Si 2023 dejó malas noticias para la mayoría de los cubanos necesitados de una vivienda, las de 2024 podrían ser peores, según las cifras oficiales dadas a conocer por la gobernadora de La Habana, Yanet Hernández Pérez, este martes, al rendir cuentas de su gestión en el año.
La gobernadora rindió cuentas durante la sesión del Consejo Provincial, encabezada por el primer ministro Manuel Marrero Cruz, en el que se analizaron los resultados de la implementación de las acciones para corregir distorsiones y reimpulsar la Economía.
Hernández Pérez informó, según la citó el diario oficial Granma, que, de un plan de 2.670 viviendas para 2024 en La Habana, solo se ha concluido el 13,3%, cuando ya corre el último mes del año. Eso significa que se han terminado 347,1 casas en la capital.
A ello, la funcionaria añadió que La Habana "apenas produce 23 reglones de los 189 aprobados, y en seis municipios no se fabrica ningún surtido, por lo que en este ámbito la autonomía local es muy limitada", citó Granma.
La Habana es la ciudad más poblada de Cuba y donde se concentran los mayores problemas de vivienda. Al cierre de agosto, cuando en todo el país se habían construido 5.262 viviendas (39% del plan, según cifras oficiales), la capital, Camagüey, Las Tunas, Santiago de Cuba y Guantánamo eran las provincias con peores resultados, según transcendió en una reunión de gobernadores, encabezada también por Marrero Cruz, en octubre.
En 2018, cuando el Gobierno cubano reconocía un déficit habitacional de 929.695 viviendas, en La Habana faltaban 185.348.
En 2023, el déficit a nivel nacional superaba las 856.500 casas, de acuerdo con un reporte de la emisora estatal CMHW.
Incluso si en La Habana fueran necesarias solo 100.000 viviendas actualmente —lo que resulta difícil, pues en cuatro años la construcción de viviendas en Cuba cayó un 64%, de acuerdo con el Anuario Estadístico de 2023 que publica la estatal Oficina Nacional de Información y Estadística (ONEI), y en todo el país se entregaron 16.065 viviendas en 2023— el cumplimiento del plan en 2024 no habría alcanzado para ni para cubrir el 1% de déficit habitacional de la capital.
Los dos huracanes que golpearon el oriente y el occidente de Cuba en menos de un mes, así como los dos sismos que sacudieron provincias orientales el 10 de noviembre, empeoran el problema de la vivienda, que el Gobierno ha sido incapaz de solucionar en seis décadas.
Más problemas en La Habana
Según la rendición de cuentas de la gobernadora, citada por Granma, en la capital cubana es necesario "un seguimiento sistemático la marcha de los encadenamientos productivos, en pos de una mayor utilización de las capacidades instaladas, la contratación agrícola y la actualización de las estrategias de desarrollo municipal, potenciando la participación creciente de todos los actores de la economía territorial".
También estuvo "en la mira", de acuerdo con el medio estatal, "la identificación de personas en situación de vulnerabilidad", a partir de la labor de los trabajadores sociales, cuya cifra constituye la más baja del país".
Según la reseña de Granma sobre la rendición de cuenta, fue "tema de profundo análisis" la necesidad de "incrementar la prevención y el enfrentamiento, sobre todo de los precios abusivos y especulativos, y de las tipicidades delictivas que más afectan a la población".
El lenguaje eufemístico del órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC) intenta ocultar la pésima situación de la capital en todos los aspectos mencionados.
Hernández Pérez reconoció, además, que los principales planteamientos de los habaneros están relacionados con "el deterioro del fondo habitacional, el abasto de agua, la recogida de desechos sólidos, la reparación de viales, la falta de medicamentos y las dificultades del transporte".
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, reconoció otros problemas como "el trabajo con los cuadros y el completamiento de las plantillas, muy deprimidas en los últimos tiempos", y se refirió también a la recogida de basura, "actividad en la que han faltado organización y control".
Marrero Cruz, ciego y triunfalista ante el fracaso
Ante el rosario de calamidades que enfrenta los habaneros, y al resto de los cubanos, la solución de Marrero Cruz fue llamar a "seguir perfeccionando la implementación de las proyecciones de Gobierno a nivel territorial".
"No hay nada que se pueda lograr, que no sea junto al pueblo, con unidad, como siempre ha sido el sistema de trabajo del Partido y del Gobierno", reiterando el discurso de las autoridades, pese a que el mencionado sistema de trabajo no resuelve ninguno de los muchos problemas que agobian a los cubanos.