El consumo y tráfico de drogas en Cuba muestra una tendencia al alza. Prueba de ello es que los medios oficialistas, acostumbrados a la opacidad, reconocen la crítica situación y, aunque enarbolen una muy deslucida propaganda, reflejan un escenario de descontrol en este sentido.
Así, la fiscal provincial encargada de la actividad de protección a menores de edad en Santiago de Cuba, Arianna Toledo Esteva, dijo al periódico estatal Sierra Maestra que "la participación de jóvenes en hechos de consumo y tenencia de drogas se ha elevado, y no solo en las que son ilícitas y conocidas, también ocasionan graves peligros el uso de medicamentos lícitos, o sea legales, mezclados con bebida alcohólica".
Toledo Esteva expuso algunos casos recientes de tráfico de drogas en la provincia y se refirió a dos hermanos del municipio Contramaestre que hoy cumplen penas de 12 años de privación de libertad por este delito. "Ellos habían transformado las áreas cultivables de su finca en un sembrado de marihuana, tras adquirir ilegalmente las semillas. Sin medir las consecuencias se dedicaron a su cuidado y atención, y aunque intentaron hacerlo de manera discreta, el plan no resultó", dijo la funcionaria.
"Si bien es cierto que consiguieron cultivar 67 plantas, con alturas de hasta 1,46 metros, el propósito de convertirse en suministradores locales de drogas quedó truncado, al quedar incautada la cosecha con la que podían producir más de 4.700 cigarrillos", detalló.
Asimismo, "un ciudadano cubano fue sorprendido en un ómnibus del sector estatal con destino a La Habana. El astuto planeó enriquecerse rápido, tras adquirir un envoltorio de 1.065 gramos de clorhidrato de cocaína, procedente de recalos de drogas en las costas de la provincia de Guantánamo", indicaron a Sierra Maestra Niurka Matamoros Vallejo, presidenta de la Sala Cuarta de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba y Angélica Maurelo Carbonell, presidenta de la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del mismo tribunal.
"Se le ocuparon, 23.490 pesos cubanos y se le impuso la sanción principal de 13 años de privación de libertad", detallaron, luego de que dicho ciudadano fuese apresado en el punto de control de la Policía de Contramaestre.
"Otro hecho ocurrió en el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo, cuando un ciudadano procedente de Surinam fue objeto del chequeo aduanal establecido. El sujeto traía consigo un paquete que contenía confituras, prendas de vestir, zapatos y tres frascos con la etiqueta del medicamento Acetaminofén, con el propósito de entregarlo a una persona que lo recogería en Cuba. Las autoridades al revisar el contenido de los frascos detectaron que dos tenían un líquido transparente de color rojo y el otro verde. Fueron ocupados para el correspondiente análisis", narraron.
"El viajero, al ser sorprendido, alegó desconocer el contenido del envío, pero era responsable de la paquetería que traía y fue impuesto por el Tribunal, tras detectarse en el Laboratorio de Criminalística que los pomos contenían 377 gramos de clorhidrato de cocaína, y que la orina del propio inculpado tenía metabolitos o sustancias nativas derivadas de su consumo", agregaron
"Durante la investigación se conoció que con los 377 gramos que intentaban introducir al país se podían obtener cerca de 3.400 piedras de Crack, sumamente perjudicial para la vida. Gracias al riguroso control en frontera el autor fue denunciado y procesado a 15 años de privación de libertad", concluyeron.
Sierra Maestra, en un artículo que pretende disuadir a los cubanos de consumir y traficar drogas, subrayó que "se agrava la pena hasta 30 años de privación de libertad, privación perpetua de libertad o muerte, si en la comisión de los hechos se utilizan personas menores de 18 años, si son cometidos en instituciones educativas, deportivas, establecimientos penitenciarios, centros asistenciales, o en otros lugares a los que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes acuden para realizar actividades educativas, deportivas y sociales".
El incremento del consumo de drogas en Cuba, que afecta sobre todo a los jóvenes, hizo que las autoridades decidieran, en diciembre de 2024, la creación del Observatorio Nacional de Drogas, un instrumento que está siendo diseñado bajo la asesoría de la Unión Europea. Ante los diplomáticos de la representación del bloque en La Habana, funcionarios del régimen reconocieron que se han extendido sin freno por los barrios de Cuba en los últimos años, de la mano sobre todo de cannabinoides sintéticos que se venden a bajos precios.