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Sociedad

Los consumidores de drogas en Cuba son cada vez más jóvenes, reconoce el Gobierno

La prensa oficial destaca la política de las autoridades para 'prevenir y enfrentar el consumo', pero la realidad de los últimos cinco años evidencia su fracaso.

La Habana
Adolescentes con uniforme escolar en Cuba.
Adolescentes con uniforme escolar en Cuba. Periódico 26

El uso de drogas en Cuba, lejos de disminuir, se incrementa. Lo único que parece reducirse es la edad en que las personas se inician en el consumo de estupefacientes. Si en diciembre de 2023, los ministerios de Educación y de Educación Superior ubicaban la edad promedio del primer en 15,2 años, menos de seis meses después la realidad es aún más alarmante

El medio estatal Granma afirmó este martes que "en Cuba caracterizan al fenómeno (del consumo de drogas), cada vez más complejo, el aumento en los últimos cinco años, y la disminución en la edad promedio de los involucrados".

Según el doctor Alejandro García Galceran, director del Centro de Salud Mental del municipio Centro Habana, en la capital, citado por el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), las edades de las primeras experiencias con narcóticos en Cuba son los 13 o 14 años.

El medio oficial destacó que Cuba "no es un país productor de drogas" y citó una intervención en el programa televisivo de propaganda Hacemos Cuba del coronel Juan Carlos Poey Guerra, jefe del Órgano Especializado de Enfrentamiento Antidroga, del Ministerio del Interior (MININT), quien dijo que la situación geográfica de la Isla —en el centro de los mayores países productores— lo coloca bajo la constante influencia del narcotráfico.

Granma también resaltó que (el Gobierno de) Cuba "mantiene una política para prevenir y enfrentar el consumo de drogas". Sin embargo, el aumento del uso, así como la disminución de las edades en que debutan las personas en el consumo de estupefacientes en los últimos cinco años, demuestra el fracaso de esa política y contradice la propaganda del régimen.

El medio estatal citó a la presidenta de la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado, del Tribunal Supremo Popular, Ileana Julia Gómez Guerra, quien explicó en 2023 que en Cuba "lo que se sanciona es la tenencia y el tráfico de drogas, no a los consumidores".

Las sanciones oscilan entre los cuatro y los 30 años de privación de libertad, la privación perpetua de libertad y la pena de muerte.

En 2023, "689 personas fueron penalizadas y al 92 % se les impusieron penas privativas de libertad", detalló Granma, citando información ofrecida en el programa de la televisión estatal Mesa Redonda.

En abril, el Gobierno cubano tuvo que reconocer que no logra contener el consumo de drogas. El propio doctor García Galceran dijo entonces que el sistema se está moviendo para "controlar y contener" el creciente uso de drogas, especialmente entre los jóvenes, pero reconoció las deficiencias en medio de una crisis económica cada vez más severa.

En Cuba tampoco existen las mejores condiciones para curar de la adicción a los ciudadanos de a pie.

La influencer cubana Flor Danay Hernández Ochoa, conocida en redes como Flor de Cuba, sostuvo en una entrevista que los adictos cubanos están desprotegidos por el Gobierno.

"Seis meses estuve ingresada en una clínica para rehabilitación, una clínica experta, donde se rehabilitó (Diego Armando) Maradona. Ese lugar marcó mi vida para siempre. Allí aprendí todas las herramientas y estrategias para combatir mi enfermedad y no volver a recaer", contó.

"Antes de entrar ahí tuve un intento de suicidio. Pasé por psiquiatría. Desgraciadamente, la atención psicológica en este país está pésima. Creí que esa era mi última oportunidad de curarme y encontré información en internet sobre la clínica El Quinqué, en Holguín, (uno de los centros) donde se trató Maradona. Cogí un carro y me fui para allá porque me cansé de llamar y escribir correos y nadie me contestaba. Cuando llegué tuve la suerte de que la jefa estaba de viaje; luego me enteré de que había leído todos mis correos y nunca me respondió. Su sustituta me enseñó toda la clínica y me dijo que los cubanos no podían entrar, salvo que tuvieran una carta del ministro de Salud", añadió.

Según la página web Cuba Mundo Médico, que comercializa servicios sanitarios en la Isla, El Quinqué es una "clínica para el tratamiento contra las adicciones, un complejo turístico (...) que cuenta con todo el servicio para la atención del turismo internacional con una categoría similar a tres estrellas. Tiene todas las condiciones de un centro médico para atender a pacientes con estas características y cuenta con un equipo médico altamente calificado y basta experiencia".

Flor dijo en la citada entrevista que los extranjeros deben pagar 20.000 dólares para pasar tres meses en El Quinqué. "Mi madre hizo una carta para el ministro y en cuanto la leyó nos llamó personalmente para decirnos que podía ir 'el tiempo que haga falta'. Al otro día estaba entrando a la clínica y ese día yo volví a nacer. Allí me enseñaron cosas que no me decían en otras clínicas. El cubano de a pie está desamparado, este país ha desamparado completamente a los adictos, y cada día son más", criticó la influencer.

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4 comentarios

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A la dictadura le conviene tener a los jovenes alienados detras de su fix. Menos gente a rebelarse.

Los biranos bajaron con el negocio de la droga desde la loma en 1959, nadie se acuerda del "comandante de la roboilusion cresenci perez"?. El escondio y amparo al cenizas y su banda de maumau en sus predios de la Sierra donde sembraba y traficaba marijuana, y cuando bajaro trajo )con amparo oficial) sus habilidades.

Profile picture for user Pedro Benitez

El problema con la addiction a las drogas en Cuba es único, en términos del poder adquisitivo de los cubanos. La generalización de la miseria concentra a los cubanos en las drogas más baratas, más adictivas, y sintéticas. La naturaleza sintética de la droga hace más difícil medir las dosis, porque las combinaciones de los químicos varían. Pueden flexibilizar un poco las leyes que penalizan la yerba, para forzar la migración de los jóvenes, de los químicos adictivos hacia el producto natural.

Los Castro vieron en la droga un gran negocio, pero para eludir las sanciones, culparon y fusilaron a Ochoa y con eso se lavaron las manos; bueno, eso pensaron ellos. Raúl Castro tiene orden de arresto por la Interpol, por eso manda a su criado y testaferro Díaz Canel a todas las misiones al extranjero.