Al concluir los cinco primeros meses del año, solo se han construido en Cuba 3.579 viviendas, lo que representa el 0,8% de las necesarias para eliminar el déficit habitacional, que constituye uno de los problemas que más han golpean a los cubanos y que el Gobierno no ha sido capaz de solucionar en décadas.
El desalentador dato transcendió este martes, durante la reunión mensual con los gobernadores e intendentes del país, encabezada por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, de acuerdo con el diario oficial Juventud Rebelde.
La directora general de la Vivienda, Dilaila Díaz Fernández, apuntó que se mantienen "ritmos ínfimos de ejecución, afectando los diferentes indicadores", según la citó el medio estatal.
"Como regla general se incrementan los tiempos proyectados para detener el deterioro y resolver el déficit, esto es muestra de la falta de atención de los territorios a lo orientado", criticó la funcionaria.
La Habana, Camagüey, Mayabeque, Santiago de Cuba y el municipio especial de Isla de la Juventud son los territorios con mayor incidencia en las pésimas cifras reportadas, de acuerdo con Díaz Fernández, quien informó además que los niveles de producción de materiales de construcción son insuficientes, "pues representan menos del 0,5% de la necesidad en todos los renglones", citó Juventud Rebelde.
En una repetición del discurso que emplea ante los reportes que reflejan el agravamiento de problema de la vivienda y los incumplimientos de los planes gubernamentales, Marrero Cruz llamó a recurrir a la producción local de materiales.
"En el tema de la vivienda, es una limitación objetiva que no hay cemento ni acero, y en un corto plazo no va a existir un cambio sustancial en la producción de estos elementos. Entonces, ¿qué podemos hacer como Gobierno, que tenemos la responsabilidad ante el pueblo, para que un programa tan importante como este no se detenga? Hacer cosas diferentes a partir de la producción local de materiales", afirmó el primer ministro, pese a que para la construcción de hoteles al Gobierno cubano no le faltan ni el cemento ni el acero.
Añadió que, "en la medida en que se desarrollen la producción de materiales de la construcción y la fabricación de hornos, y se busquen más yacimientos de arcilla, se contribuirá a la sostenibilidad del programa de la vivienda", de acuerdo con Juventud Rebelde.
"Los recursos más seguros que vamos a tener son los que seamos capaces de producir", sostuvo Marrero Cruz.
En la reunión también se analizó la producción de arroz en Cuba y, en específico, un denominado movimiento de arroz popular. Según el ministro de Agricultura, Ydael Brito, "el objetivo es aumentar todas las áreas arroceras a pequeña y mediana escalas, entregar semilla de calidad, producir el arroz que demanda el autoabastecimiento de productores, bases productivas y empresas, e incrementar las ventas del cereal en mercados estatales, ferias agropecuarias y consejos populares para sustituir gradualmente su importación".
El viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca dijo que las autoridades tienen identificado en cada municipio "un número importante de áreas donde se puede sembrar arroz popular, y con el tema de autoconsumo, todas las empresas deben tener áreas, unido a aquellas que podemos asignar en los territorios. Eso es estratégico", afirmó.
Tapia Fonseca añadió que hay más arroz sembrado y que se produce, pero no todo está contratado.
"Por otra parte, tenemos que estudiar el programa de la cosecha y la compra de ese arroz, porque no llega a los destinos priorizados. Eso tienen que controlarlo los Gobiernos en los municipios y provincias. Otro elemento que tenemos que evaluar es los incentivos para comprar ese arroz", subrayó.
A finales de 2022, campesinos cubanos se quejaron de que producir arroz les generaba pérdidas en vez de ganancias, en contraste con la promesa del propio Tapia Fonseca de que obtendrían grandes beneficios.
En mayo pasado, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, admitió que el país depende totalmente de importaciones, incluso para garantizar la ínfima cantidad de alimentos que el Gobierno vende a los cubanos a través de la libreta. Reconoció que hasta los territorios "netamente arroceros" dependen del producto importado para abastecerse.
En 2023, la producción de arroz en Cuba fue de apenas 27.900 toneladas, según cifras oficiales de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). Ello refleja un desplome del 90% en una década.
La agenda de la reunión de los gobernadores y los intendentes con Marrero Cruz también la atención a las quejas que los cubanos plantean a sus delegados por diferentes vías, que no son las reuniones de rendición de cuentas. Estas no se han realizado desde que esos delegados resultaron "electos" en noviembre de 2022. Tras haberlas postergado dos veces, el Gobierno las convocó para el periodo comprendido entre el 20 de septiembre y el 15 de noviembre próximos, un año después de la fecha en que debieron celebrarse.
Marrero Cruz llamó a gobernadores e intendentes a intercambiar sistemáticamente con el pueblo, aunque no tengan soluciones para sus problemas y solo puedan ofrecer justificaciones, que es la nueva estrategia del Gobierno cubano y constituye un reconocimiento tácito de su propia ineficacia.
"La vida nos ha demostrado que cuando hay un intercambio sistemático con el pueblo, cuando se explican las cosas, aun sin tener las soluciones, la gente razona y comprende, aunque tengan insatisfacciones", afirmó.
El primer ministro aseguró que es importante que la población vea "que la estamos acompañando desde el barrio" y destacó algo que, según el medio estatal, siempre "ha caracterizado" al Gobierno de Cuba: "la verdad por delante, la sencillez, la insatisfacción que tenemos ante los problemas que todavía están pendientes".
El problema de ellos no es resolver la vivienda, ni el arroz y el resto de los alimentos, tampoco resolver la crisis energética y de combustibles , ni la ruina del sistema de salud, el de educación, el transporte, en resumen todo, porque nada funciona. Lo importante para ellos es seguir dando muela a los pocos crédulos que les quedan. Ya no se ocultan mucho para admitir que no son capaces de resolver nada y que cada cual se salve como pueda.