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Transporte

En su 'momento más complejo', los trenes cubanos transportaron a más pasajeros de los planificados

A pesar de que se ha encarecido el pasaje, el sistema ferroviario mueve a quienes no pueden pagar otros servicios de transporte, aún más caros y con menos capacidades.

La Habana
Un tren en la estación de La Coubre en La Habana.
Un tren en la estación de La Coubre en La Habana. Naturaleza Secreta/ Facebook

A pesar de las dificultades del transporte ferroviario en Cuba, el ministro del sector, Eduardo Rodríguez Dávila, informó que la empresa Rutas Nacionales trasladó en el primer semestre del año a 455.500 personas, 27.511 más de las planificadas, con un sobrecumplimiento del 106,5%, en medio del encarecimiento de otros servicios estatales que, además, mueven menor cantidad de pasajeros.

A pesar de que el sistema de transportación ferroviaria está "viviendo el momento más complejo en la disponibilidad de recursos", Rodríguez Dávila celebró que "en el primer semestre del año, los trenes nacionales transportaron unos 10.000 pasajeros más que en igual etapa del año anterior", aun cuando los vehículos vieron "limitados sus coches a solo 11, cuando estaban planificados para 12".

El ministro atribuyó estos resultados al "alto nivel de ocupación de los trenes, que llegó al 97% de toda su capacidad, cuando la planificación para este año era de 87% y fue de 85% en el 2022, con un comportamiento histórico que no superaba el 79%" y al hecho de que se "aprovecharon muy bien las capacidades disponibles".

"Una mejor gestión comercial permitió aprovechar las capacidades de transportación en cada tramo, en circunstancias en la que no pocos pasajeros viajan solo una parte de la travesía y quedan esas capacidades disponibles. Cada vez más los trenes nacionales atienden las necesidades de transportación de pasajeros que necesitan desplazarse entre provincias relativamente cercanas y no encuentran otro medio de transporte a los precios ofertados por los trenes nacionales", dijo Rodríguez Dávila

El ministro, no obstante, admitió que la situación de transportación de trenes pudiera ir a peor ("regresar la odisea", en sus propias palabras) "con la disminución de los coches y las locomotoras en funcionamiento; el deterioro de la infraestructura ferroviaria, particularmente de la vía, que obliga a disminuir significativamente las velocidades y alarga la duración de los viajes; las dificultades para garantizar una alimentación adecuada para pasajeros y tripulantes; los daños en los baños y en la higiene del tren provocados" que atribuyó a "la irresponsable actitud de algunos pasajeros".

También se refirió a los que "agreden a los trenes y ponen en peligro la vida de las personas que viajan en ellos, incluyendo la de niños", para quienes exigió "se aplique el máximo rigor de la ley".

El ministro admitió que otros factores afectan el normal funcionamiento del servicio de transportación ferroviario como "los bajos salarios de los más de 370 trabajadores de la empresa Rutas Nacionales" y el encarecimiento de los productos y servicios que esta empresa contrata a terceros para brindar el suyo.

Según Rodríguez Dávila, esto "ha afectado la estabilidad de sus trabajadores, entre los que más fidelidad han tenido siempre en el sistema ferroviario del país".

"La subvención aprobada este año por el Gobierno empieza a mejorar y puede contribuir a transformar esa realidad −ya la empresa no está en pérdidas desde de febrero−; pero el escenario de este primer semestre del año ha estado matizado por todas esas dificultades que bien pudieran conformar una odisea mayor para este servicio de transportación pública de pasajeros", dijo. 

El 67% de las vías férreas cubanas requiere algún tipo de mantenimiento, al igual que el 40% de las obras de infraestructura. En el país, además del pésimo estado de las vías, solo funcionan 12 de las 34 locomotoras de gran porte que son necesarias para la transportación de cargas y de pasajeros, admitieron en marzo último autoridades del Ministerio del Transporte.

Según cifras oficiales, en 2023 circularon en Cuba 2.458 trenes menos y decreció la cantidad de pasajeros transportados en comparación con 2022.

La gran esperanza para sacar al servicio ferroviario del desastre ha sido Rusia. En septiembre se supo de la reanudación del financiamiento de Moscú para la modernización de la infraestructura en medio de escollos. El proyecto, acordado con La Habana hace cinco años y suspendido varias veces, prevé la reparación de más de 1.000 kilómetros de vías.

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