguez Pupo.
La película, que será protagonizada por la actriz cubana Lola Amores (Santa y Andrés, La mujer salvaje), fue una de las ocho elegidas entre proyectos de realización de 37 cineastas. El jurado le otorgó 5.000 francos suizos (casi 5.800 dólares de EEUU), que aportarán a su fase de desarrollo.
La levedad de ella es un proyecto coproducido por Cuba, México y Colombia, que cuenta con Martha Orozco (productora de Allende, mi abuelo Allende (2016), Ojo de Oro en el Festival de Cannes de 2016), y Cristina Gallego (productora de buena parte de la obra del colombiano Ciro Guerra, y codirectora de Pájaros de verano (2018), además del cineasta cubano Armando Capó, en la producción.
La protagonista es Nora, una cubana que decide dar un giro a su vida luego de la reaparición de un cáncer que creía vencido. Entonces opta por distanciarse de su familia, mudarse a un barrio pobre, fingir un embarazo y tomar las riendas de su propio destino.
"La idea con la película es que podamos filmarla a finales de 2025", cuenta Rosa María a DIARIO DE CUBA. "El proyecto funciona muy bien. Ahora mismo, este es el primer espacio europeo y de la otra parte del mundo al que asistimos, porque hasta antes de Locarno nos habíamos movido más en Latinoamérica".
"Una de las cosas más potentes que tiene el proyecto es que la propuesta tiene varias aristas sobre el cine de género, fantástico, un viaje íntimo donde la revolución empieza por la protagonista misma, una película sobre la resiliencia del cuerpo, sobre aceptarnos con las diferencias, sobre aprovechar el poco tiempo que tenemos, y sobre todo una película que narra Cuba desde la visión de una mujer enferma", señala.
El reconocimiento en Locarno abre nuevas puertas para La levedad de ella, aunque hace pocos días quedó entre las seleccionadas para el venidero Foro de Coproducción Europa-América Latina, del Festival de San Sebastián, en España, y participa en otras bolsas de proyectos nacionales, en lo que es la ruta natural de buena parte del cine independiente contemporáneo.
"En Locarno estamos cerrando una coproducción con Noruega, y bueno, al ser seleccionados para San Sebastián, la idea de buscar ese coproductor europeo sigue abierta, aunque hemos tenido muy buenas propuestas acá", señala la cineasta.
"Actualmente La levedad de ella está en su quinta versión de guion. Estoy trabajando esta nueva versión, que va a ser la sexta, con el escritor cubano Senel Paz", anticipa Rosa María.
Actriz, productora y directora, Rodríguez Pupo tiene a sus espaldas un largo recorrido en el cine. Después de graduarse en 2015 de la Universidad de las Artes de Cuba en la especialidad de Dirección de Cine, cursó Producción en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV).
Aparte de cortometrajes como Nara, I love Papuchi y La costurera, dirigió el largometraje documental Órgano. Como productora del sello GatoRosafilms ha producido La tierra de la ballena, de Armando Capó, y El bosque intermitente, de Lázaro Lemus, largometrajes documentales en postproducción.
También es la creadora y directora de La Burbuja Lab, laboratorio de creación cinematográfica para mujeres de Centroamérica y el Caribe.
La levedad de ella, un filme de mujeres sobre mujeres, no fue el único representante de la nueva generación de creadores del audiovisual cubano contemporáneo presente en Locarno. Yamila Marrero Montero, (Azul Pandora, El Proyecto, Villa Rosa), productora cubana también graduada de la EICTV, consiguió un reconocimiento dentro del Laboratorio de Productores del certamen por su proyecto Toda la vida, de la cineasta cubana Deymi D'Atri.
También Andrea Fatecha Bernal, productora de Paraguay vinculada a la EICTV, presentó el proyecto de documental Interludio, de Julián Ortiz González, dedicado a Wilfredo "Pichi" Chávez García, el último laudista de su provincia en Cuba.
La sección Open Doors, cuyo propósito confeso es apoyar a cineastas y películas de naciones "donde el cine es una forma de expresión en riesgo", entiende que la censura, el desinterés oficial y el exilio no opacan la necesidad de contar Cuba a pesar de todo lo anterior.
