Un cargamento con donaciones, gestionado por la oficialista Asociación Quisicuaba y con el respaldo de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y su coordinador nacional, el espía Gerardo Hernández Nordelo, se ha conformado en Centro Habana con destino a Jiguaní, Granma, uno de los municipios del oriente cubano que sufrieron los mayores estragos por las lluvias de días recientes.
El portal oficial Cubadebate describe la iniciativa y a Quisicuba como parte de la sociedad civil cubana, la que controla el Gobierno. El medio informó que se han recibido "donaciones de todo tipo: alimentos, insumos médicos, ropa, calzado" que se clasifican en cajas o en paquetes envueltos en nylon y que deben llenar una rastra de 40 pies.
Esta carga humanitaria, a diferencia de muchas otras que en el pasado han sido promovidas por organizaciones que escapan al control del régimen, sí tiene el visto bueno de las autoridades.
El doctor en Ciencias Enrique Alemán Gutiérrez, líder de Quisicuaba, dijo que "esta filosofía de vida, de ayudar al prójimo, se articula con la voluntad política del Gobierno y el Partido de Granma, los cuales, junto al pueblo, recibirán este cargamento y entregarán a los más necesitados".
"En momentos como estos lo importante es unir, unir el deseo de las muchas personas que, de buena voluntad y desinteresadamente, quieren ayudar a sus compatriotas. Siempre que se trate de unir y de ayudar, por supuesto, ahí estaremos presentes los Comités de Defensa de la Revolución", dijo Hernández Nordelo, quien se ha ocupado de cargar el contenedor.
"Nosotros convocamos a que llevaran las donaciones a nuestras sedes. A la nacional acudieron muchísimas personas. Han llegado instituciones y cederistas por su cuenta. Nosotros, que ya teníamos bastante acumulado y procesado, nos enteramos de la salida de un transporte desde los almacenes de Quisicuaba. Por supuesto, lo cargamos todo para acá porque ahora mismo no teníamos la posibilidad de llevarlo directo hasta Granma. Al final, de lo que se trata es de que llegue la ayuda a las personas damnificadas. En la unión está la fuerza", añadió el funcionario.
Otro de los involucrados en el envío de las donaciones es Carlos Miguel Pérez Reyes, diputado de la Asamblea Nacional y CEO de la empresa privada con múltiples lazos con el Estado, Dofleini Software.
"Es importante mencionar que esto se hizo en muy poco tiempo. Hace solo tres días acudimos al llamado de la conciencia. Muchos proyectos independientes empezaron a hacer sus propias convocatorias. Lo que estamos tratando de hacer hoy es optimizar esa logística", dijo.
"Si bien hay varios puntos en la ciudad donde se están recogiendo las ayudas, estamos tratando de acopiarlas todas aquí, donde confluyen organizaciones no gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, religiosas y personas que desde fuera de Cuba han enviado recursos y dinero. Nosotros somos sencillamente un vehículo para asistir a los lugares donde más se necesita", añadió.
En la organización de la carga también participaron la presidenta de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, Norma Goicochea Estenoz, y el biólogo y botánico Alejandro Palmarola, especialista principal de la mediana empresa estatal La Quinta S.U.R.L., una entidad sin fines de lucro que tiene como único socio a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Según los implicados, este no es el último cargamento que sale desde la capital. Continúan abiertas las convocatorias para "recopilar cuanto se pueda en función de los damnificados".
"Yo siempre digo que la solidaridad no puede ser institucionalizada, la solidaridad del cubano hay que canalizarla. Tenemos que encontrar las vías adecuadas. Siempre aparece gente que quiere ayudar ante situaciones de desastres. Ese es el papel social que tienen las instituciones de la sociedad civil: ayudar a que la gente practique la solidaridad en estos casos", dijo Palmarola.
Sin embargo, lo cierto es que desde siempre el régimen ha impedido que las iniciativas de este tipo que escapan a su control se materialicen.
Ha ocurrido con organizaciones de la sociedad civil independiente, iglesias no reconocidas oficialmente e incluso con figuras públicas.
En enero de 2019, las muchachas de la Camerata Romeu y su directora, Zenaida Romeu, fueron expulsadas de zonas devastadas de Regla donde repartían algunos recursos recolectados para las víctimas del tornado que asoló ese y otros municipios de La Habana. El hecho levantó numerosas críticas en las redes sociales.
Varias iglesias y creyentes que se movilizaron entonces junto a cientos de cubanos para socorrer a las víctimas del tornado corrieron similar suerte.
Al igual que otras personas que trataron de llegar hasta los municipios más afectados para entregar ayudas, la Policía los retuvo e intimidó.
Como en aquella ocasión, el Gobierno cubano vuelve a acaparar la gestión de los donativos, esta vez en una gran operación a través de los CDR. En el caso de aportes en metálico, volvió a habilitar cuentas bancarias para controlar el dinero destinado a los damnificados por las lluvias.
Mientras el portal oficial Cubadebate publica sobre la iniciativa de los CDR y la oficialista Quisicuaba, perfiles en redes sociales destacan una acción solidaria de un doctor cubano residente en Estados Unidos. Reiniel Quidiello y su esposa, la enfermera Damarys, llevaron un contenedor de medicamentos para el policlínico de su pueblo natal, Punta Alegre, en la provincia Ciego de Ávila.
En medio de la grave escasez de medicinas e insumos sanitarios que atraviesa el país, la entrega del cargamento se realizó en un acto masivo, según un video compartido en Facebook por el usuario Wilfredo Buchillón. Los reunidos participaron en la apertura de la carga.
La directora del policlínico agradeció la donación y aseguró que todos los medicamentos e insumos serán destinados a la atención de los vecinos del lugar.
El periodista José Alemán Mesa dijo en una publicación en su Facebook que esta es la segunda donación del doctor Quidiello a su pueblo. La anterior fue de confituras.
"Esa multitud lo recibió y agradeció anoche, en medio de tantas y tantas carencias. El galeno y su esposa residen en Estados Unidos de América, en cuerpo, porque su corazón, evidentemente, está en Punta Alegre", señaló.