Miguel Díaz-Canel afirmó este martes que los cubanos emplean más del 70% de su dinero en comida. Aunque la cifra se queda corta —teniendo en cuenta que el salario mínimo (2.100 pesos) no alcanza para comprar un cartón de huevos (2.500 pesos)—, la declaración es un leve reconocimiento de la severa escasez de alimentos que golpea a la población en Cuba.
En realidad, en Cuba hay personas —fundamentalmente ancianos— que ni empleando todo el dinero que tienen pueden comer ni dos veces al día.
"Actualmente más del 70% de los gastos de una familia cubana son para adquirir comida", citó la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN) la intervención del gobernante en la reunión de trabajo anual de la Industria Alimentaria, que constituyó un inventario de los incumplimientos del sector en 2023.
Según el nuevo ministro del ramo, Alberto López Díaz, en la canasta familiar normada de los cubanos "se afectaron" las entregas de productos como la carne de res deshuesada, las carnes en conservas, el pollo, el café, la leche en polvo y el yogurt de soya. El Gobierno se ha visto obligado incluso a pedir auxilio a las Naciones Unidas para garantizar la leche a los niños menores de siete años.
El ministro admitió que el desabastecimiento de esos productos se debió a las deudas del Estado cubano con los productores. A ello sumó el bajo aprovechamiento de las materias primas propias y "la lentitud en la aplicación de los resultados de investigaciones científicas que proponen producciones alternativas y el empleo de harinas nacionales".
En el periodo también se incumplió el programa de desarrollo acuícola —que contempla la acuicultura de agua dulce y el camarón del cultivo, según acotó ACN—, como consecuencia del déficit de combustible y la falta de financiamiento, de acuerdo con López Díaz. También hubo violaciones de los requisitos de inocuidad de bebidas y alimentos
Ante aguda falta de comida, que obliga a los cubanos sin familiares en el exterior a emplear todo su dinero en tratar de alimentarse y a muchos incluso a mendigar, el Gobierno reiteró las propuestas de soluciones que no han dado resultados palpables hasta la fecha.
Díaz-Canel propuso "aumentar las ofertas no solo para disminuir los altos precios", sin decir cómo, y "aprovechar las exportaciones como una fuente de captación de divisas que permitan invertir en las producciones nacionales, así como emplear las energías renovables, el enfoque de reciclaje y la economía circular en un área que cada vez más requiere de cero desperdicios", según lo citó ACN.
El primer ministro Manuel Marrero Cruz dijo que "las alianzas entre la empresa estatal socialista y las formas de gestión no estatal deben traducirse en el intercambio de capacidades productivas para que la demanda de alimentos del pueblo se corresponda con la variedad de ofertas". No explicó cómo se logrará eso.
Añadió que "ante el tenso escenario económico que vive Cuba es preciso transformar el trabajo con los cuadros e incorporar a los jóvenes que traen ideas novedosas en beneficio del sector".
En la misma línea López Díaz propuso "la total explotación de los criaderos de peces del país, los encadenamientos productivos con otras entidades estatales y con formas de gestión no estatal". También llamó a echar mano a "proyectos de colaboración e inversión extranjera" para "desarrollar sistemas de cultivo con recirculación de agua e introducir especies de alto valor comercial en el área pesquera".
La intervención del López Díaz incluyó el anuncio de lo que podría ser una reducción de plantillas en el ministerio que encabeza. Según él, se revisarán y actualizarán todas las plantillas de sus unidades presupuestadas y "se perfeccionarán aquellas que verdaderamente generen ingresos al país".
Pese al déficit de alimentos que agobia a la población, el titular de la Industria Alimentaria dijo que en 2024 se prevé la exportación de productos no tradicionales cubanos que no precisó a países como Rusia, China, España, Namibia y Mozambique.
Aunque la crisis en Cuba empeoró hace tres años, a estas alturas la prensa oficial necesita que la población emplee tiempo en responder una encuesta para saber qué es lo que más afecta la economía del país.
El medio local estatal de Sancti Spíritus, Escambray, pidió a los lectores responder cuáles de "las actuales distorsiones que afectan la economía cubana" son "más perjudiciales", al final de una nota sobre la reunión de la Industria Alimentaria.
Las opciones a marcar con una cruz son: Errores en el diseño de la Tarea Ordenamiento; desequilibrios macroeconómicos; aumento del déficit presupuestario; desbalance entre la esfera productiva y la no productiva; errores en la política de precios; devaluación del peso cubano y pérdida de la capacidad de compra del salario; otras.
Ninguna de las opciones incluye los subsidios ni la cada vez más escuálida libreta de racionamiento, a cuya eliminación apuntó Marrero en diciembre, al anunciar el paquetazo económico que comenzó a implementarse a inicios de marzo.
Los cubanos no tienen la posibilidad de marcar como perjudicial para la economía la ineptitud de los dirigentes ni el modelo económico fallido impuesto en la Isla.
Marrero dice "para que la demanda de alimentos del pueblo se corresponda con la variedad de ofertas". Claro que la correspondencia es en los dos sentidos, pero por esta frase parece que la que debe adaptarse, según Marrero, es la demanda y no la oferta.
Es decir, para Marrero, la solución es que el gobierno se busque otro pueblo.
El mayor problema de la señora de espaldas en la foto no es alimentarse sino encontrar un pantalón que le sirva