El domingo 22 de octubre, el fracaso de las políticas sociales de la Revolución cubana quedó retratado en imágenes difundidas en las redes sociales: un grupo de mujeres protestaba con sus hijos en la calle por falta de agua y de comida en el municipio Maisí, de Guantánamo.
No es casual que la joven que publicó los videos en Facebook, Yadiuska Domínguez, haya sido citada dos veces por la Policía, después del hecho, y amenazada con la cárcel. En una entrevista con el medio estadounidense Martí Noticias, Domínguez describió en más detalles la situación que llevó a esas mujeres a exigir agua y comida a gritos, y que las autoridades no le perdonan haber revelado.
Las condiciones de vida de los residentes de La Favela, comunidad de Maisí que fue escenario de la protesta, desnudan el hundimiento de los programas Alimentario, Azucarero, de Salud y de Transporte.
A La Favela no llegan ni los escasos productos que distribuye el régimen cubano a través de la libreta de racionamiento.
"Aquí no nos traen nada. Aquí ni jabón a la bodega está llegando. No nos traen frijoles a la bodega. Nosotros no tenemos derecho a la carne que traen por la canasta básica. No tenemos derecho a huevos, no tenemos derecho a aceite... Vivimos a base del plátano que sembramos, y de lo poco que podemos criar", detalló Domínguez.
"Lo que se está viviendo en Maisí, con el hambre que estamos pasando, es tremendo", enfatizó.
La mayoría de los residentes en La Favela trabaja en la cosecha del café, un producto del que Cuba estuvo entre los principales exportadores a nivel mundial y cuyo consumo se ha vuelto un lujo para la población.
Los cubanos llevan meses sin recibir el café de distribución normada a través de la libreta de racionamiento. La opción que queda es adquirirlo en las tiendas en MLC, en las que el Estado lo vende a precios impagables para la mayoría.
Pero a quienes lo recogen en Maisí, el Estado les paga 100 pesos la lata, lo que equivale a menos de un dólar según la tasa de cambio oficial de 1 dólar X 120 pesos. En el mercado informal, esa suma equivale a poco menos de cincuenta centavos de dólar.
Justo después de las protestas llegó un camión de una MIPYME a vender pollo en la comunidad y muchos residentes no pudieron comprar porque no les alcanzaba el dinero.
Los habitantes de La Favela no reciben a través de la libreta ni azúcar para endulzar el café y tienen que recurrir al jarabe que se vende en la farmacia, cuando hay, en un país que fue el principal exportador de ese producto a nivel mundial.
El acceso a la atención médica y a los medicamentos también es difícil para los pobladores de La Favela, pese a que en la comunidad viven muchos niños y personas mayores enfermas. El hospital más cercano está en el municipio Baracoa, pero la ambulancia estatal no tiene combustible. Si hay que trasladar a un enfermo crónico la familia debe tener dinero para pagar un transporte privado.
Las condiciones de vida de los residentes de La Favela, denunciadas por Domínguez y detonadoras de la protesta, evidencian además el hundimiento del Plan Turquino, fundado por el Consejo de Estado en 1987.
Su propósito era lograr un desarrollo integral y sostenible de las zonas montañosas y de difícil acceso del país, "conjugando armónicamente los requerimientos productivos con el desarrollo social, la conservación de la naturaleza, y el fortalecimiento de la defensa del país, e integrando en sus acciones a los organismos e instituciones involucrados en ese proceso", según describe el sitio oficialista Ecured.
A los problemas que enfrentan los residentes de La Favela con el abasto de agua, la falta de comida y de transporte, y la lejanía de las farmacias y los centros de salud, se suma que muchas familias cocinan con leña, en el siglo XXI.
En La Favela, explicó Yadiuska Domínguez, hay pocos equipos electrodomésticos. Allí no llegaron los artículos que distribuyó el régimen hace más de 15 años durante la publicitada Revolución Energética.
El hostigamiento posterior por parte de la Policía que han sufrido las principales protagonistas de la protesta, principalmente Domínguez —amenazada con ser encarcelada y separada de sus tres hijos, e impedida de salir de Maisí— contradice el discurso oficial de las autoridades.
El Gobierno aprobó en 2019 el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres que "resume el sentir y la voluntad política del Estado Cubano y constituye la piedra angular en el desarrollo de políticas a favor de las mujeres (…)", según el Decreto Presidencial mediante el cual fue divulgado.
El Gobierno no solo no ha mejorado las condiciones de vida de esas cubanas, sino que respondió a sus reclamos con represión.
El Castrofascismo se hundió desde 1968, del siglo pasado, a partir de ahí la actividad estatal y social se dirigió a los caprichos, y las aventuras del Megalómano en Jefe, "Condón" de la Habana, la Zafra de los 10 millones, las guerrillas, en toda Latinoamérica, las guerras africanas, Siria y las guerrillas árabes, La central atómica de Juraguá, todo apoyado económicamente por la ex-Unión Soviética y sus satélites hasta su desaparición, luego Castro I, hizo mutis por el foro enfermó y transitó por su mundo infame de dictador derrotado, escribiendo pendejadas incoherentes en el Granma hasta que murió, desde entonces su heredero ha estado dando bandazos, y haciendo malabares para mantenerse en el poder. esa protesta de las mujeres en Maisi son nada más que un pequeño episodio, muy parecido a esos novelónes de estilo mexicano de Telemundo, de nunca acabar, donde la idiotez hace fortuna y los cortes comerciales, y publicitarios, son los inventos de Canel para distraer al pueblo.
No creo qué estas protestas en Maisi hayan revelado el fracaso social del régimen desde la UMAP, luego vino “el Mariel” declarando el descalabro de la involucion, sacaban enfermos mentales de Mazorra, asesinos de las cárceles, homosexuales que no les hacían daño a nadie, y los deportaban a todos, aquellos mítines organizados por la Dictadura contra “los que se iban”, las pálizas en pleno Aeropuerto, la pobredumbre social que “tomó” la Enbajada del Peru (toma organizada por la Dictadura), en los 90’s el asesinato de mujeres y niños a bordo del transbordador de la Bahía, el estallido social del malecón; la Involucion cubana hace muchos años se acabó en un rotundo fracaso, FC lo admitió, pero Gramma nunca lo publicó.