El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) enviará personal de enfermería a Bahamas, como parte de un acuerdo de cooperación para respuesta de emergencia a la pandemia del Covid-19.
Ese acuerdo, anunciado por el MINSAP en su sitio oficial y firmado por el ministro de esa cartera en Cuba, José Ángel Portal Miranda, y su homólogo bahamés, Michael Darville, hará que La Habana exporte a la vecina nación insular a integrantes del denominado Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve.
Aunque la escueta nota no indica qué cantidad de personal sanitario forma parte del convenio, el medio Loop indicó el lunes que la pasada semana el Gobierno bahamés había anunciado su intención de contratar 50 enfermeros que trabajarían en el Hospital Princesa Margarita de Nassau, la capital.
El reclutamiento de emergencia se debe a que al menos 60 profesionales del personal de esa institución están infectados de Covid-19 o bajo cuarentena debido a la expansión de la pandemia en ese territorio.
El anuncio se produce precisamente cuando los casos de contagio por Covid-19 también están disparados en Cuba.
A pesar de ello, a mediados de diciembre el primer ministro cubano, Manuel Marrero, reconoció que 57 brigadas del Contingente Henry Reeve con 5.000 profesionales sanitarios trabajaron en labores relacionadas con la pandemia de Covid-19 en el extranjero, mientras la Isla sufría un colapso sanitario.
De acuerdo con Marrero, la cifra de profesionales que han formado parte de las polémicas "misiones" médicas del Gobierno cubano asciende a medio millón y su labor ha sido desplegada en 130 países.
El propio Marrero había culpado a los médicos cubanos en el mes de agosto de la crisis sanitaria en la Isla. Entonces afirmó durante una reunión en Cienfuegos que "se están cometiendo errores", "hay indisciplinas" y la población se queja más de la mala atención que de la falta de medicamentos, aunque posteriormente tuvo que retractarse por las críticas recibidas.
La exportación de servicios profesionales, mayoritariamente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios y no hace público cuánto ingresa por ese concepto desde 2018 ni en qué lo invierte.
Además de tener que entregar la mayor parte de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de sus libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".
Para justificar el robo de los salarios de los profesionales, el régimen cubano suele decir que la mayor parte del dinero recaudado se destina a mantener el sistema de salud pública de la Isla. Una investigación de DIARIO DE CUBA demostró en 2018 que esa afirmación es falsa, los beneficios no se revierten en la calidad de vida y la salud de los cubanos, que denuncian constantemente el deterioro de la infraestructura sanitaria y la escasez de medicamentos e insumos, agravados por la pandemia de Covid-19.