Un grupo de cineastas cubanos reunidos este jueves en el cine 23 y 12 ha emitido una declaración para denunciar que las decisiones que tomaron las instituciones culturales "en torno a la exhibición del documental La Habana de Fito", dirigido por Juan Pin Vilar, "han puesto en evidencia la manera irresponsable con que actúan los funcionarios implicados en estos actos".
Al frente de la reunión, de la parte institucional, estaba el vicepresidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos ICAIC, Ariel Montenegro. Según fuentes consultadas por DIARIO DE CUBA, Ramón Samada, presidente del ICAIC, no pudo asistir por estar "en otras funciones" pero sí participará en otra reunión que convocará la institución el próximo martes.
Los firmantes de la declaración apuntaron que, "más allá de los criterios" sobre la apreciación de esta obra audiovisual, "se han cometido sucesivos errores". Enumeraron como uno esos errores "suspender la proyección" del documental de Juan Pin, junto a otras obras como Existen, de Fernando Fraguela y Yulier Rodríguez o El encargado, de Ricardo Figueredo, programadas para la sede del grupo teatral El Ciervo Encantado el pasado 29 de abril.
También mencionaron el hecho de que las autoridades culturales no ofrecieron "información pública y satisfactoria sobre esta decisión" y presentaron "una copia no concluida del documental en un programa de la televisión cubana, ignorando la negativa de su director y su productor, y con el propósito explícito de desacreditarlos". Advirtieron además que en dicho programa participaron dos vicepresidentes de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), institución, que a juicio de los creadores, su primera función "debía ser la defensa de los intereses" de los artistas de la Isla.
Los realizadores señalan también a la institución como un error, ciertas publicaciones en redes sociales "donde manipulan lo ocurrido" y "ofrecen falsas interpretaciones de la Ley de Derecho de Autor" que, a juicio de los firmantes, los funcionarios "están en la obligación de proteger".
"Lo más grave es que procedimientos semejantes se han hecho sistemáticos, sobre todo en relación con el cine. La actuación de esas autoridades culturales ha violado una y otra vez principios éticos que deberían ser el sostén de cualquier diálogo respetuoso y constructivo", agregaron en su declaración.
Al concluir el pronunciamiento y, a partir de la declaración, aseguraron que la Asamblea de Cineastas "da inicio a un conjunto de acciones de trabajo para intentar resolver estos problemas".
Entre los más de 50 cineastas que firman el documento están, entre otros, los directores Fernando Pérez, Rebeca Chávez, Magda González Grau, Ernesto Daranas Serrano, Manuel Pérez Paredes, Marilyn Solaya, Jorge Perugorría Rodríguez, Kiki Álvarez, Armando Capó Ramos, Amilcar Salatti, Jorge Luis Sánchez González, Rosa María Rodríguez; los actores Luis Alberto García, Hamlet Paredes Grau, Lola Amores, Jorge Molina Enríquez; los críticos Juan Antonio García Borrero, y Gustavo Arcos Fernández-Brito.
Me parece muy bien que estas personas respalden a Pin Vilar contra lo que decidieron funcionarios del régimen. Más vale que surjan públicamente inconformes contra ese tipo de decisiones que gente que se calla.
Menudo sainete abstruso.
Realmente es poco entendible cuando alguien que está dentro de Cuba emite opiniones o exige sus derechos que supuestamente los respalda, enseguida salen "voces" que viven o supuestamente están en el exterior a intentar desacreditarlos.
Juan Oscar, no solo poco entendible, es vomitivo y repugnante. Y lo hacen una y otra vez, no parece darles verguenza. Es que en realidad el único "exterior" que conocen estos estúpidos es el que ven a través de la ventana de su "laboratorio" en las UCI.
50 cineastas? Y dónde están sus películas?
Amigo Weston, no tanto dónde están las películas, sino que supuestamente son 50 cineastas y ninguno de ellos puede hacer ni una jodida película que valga la pena ver.
Aquí hay algo que no entiendo, y creo que el periodista asume que TODO el mundo sabe: en mi lógica, prohibir un documental es reprimir, pero exhibirlo en TV es lo contrario. No entiendo cual es el problema. Porfa, alguien que me lo explique con peras y manzanas.
Azayas, puedes leer los artículos previous relacionados con el tema. Una de las cosas es que exhibieron una copia que no era la definitiva. Segundo, que al exhibirla en la TV en estos momentos, le impide al filme participar en futuros certámenes de cine. Por eso el director y el productor se opusieron a la exhibición en TV y aún así fue exhibida.