A nueve meses del paso del huracán Ian por el occidente de Cuba, donde provocó severas afectaciones en las viviendas y la agricultura, residentes en Pinar del Río lamentan que "todo sigue igual" pese a las promesas de ayuda a los damnificados, algunos de ellos con parches en sus viviendas y campesinos privados de poner a producir la tierra ante la falta de recursos.
El campesino Esteban Ajete Abascal acaba de visitar el municipio de Guane y dice a Martí Noticias que allí nada ha cambiado.
"Ayer (el martes) casualmente llegué de Guane, y las condiciones allí están iguales. Se le han entregado algunas tejas de techos para algunas viviendas, pero la mayoría, hoy por hoy, tienen mantas en los techos, siguen sin el abasto de agua, siguen sin las condiciones adecuadas para que las personas puedan vivir correctamente en una vivienda", señala el líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba.
En Pinar del Río, las mayores afectaciones que dejó el meteoro se registraron en la cabecera provincial y los municipios de San Juan y Martínez y San Luis. En estos territorios hubo daños en más de 100.000 casas, según informó el director provincial de la vivienda en el territorio, Andrés Martín Carmona.
También provocó afectaciones en 21.259 hectáreas cultivadas en las provincias de Pinar del Río, Artemisa y Mayabeque, principalmente en plantaciones de ciclo corto, de plátano y yuca. También resultaron seriamente dañados los planes porcinos y granjas avícolas, admitió el viceministro de Agricultura, Maury Hechavarría Bermúdez.
Yamilka Abascal, madre de tres niños y también damnificada en la ciudad de Pinar del Río, cuenta sobre la situación que atraviesan los residentes nueve meses después, cuando se acerca otra temporada ciclónica.
"Las escuelas no han sido reparadas totalmente, no se han cumplido esas promesas que ellos le hicieron al pueblo. Todavía existen personas que no tienen techo, que sus casas fueron totalmente destruidas", dice Abascal.
Según José Rolando Cásares, en el reparto Hermanos Barcón, en la cabecera provincial, todavía muchas personas están en espera de materiales.
"Todavía hay personas que lo que tienen son lonas (sobre los techos) y las promesas que hizo Díaz-Canel no se han cumplido", señala el activista.
"San Juan y Martínez fue el municipio que más daño sufrió, y todo sigue igual", señala por su parte el tabacalero de la cooperativa Hermanos Saiz, Osmani Poveda Hernández.
"Desde que pasó el ciclón por aquí, todo está igual. La mayoría de los campesinos están molestos porque se están mojando. Aquí la situación está caótica todavía. Han sido los campesinos que tienen familia en el exterior, los que han podido sembrar las tierras. Los demás no han podido", dice el tabacalero.
Pinar del Río produce el 65% del tabaco en el país. Más de 20 toneladas del producto de la campaña tabacalera del 2022 almacenadas en casas de secado se mojaron, y se perdieron por Ian, mientras la falta de recursos para reparar sus casas agobia a los campesinos en San Juan y Martínez, donde se produce el mejor tabaco en Cuba, además de la falta de insumos y combustible para la actual zafra.
En la capital provincial han ocurrido hasta desalojos de personas que ocuparon terrenos ilegales para reconstruir por sus propios medios lo que perdieron, según el testimonio de Julio César Góngora a Martí Noticias.
El hecho ocurrió recientemente en un asentamiento ilegal, en la zona del río Guamá, en las cercanías de la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) y el hospital pediátrico Fernando Portilla, en la ciudad de Pinar del Río.
Los residentes fueron desalojados, y destruidas sus casas, por miembros de la brigada especial de la Policía, acompañados de oficiales de planificación física. En el lugar vivían varias familias, incluidos menores y ancianos, todos damnificados del huracán.
"Familias completas que han hecho sus casitas porque no tienen donde vivir, damnificados del ciclón", denuncia Góngora.
Las autoridades reconocieron recientemente que el 70% de las afectaciones en las viviendas provocadas en la provincia de Pinar del Río por el huracán Ian continúan sin solución.
La prensa oficial y funcionarios se justician en las restricciones del embargo, pero la limitación de recursos no ha impedido que, incluso en medio de la pandemia de Covid-19, el régimen cubano continuara levantando hoteles.
Según cifras oficiales, las inversiones del Gobierno durante 2022 privilegiaron los llamados "Servicios empresariales, inmobiliarios y de alquiler" (léase turismo y construcción de hoteles), que supusieron 23.359,6 millones de pesos, un incremento en comparación con los 20.735,1 millones de todo 2021. Eso equivale al 32,9% del total del presupuesto invertido en los 12 meses del año pasado.
En los tres primeros meses de 2023, el patrón de inversiones del Gobierno cubano se mantuvo, pese a las bajas cifras de ocupación del pasado año. En los tres primeros meses del año la inversión fue del 23% del presupuesto estatal.
A la construcción se destinó el 1,3% de la inversión en 2022 y en los tres primeros meses de 2023 se duplicó hasta el 2,5%. Sin embargo, todavía quedó muy por debajo de lo invertido en la construcción de hoteles.
Cuando los cubanos cuestionan la poca inversión estatal en la construcción de viviendas, invariablemente el régimen echa mano del embargo estadounidense como justificación.
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Mientras los de la cúpula viven en lujosas viviendas, hay cada vez más gente del pueblo viviendo en la calle como perros callejeros. La sociedad cubana está cada vez más polarizada. Los ricos aumentan su riqueza y los pobres aumentan su pobreza. Es hora de unirse todo el pueblo contra la mafia gobernante. Todos unidos salgan a incendiar edificios del gobierno, pinchen los neumáticos de patrullas, apedreen ventanas de instalaciones del gobierno. Aprovechen las noches sin luz. El pueblo no puede extraer dinero de los bancos porque la mafia se los ha robado y sin dinero no se puede comprar la exigua comida que hay. Quieren que el gulag cubano se asemeje a los gulags de Hitler, donde el costillaje de las víctimas salta a la vista. Por menos que eso han caído imperios. ¡PUEBLO YA ES HORA. YA NO SE PUEDE AGUANTAR MÁS!