El Gobierno cubano entregó 16.065 viviendas en 2023, para un cumplimiento del 65% del plan. Pero para muchos de los "afortunados" que recibieron sus casas comenzaron otros problemas, debido a la baja calidad de las construcciones.
Así lo reconoció Miguel Díaz-Canel en el balance anual del Ministerio de la Construcción (MICONS). Según el sitio de la Presidencia de Cuba, el gobernante admitió que "muchas veces se viola" lo requerido para la calidad de las viviendas, y "lo que se hace es generarles más problemas a las familias que van a vivir sus nuevas casas".
Lo más desalentador del panorama de la vivienda, uno de los que más golpea a los cubanos, es que el déficit habitacional sobrepasa las 856.500 casas, de acuerdo con el reporte de la reunión publicado por la emisora estatal CMHW.
Eso significa que, incluso si excepcionalmente el Gobierno hubiera cumplido su propio plan en 2023, este hubiera cubierto poco más del 3% de la necesidad que existe en el país, en aumento debido al grado de deterioro que acumulan las viviendas y a la falta de recursos de los cubanos para hacerle frente.
En cuanto a la promesa gubernamental de proporcionar soluciones habitacionales a cubanas con tres o más hijos, de las 2.257 acciones constructivas planificadas con ese propósito en 2023 se completaron solo 1.192, para un 53%.
Hasta el cierre de 2023, en Cuba había más de 62.600 madres con tres o más hijos, según una nota del medio oficial Granma dedicada a resaltar que a más de 4.222 de ellas se les logró facilitar empleo.
Esa cifra indica que las acciones constructivas culminadas durante el año no ofrecieron solución ni al 2% de esas madres.
Según el sitio de la Presidencia, en la reunión sobre los resultados del MICONS en 2023, se informó que la actividad de las entidades constructivas creció con respecto a 2022. No obstante, el Gobierno admitió que las 16.065 viviendas entregadas son aproximadamente 4.177 menos que las inauguradas un año antes.
Entre las principales causas de los incumplimientos en los diferentes ramos del proceso inversionista, se enumeraron las limitaciones con el cemento, el acero, el plástico reciclable y la madera, entre otros recursos.
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, habló de la necesidad de recurrir a "las amplias reservas de arcilla que hay en muchos lugares, pero que no se explotan para la producción de ladrillos, lozas de piso ni para hacer cubiertas rígidas, como las bóvedas".
Reconoció que uno de los problemas más frecuentes en las viviendas de los cubanos son las filtraciones en los techos. "Todo el mundo quiere que le den mantas, que son importadas, mientras que en las localidades hay barro para hacer rasillas, una solución de impermeabilización si se colocan de forma adecuada, con los desniveles que lleva, entre otras normas técnicas que se conocen y de las que hay una tradición centenaria", sostuvo.
"Los recursos seguirán escaseando; dispondremos de los que seamos capaces de producir nosotros mismos", recalcó Marrero Cruz, quien insistió en "lo imperioso de seguir desarrollando materiales de la construcción a nivel local".
El Gobierno cubano exhorta al empleo de materiales alternativos en la construcción de viviendas para la población, mientras emplea recursos de alta calidad en los hoteles que no deja de edificar, pese a la baja tasa de ocupación.
Pese a que el MICONS incumple año tras año el plan de entrega de viviendas a los cubanos, Díaz-Canel dijo que había que exigir a las entidades adscritas al Ministerio "que piensen y trabajen para generar exportaciones, tanto de bienes como de servicios".
"Y hay que exportar sin esperar a que lleguen propuestas; hay que salir a conseguir contratos, tanto en el área de América Latina y el Caribe, África como en otras regiones, donde hay un movimiento inversionista grande y Cuba dispone de una capacidad técnica de la que muchos carecen", dijo.
