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Transporte

¿Se resolvería el problema del transporte público en Cuba con más combustible?

Trabajadores del sector explican otras aristas de este problema, que empeora año tras año.

La Habana
Ómnibus dedicado al transporte público en un paradero de La Habana.
Ómnibus dedicado al transporte público en un paradero de La Habana. Diario de Cuba

La crisis del transporte público en Cuba va más allá de la escasez del combustible que afecta a todas las áreas de la economía. Los problemas en el sector se han acumulado durante décadas por la falta de importación de piezas, la sobreexplotación de los ómnibus, la reducción de los vehículos operativos y la desmotivación de los trabajadores.

Un exdirector de un paradero de ómnibus de la capital y otras fuentes del sector dieron su opinión sobre el agravamiento de la crisis del transporte público.

"La escasez del combustible es un factor importante, pero otras situaciones han hecho que el escenario se torne prácticamente insalvable. Piezas de repuesto para los ómnibus Youtong chinos no entran desde el año 2022, los paraderos en la capital no tienen buenas condiciones, tenemos escasez de recursos de toda índole para los ómnibus, pocos mecánicos en los paraderos, deficiente alimentación, y el combustible lo redujeron en un 50%. Este es entregado por el MINFAR (Ministerio de las Fuerzas Armadas)", dijo el exfuncionario del Ministerio del Transporte, que pidió mantenerse en el anonimato.

"A los choferes se les asigna una tarjeta para echar combustible a los ómnibus en cada terminal, pero el desabastecimiento ha llevado a tomar nuevas alternativas. Por ejemplo, conductores del Calvario llenan en la terminal del Cotorro; los del paradero de Playa, si no ha entrado el combustible, tienen que ir a Marianao; y así sucesivamente pasa en toda capital. Los camiones cisternas aparecen de forma irregular para surtir a los paraderos; no hay un calendario para ello. La frecuencia de salida de ómnibus está entre dos y tres horas, con alguna que otra salida extra, según el panorama de cada paradero", concluyo el exdirector.  

La agencia Xinhua público en 2023 que el Gobierno cubano había adquirido en dos décadas unos 10.700 ómnibus fabricados por la empresa China Youtong. Sin embargo, aclaró que desde 2019 no llegaba a la Isla ningún nuevo lote de vehículos chinos.

"Las salidas de mi ruta están malas por la falta de petróleo en el paradero; además, no hay aceite de motor y no tenemos piezas ni accesorios para los ómnibus. Siempre tenemos que inventar para sacar los carros a trabajar, muchas veces los arreglamos con nuestro propio salario", declaró un conductor de la línea P7 a DIARIO DE CUBA.

 "Nosotros también somos víctimas de esta situación, no solo los pasajeros. No tenemos alimentación, cuando hay es de mala calidad. Todo esto hace que haya desmotivación laboral", concluyó la fuente.

El paradero del Calvario lleva meses con un solo mecánico de ómnibus, que no tiene las herramientas necesarias para trabajar, ni piezas para realizar los arreglos.

En los últimos años el costo del transporte público en ómnibus aumentó desde los 40 centavos hasta los dos pesos, y el salario a los choferes subió desde los 2.600 hasta los 4.000 pesos. Los conductores reciben además bonos por buenos resultados o salidas extra, que rondan los 1.000 pesos, pero siguen siendo cantidades irrisorias en un país en el que un cartón de huevos supera los 3.000 pesos.

La situación afecta a todos: choferes, mecánicos e incluso directivos, pero la peor parte se la llevan los pasajeros.

"Estoy saliendo para el trabajo a las 6:00am (antes salía a las 8:00am). Me paso de dos a tres horas esperando un ómnibus, ya que muy pocas veces me puedo pagar un taxi para ir a trabajar", comento una doctora del Hospital Julio Trigo.

Uno de los problemas que está afectando la disponibilidad de transporte es el déficit de mecánicos capacitados. Con frecuencia los propios choferes realizan los arreglos.

El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, informó en agosto que durante el primer semestre de 2024 el transporte público en Cuba movió a casi 49 millones de pasajeros menos que un igual periodo del año anterior. "Con estos resultados se estima cerrar el año con alrededor de 930 millones de pasajeros transportados, menos de la mitad de lo alcanzado en los años previos a la COVID-19", dijo el funcionario.

"La evolución de la transportación de pasajeros desde 2017 hasta la fecha muestra resultados decrecientes, a consecuencia fundamentalmente las limitaciones con el combustible y la disminución de la disponibilidad técnica por la no adquisición oportuna de las partes, piezas y agregados, incluyendo neumáticos y baterías, lo que ha provocado el deterioro progresivo de los medios que se encuentran en explotación", admitió el ministro.

"Ya todo es una tragedia en el sector", opinó un conductor de la ruta P6, del paradero del Calvario, quien lleva 12 años trabajando como chofer de ómnibus.

"No recibimos ropa o calzado desde hace mucho tiempo, no funcionan las cafeterías dentro de los paraderos y los almuerzos llegan en mal estado e irregularmente. Simplemente, es triste".

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