Menos cubanos y más envejecidos, es el resumen del comportamiento demográfico en la Isla durante 2023, año en el que se registraron alrededor de 90.300 nacimientos, la cifra más baja de las últimas seis décadas.
"Ante este escenario, la comprensión, atención y control de la situación demográfica requiere de un cambio de mentalidad", dijo el primer ministro cubano, Manuel Marrero, al encabezar, en el Palacio de la Revolución, la más reciente reunión de la comisión gubernamental que atiende estos asuntos. Pero ese supuesto "cambio de mentalidad" se sigue quedando en la retórica, sin traducirse en acciones concretas que favorezcan la natalidad y mejoren las condiciones de vida tanto de las madres y sus niños pequeños, como del creciente número de ancianos que padecen las penurias y el abandono del Gobierno.
"Hablamos de proyecciones de Gobierno para corregir distorsiones, y aquí hay muchas distorsiones, y reimpulsar la economía en esta materia es cumplir todo lo que nos hemos propuesto, porque todo esto impacta directamente en la población", subrayó el premier sin hacer referencia a que esas nuevas medidas dejan de lado a importantes grupos vulnerables, como las madres con tres o más hijos y los ancianos. Aunque le Gobierno defiende que "nadie quedará desamparado", los desprotegidos son cada vez más.
En cuanto a la promesa gubernamental de proporcionar soluciones habitacionales a cubanas con tres o más hijos, de las 2.257 acciones constructivas planificadas con ese propósito en 2023 se completaron solo 1.192, para un 53%.
Hasta el cierre de 2023, en Cuba había más de 62.600 madres con tres o más hijos, según una nota del medio oficial Granma dedicada a resaltar que a más de 4.222 de ellas se les logró facilitar empleo. Esa cifra indica que las acciones implementadas durante el año no ofrecieron solución ni al 2% de esas madres.
Hace pocos días, Granma romantizaba la historia de una madre santaclareña de tres niños. "Yo quiero mi casa de cemento P-350 y bloques de hormigón, que es lo que está probado", pidió a las autoridades municipales Teresa Morales y recibió ladrillos de barro, bloques elaborados a base de cal, y morteros finos y gruesos. Era eso o nada, esgrimieron los decisores y, argumentaron la paralización de las fábricas de cemento del país, la carencia del acero necesario y la falta de combustible para echar a andar las plantas productoras de materiales de la construcción, como razones que justifican los incumplimientos reiterados en el programa de construcción de viviendas en el país.
Al exponer los datos de los principales indicadores de la Encuesta Nacional de Fecundidad 2022, María del Carmen Franco Suárez, subdirectora del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), dio a conocer que la fecundidad acumulada se ubica actualmente en un promedio de 1,14 hijos por mujer de 15 a 54 años; y de 0,79 hijos por hombre.
La decisión de tener hijos en Cuba es postergada cada vez más, por una crisis económica enquistada que imposibilita a las familias no solo progresar sino también satisfacer las más mínimas necesidades de vestir, calzar y alimentar adecuadamente a sus miembros. Además, las capacidades y condiciones en los círculos infantiles son cada vez más limitadas, aunque la viceministra primera de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo, en la reunión de la comisión gubernamental encargada de los temas demográficos, volvió a prometer un incremento en dichas capacidades.
En cuanto al acelerado envejecimiento poblacional, Granadillo precisó que el Plan 2024 se concentra, entre otras acciones, en aquellas vinculadas al funcionamiento de las Casas de Abuelos y Hogares de Ancianos.
Los jubilados en Cuba son cada día más vulnerables, las pensiones garantizan cada vez menos la satisfacción de sus necesidades básicas. Muchos, los que tienen capacidad, se han visto obligados a reinsertarse laboralmente. La situación más crítica la tienen aquellos que no pueden trabajar, no tienen familiares en el exterior que los ayuden ni allegados en la Isla que puedan ocuparse de ellos.
La independencia económica de los adultos mayores en Cuba y las exiguas ayudas del Estado cubano a los más vulnerables se esfumaron tras el "ordenamiento monetario". Este grupo poblacional se ha visto sumido en la miseria, mientras se agrava su situación con la inflación que padece la Isla. En febrero de 2022, Cuba tenía alrededor de 1.600.000 jubilados y, de ellos, más de la mitad cobraba el mínimo de esas pensiones.
Marrero pide un cambio de mentalidad para enfrentar la baja natalidad en Cuba. O sea, sin pan, con apagones, sin leche, medicamentos, sin agua, viviendas, etc las parejas ¿deben tener más hijos? Que renuncien al cargo él, su carnal Díaz-Canel S y todos los que están al mando, que se hagan cambios sustantivos de régimen hacia una sociedad abierta y democrática, y verán como aumenta la natalidad.
¿Será que no hay preservativos en las farmacias?