En medio de la odisea de la transportación en las provincias cubanas, más de 700 pasajeros que solían viajar en el tren Los Arabos-Matanzas semanalmente se han quedado sin esta opción tras el descarrilamiento sufrido en septiembre en la Línea Central y la incapacidad de la Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) de proveer otros coches que asuman la ruta.
El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, informó en su página en Facebook sobre las consecuencias del accidente ferroviario ocurrido durante la madrugada del 27 de septiembre con la locomotora 38209 en el kilómetro 149,2 de la Línea Central. Ese día el vehículo sufrió un descarrilamiento de tres coches de pasajeros y afectaciones a dos de ellos. Los daños se concentraron en los asientos, ventanillas y en alguna medida el piso.
"La UFC ha tenido que cancelar la circulación de este tren local que cubría la ruta Los Arabos-Matanzas al no disponer de más coches. Este servicio había comenzado en octubre de 2023 y circulaba tres días a la semana (lunes, miércoles y viernes) con una capacidad de 240 pasajeros sentados. En su travesía por la provincia de Matanzas tenía ocho paradas con una duración aproximada del viaje de dos horas", dijo Rodríguez Dávila.
Según el ministro, "las maniobras para restablecer las afectaciones tras el accidente fueron muy complejas".
"En un principio se logró encarrilar la locomotora, un coche y la conductora; los otros dos coches se retiraron de la vía para garantizar el paso de los trenes. Posteriormente, con grúas, equipos especializados y brigadas de vías y del tren de auxilio se logró evacuar los dos coches que habían sido retirados de la vía férrea", detalló.
"En la actualidad los tres coches de pasajeros se encuentran en la estación ferroviaria de Quintana y serán trasladados hasta el Taller de Unión de Reyes, donde serán sometidos a un proceso de reparación para corregir los daños y mejorar su confort. Los trabajos serán ejecutados en el menor tiempo posible para disminuir las afectaciones a nuestra población por la suspensión de este tren", añadió.
"Preservar y recuperar nuestros coches, al igual que las locomotoras, es imprescindible para poder continuar ofreciendo el servicio que tanto necesita nuestra población", dijo Rodríguez Dávila, pero admitió que no cuentan con piezas de repuesto y otros insumos necesarios, razón por la que "ha venido disminuyendo la disponibilidad técnica de estos medios vitales para el funcionamiento del ferrocarril".
El 67% de las vías férreas cubanas requiere algún tipo de mantenimiento, al igual que el 40% de las obras de infraestructura. En el país, además del pésimo estado de las vías, solo funcionan 12 de las 34 locomotoras de gran porte que son necesarias para la transportación de cargas y de pasajeros, admitieron en marzo último autoridades del Ministerio del Transporte.
Según cifras oficiales, en 2023 circularon en Cuba 2.458 trenes menos y decreció la cantidad de pasajeros transportados en comparación con 2022.
La gran esperanza para sacar al servicio ferroviario del desastre ha sido Rusia. En septiembre se supo de la reanudación del financiamiento de Moscú para la modernización de la infraestructura en medio de escollos. El proyecto, acordado con La Habana hace cinco años y suspendido varias veces, prevé la reparación de más de 1.000 kilómetros de vías.
En octubre de 2019, la filial de la empresa rusa, RZD International, y la Unión de Ferrocarriles de Cuba, firmaron un contrato para restaurar y modernizar la red ferroviaria de la Isla. El monto del contrato en ese momento era de 2.314 millones de dólares, diseñado para su ejecución en diez años y completamente financiado por Moscú.
Pero en 2020 el director general adjunto de RZD, Serguéi Pávlov, dijo a Sputnik News: "Lamentablemente, hemos tenido que suspender nuestro proyecto de modernización integral de la infraestructura ferroviaria cubana debido a las dificultades económicas y las restricciones de cuarentena en la Isla, pero esperamos reanudar las obras después que la situación se haya estabilizado", declaró Pávlov al diario Gudok.
Como parte de los acuerdos bilaterales en temas ferroviarios, en diciembre de 2020 arribaron a la Isla siete locomotoras fabricadas por la empresa rusa Sinara Transport Machines (CTM). Antes, esa entidad envió de manera gradual a Cuba unas 53 máquinas, y hasta finales de 2021 debían llegar unas 15 más para concluir el acuerdo alcanzado. Sin embargo, en abril de 2022, según la prensa oficial cubana, apenas cuatro de las seis locomotoras para trenes de pasajeros de Cuba estaban en funcionamiento.
