"Han pasado cinco meses, pero en Pinar del Río falta mucho, mucho por hacer. Hay familias que aún tienen por techo un nylon a merced del aire, otras ni eso", se quejó el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso en su perfil de Facebook.
En una publicación desde San Luis, uno de los municipios pinareños más golpeados por el azote del huracán Ian a fines de septiembre de 2022, y en la que compartió varias fotos de viviendas sin techo y de otras de madera que han sido entregadas a familias afectadas, Alonso señaló que "hay proyectos admirables que iniciaron pero aún no se traducen en viviendas dignas para los damnificados".
Agregó además que "hay una preocupación mayor entre la gente por la falta de respuestas, en muchos casos, a sus problemas. Hay un esfuerzo enorme del país para dar solución a la tremenda situación que el ciclón dejó, pero a día de hoy no es el mismo empuje en la base".
"Pinar del Río tiene aún deudas con quienes les tocó la peor suerte durante los huracanes de 2002 y 2008 y un desastre reciente que afectó a más de 100.000. Hacen falta muchas otras manos y voluntades que ayuden a continuar levantando a los pinareños", finalizó.
Si bien a raíz del meteoro la prensa oficial se volcó a reportar lo ocurrido en esa provincia y otras que sufrieron los embates de viento y lluvias, las noticias desde las zonas más golpeadas de Pinar del Río son escasas hasta en el periódico oficial local Guerrillero.
La nota más reciente sobre el tema allí publicada data del 23 de diciembre último, y es un despacho de la agencia oficial Prensa Latina reseñando la oncena visita de Miguel Díaz-Canel al territorio, esa vez al poblado de La Coloma.
De acuerdo con el reporte "restañar los daños ocasionados por el paso reciente del huracán Ian por el occidental territorio de Pinar del Río, continúa hoy como prioridad de las autoridades de Cuba". Sin embargo, las coberturas actuales en los medios oficiales cubanos hacen énfasis en las venideras votaciones del 26 de marzo.
Asimismo, escasean las cifras de la recuperación de viviendas en Pinar, que hace un mes llegaban solo al 21% de los destruido. De acuerdo con una reunión en la que se ofreció este dato, reseñada por el diario oficial Granma, las autoridades encabezadas por Miguel Díaz-Canel consideraron que "la recuperación de los daños de Ian necesita mejores ritmos".
En una nota publicada por el propio órgano del Partido Comunista el pasado el 1 de diciembre, el Gobierno informó que 93.929 viviendas resultaron afectadas por el huracán. En una visita posterior, autoridades de Pinar del Río situaron esa cantidad en más de 102.000.
En noviembre, con todos los focos de la prensa oficial, Díaz-Canel inauguró en Pinar del Río un barrio de 20 casas de madera con techos de zinc "para familias que lo perdieron todo" con Ian.
Las viviendas tienen paredes de tabla de madera o palma y cubiertas ligeras. Están compuestas de portal, tres cuartos, sala, cocina-comedor, baño reforzado "para proteger de contingencias atmosféricas", algunos enseres y espacios para otros servicios.
Se trata de módulos prefabricados que se utilizan para construir comunidades tras los destrozos de los ciclones y que ya se emplearon luego del paso del huracán Irma por Camagüey. La solución contrasta con los lujosos hoteles que el Gobierno construye en toda la Isla, mientras los derrumbes son cada vez más comunes en todas las ciudades del país.
En Cuba se siguen acumulando sin solución los daños ocasionados por huracanes y otros fenómenos meteorológicos. Cientos de familias que se han quedado sin hogares por el impacto de los ciclones permanecen desde hace décadas en albergues, en precarias condiciones y sin la solución prometida del Gobierno.