Una turista española de visita en Trinidad, Sancti Spíritus, decidió grabar y compartir la manera en que la leche fresca, que se vende mediante la libreta de racionamiento a unas pocas personas, se distribuye en las bodegas cubanas, a través de camiones cisterna, con mangueras sucias, y depositada en tanques plásticos sin las óptimas condiciones para conservar la temperatura y la higiene.
La joven Rosa Martorell, identificada en Instagram como Iamrousmary, filma desde su teléfono móvil cuando la pipa con la leche llega de madrugada al establecimiento estatal y deposita el alimento, entre quejas de la persona a cargo de recibirla, quien intenta impedir la grabación.
"Viviendo el socialismo de Cuba en persona. Socialismo=miseria. Os dejo también el vídeo por aquí para que podáis verlo y compartirlo, porque me comenta la gente que vive en Cuba que allí lo han censurado. Así funciona el socialismo, a base de represión, censura y limitando los derechos y las libertades de las personas. Esto es lo que quieren traer a España los socialistas: miseria y represión", dijo la joven.
"Un millón de gracias por compartir la miseria en la que está hundida nuestro país. Todavía hay quien defiende ese sistema fracasado, una fábrica de miseria y personas rotas", comentó Satori_1385.
Para Collarmauricio, "hay cosas peores en Cuba". "Eso no es nada. La carne y el pan con moscas y en el suelo. No sé cómo estamos vivos", añadió.
Mirviaka añadió: "Gracias, de verdad. Por eso estamos fuera de nuestra tierra. Feliz de vivir en Mallorca y de ver una joven con los pies en la tierra y con vergüenza. Gracias de todo corazón, muy pocos se atreven a denunciar la verdad, van a mi tierra a pasarla bien y se arriman al Gobierno como miserables para que el paseo les salga gratis. Vergüenza. Aplaudo tu valentía".
"A ver si le enseñas a (la también española) Ana Hurtado a mirar de verdad. He aquí la diferencia entre una mujer de bien y una panoli que no da palo al agua y quiere vivir a costa de hacerse la comunista. ¡Gracias!", escribió winefromhell.
En el video, ante los cuestionamientos de la turista por la suciedad de los implementos que intervienen en el manejo de la leche fresca, la encargada de la bodega le replica que "se hierve".
Con la escasez y la necesidad que hay en Cuba, los cubanos terminan mirando para otro lado ante cuestiones como la seguridad alimentaria. En estos momentos el mayor dilema para el común de los cubanos es poder encontrar el alimento para su sostén diario. La leche es uno de los productos que más escasean en los últimos tiempos. Ni siquiera el Gobierno es capaz de satisfacer la demanda de este producto para las establecidas dietas médicas de enfermos crónicos. La situación es mucho peor ahora que cuando en 2007 el general Raúl Castro prometió "un vasito de leche para todos".
Gracias, Rosa, por contribuir a difundir la realidad de un país que sufre, aunque muchos (cada vez menos) no lo ven o no lo quieren ver.
Bueno, y se pueden dar con un canto en el pecho que "llegó la leche"
Un millón de gracias Rosa Martorell por abrirle los ojos a quienes todavía padecen de ceguera mental con respecto a la Cuba de hoy. Este revelador video es de inmenso valor y debe ser compartido y visto en el mundo entero. Todos los comestibles y bebestibles llegan al pueblo a granel en pésimas condiciones higiénicas y nada llega envasado en planta envasadora donde la higiene sea de vital importancia, como sucede en todos los países capitalistas. La higiene en Cuba brilla por su ausencia hasta en los hospitales, donde las cucarachas pasean libremente por los pasillos y dentro de las habitaciones.
La leche de cucaracha no tiene m i e r d a
Por Dios, en pleno siglo 21 y siguen transportando la leche en pipas con mangueras sucias. Que pena damos los cubanos. El castrismo y el comunismo nos cortaron el valor de raiz.
Me imagino lo que sintio Máximo Gomez cuando vio el tratamiento de los esclavos por parte de España cuando llego a Cuba. Cuba está viviendo una Dictadura que tiene su población esclavizada. Cuba merece libertad.
Se salvaron los compañeritos, ¡llegó la leche!
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