El actor cubano Omar Franco, Ruperto en el programa Vivir del cuento, salió de Cuba rumbo a Miami el pasado 19 de julio, unos días después de las protestas del 11J, momento que a juicio del humorista "ha marcado un antes y un después para el cubano". Franco, quien se ha reencontrado con su hijo en Estados Unidos después de más de un año de lejanía por la pandemia, habla en entrevista con DIARIO DE CUBA sobre su carrera y la situación en la Isla.
Omar Franco fue uno de los actores que condenó, a través de sus redes sociales, la represión del Gobierno contra las protestas del 11J. Sus declaraciones no frenaron su viaje, pero una vez en Miami le pidieron desde Vivir del cuento "no hacer declaración ninguna, porque teníamos dos capítulos muy buenos al salir y lo más probable era que los tumbaran. Ahí puse el arte por delante de todo y al público que se iban a quedar sin dos programas buenos, uno de ellos 'Titiriteros'", que tocó temas como la censura, el desconocimiento artístico por parte de las autoridades y a falta de contenido que interese a la gente en la televisión.
"Después del 11 de Julio no se han grabado programas. De hecho, se debe estar en el proceso de creación de guiones. Va a ser un poco complejo por los sucesos del estallido social en Cuba. Ojalá y se pueda reflejar eso", dice el actor, que pidió una licencia en el programa Vivir del cuento, y que ya ha recibido llamadas en Miami de artistas como Alexis Valdés y Alberto Pujol para futuras colaboraciones.
"Yo, por el momento, estoy estudiando y leyendo. Hay que esperar a ver qué hago finalmente. Por el momento, disfrutando la familia", asegura.
Para Omar Franco, el humor es cosa seria y el programa Vivir del cuento, en donde ha trabajado durante más de siete años, "es una crónica semanal de la vida del cubano". Ahora, "va a haber ciertas zonas que tal vez se quieran reflejar y no se pueda", dice el actor refiriéndose a los acontecimientos del 11J.
"Ese día estaba en El Sevillano haciendo una visita; un amigo me llamó, pero no le presté atención. Recibí otra llamada, me fui para mi casa en Mantilla y vi que había empezado literalmente un estallido social. En el cine de Mantilla había mucha gente (…) Tumbaron internet y no sabíamos lo que estaba pasando, entonces empezaron las comunicaciones desde el exterior con Cuba", recuerda Franco.
Para el actor, a partir del 11J "los amaneceres en La Habana no han sido igual de apacibles. Se vivía constantemente una tensión de qué iba suceder. Veías más presencia policial en las calles. hubo exceso de la fuerza y hubo vandalismo, siempre existe vandalismo, pero ese no era el pollo del arroz con pollo. Salieron los humildes, con los humildes y para los humildes. Desde el Gobierno dijeron que eran delincuentes. Pero si fueron delincuentes son muchos delincuentes, y no es el caso. Tristemente, muchos de los muchachos que salieron y tal vez estuvieron en hechos vandálicos, nacieron en el 2000 y salieron de madres cubanas nacidas en 1970. Esos no son importados, son cubanos nuestros de allí que se sintieron inconformes", asegura Omar Franco.
Con el paso de la pandemia muchos artistas han visto afectada la forma de conectar con su público. Según el actor, a este problema en Cuba se suma la aplicación del Decreto-Ley 35.
"En este momento debió haber aparecido un artículo contrario, que permita a todo el mundo a hablar, porque hay que darse cuenta de que la inclusión es lo que puede sacar a flote a Cuba. Tienen que dejar que los demás hablen y puedan demostrar el desencanto o la no coincidencia de ideas".
Omar Franco considera que el Decreto-Ley 35 es un paso hacia atrás y anima a la prensa oficialista a que mire hacia el Gobierno. "Ojalá y la prensa oficialista vea con ojo crítico los errores que comete el Gobierno. Que no solo se viren a criticar al pueblo. En cualquier parte del mundo un dirigente que se equivoca es criticado (…) El hecho de que hayan aparecido las cosas de ahora para ahorita para resolver un problema deja muy desnudo al Gobierno. Cuando salió la gente (a la calle) empezaron a resolverse los problemas. Duele ver que recursos puestos en función de ciertas cadenas de hoteles no se puedan poner en función de barrios".
Sobre el programa Vivir del cuento, Omar Franco espera que continúe al aire, a pesar de las dificultades. Cuenta que su segunda piel, Ruperto, puede decir mentiras piadosas, "sobre todo con tal de empatarse con Cachita. También es capaz de poncharle las gomas del carro a su jefe. Cualquier cosa que pase, que busquen a Ruperto", concluye entre risas.