Con cinco unidades de generación eléctrica averiadas y dos en mantenimiento amanecieron el lunes 14 de octubre los habitantes de Cuba, después que tres plantas térmicas se detuvieran el domingo debido a roturas. Por esa razón, durante la jornada más del 40% del país estará en apagón.
De acuerdo con el parte oficial de la estatal Unión Eléctrica (UNE), en las últimas horas se sumaron a la lista de centrales termoeléctrica averiadas las unidades 3 de Santa Cruz del Norte y Renté, así como la unidad 4 de la Termoeléctrica de Cienfuegos.
A estas se suman la unidad 5 de la Termoeléctrica Diez de Octubre, de Nuevitas y la 2 de Felton, más la 2 de Santa Cruz del Norte y la 5 de Renté, estas dos últimas en mantenimiento desde hace varios días.
Debido a lo anterior, son siete las plantas sin funcionar de las 20 unidades de producción de energía eléctrica de Cuba, repartidas en siete centrales térmicas.
El déficit máximo del domingo fue de 1.346MW, mientras que el pronosticado para el lunes podría alcanzar los 1.370MW, según la UNE. Esta cifra, superior al 40% del consumo nacional.
A la situación con las termoeléctricas se suman 37 centrales de generación distribuida (grupos electrógenos) fuera de servicio por carecer de diésel, aparte de las patanas rentadas a la empresa turca Karadeniz Holding que están fondeadas en Mariel y Santiago de Cuba. Estas no tienen fuel oil para arrancar sus motores. Lo anterior, pese a que las autoridades aseguraron en 2019, cuando llegaron a la Isla los primeros de esos equipos, que estos permitirían aliviar el déficit.
Entre la generación distribuida y las patanas suman un déficit de generación de 402MW, que sumado a los 366MW de las termoeléctricas sin funcionar, suponen 768MW dejados de entregar al sistema eléctrico de la Isla.
Desde el 26 de septiembre, cuando la UNE reportó un déficit de capacidad de generación de 922MW, los cubanos sufren apagones de más de 1.000MW. Ello equivale a 18 días seguidos en que las autoridades no han sido capaces de satisfacer la demanda nacional ni siquiera durante la madrugada, el horario de menor consumo.
Lo anterior equivale a que más del 30% de la Isla ha estado en apagón en los momentos de mayor déficit. Esa realidad echa por tierra cualquier promesa de mejoría económica, por no mencionar el impacto que ello tiene en la calidad de vida de los habitantes del país.
