En Cuba, en plena pandemia del Covid-19, las aglomeraciones de personas en las colas para tratar de conseguir algún alimento (no siempre se logra) son más grandes que nunca. El coronavirus llegó a la Isla en medio de la peor crisis económica desde la desaparición del mecenas soviético que mantuvo a flote el castrismo por 30 años, agravada por la negativa de Raúl Castro de liberar las fuerzas productivas y abrir el sector privado.
Cuba es probablemente el único país de Occidente cuyos ciudadanos corren todo el tiempo el riesgo de contagiarse con el Covid-19 porque están obligados a salir diariamente a la calle. Si no lo hacen, no comen.
Ello ocurre porque Cuba es el único país del hemisferio en el que el Estado siembra, cosecha y distribuye los productos del campo. Y encima obliga a los campesinos, que poseen solo el 23% de las tierras cultivables, a que le entreguen al Estado todo lo que producen, pese a que les paga a precios bajísimos, para distribuirlos estatalmente.
Vale destacar una ironía dramática: los pueblos de Cuba y Corea del Norte, las naciones más pobres del antiguo "campo socialista" (junto con Mongolia y Vietnam), eran los peor alimentados, y son precisamente los dos que han seguido sometidos al modelo estatista estalinista que les impide alimentarse bien.
¿Y por qué con tan pésimos resultados en la agricultura estatal Castro II no libera el campo como sus aliados Vietnam y China? Esos dos países asiáticos siguen sometidos a las dictaduras totalitarias de sus partidos comunistas, pero la gente no se alimenta mal porque en el campo ya no opera el Estado, sino las leyes del mercado, como en el resto del mundo normal.
En Corea del Norte, en cambio, han muerto de hambre millones de personas y hay millones de familias, incluyendo los niños, fatalmente desnutridos. En 1998 el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU reveló que el 60% de los niños norcoreanos menores de siete años estaban "atrofiados" física o mentalmente debido a la desnutrición. Según organizaciones internacionales, entre 1996 y 1999 murieron de hambre dos millones de norcoreanos. Y en 2008 un estudio conjunto del PMA y la FAO reveló que el 40% de la población norcoreana, casi 10 millones de personas, necesitaban ayuda alimentaria internacional.
¿Y cómo le ha ido a Cuba con el Estado disfrazado de campesino? De exportadora de productos agropecuarios en los años 50 cuando la agricultura era privada, al estatizarse el campo Cuba pasó a importar el 81% de los alimentos, pues ya no se producen en la Isla.
Y un dato clave, los rendimientos estatales agrícolas de Cuba se pasean con ventaja entre los más bajos del planeta. El promedio mundial de rendimiento en la caña de azúcar en 2018 fue de 72,6 toneladas por hectárea, y en Cuba no sobrepasó las 37 toneladas.
Desde 1967, Cuba, que fue la azucarera mundial durante 160 años, registra los más bajos rendimientos de Latinoamérica y del mundo, con cifras oficiales que oscilan entre 24 y 42 toneladas de caña por hectárea. Perú, Guatemala y Colombia obtienen entre 93 y 120 toneladas; Brasil entre 80 y 90; El Salvador, 82; Honduras, 70; México 75-85 toneladas.
Capitalismo militar de Estado sin competencia privada
La razón por la que Castro II se niega a entregar las tierras al sector privado no es ideológica ni política, como él hace creer. El general sabe de sobra que, como admitió su hermano Fidel en un desliz, el modelo socialista "no funciona". Ni el dictador, ni nadie en el resto de la elite castrista creen en Marx o Lenin, ni en ninguna otra musaraña doctrinaria fidelista o guevarista de las que se enseñan en las escuelas cubanas.
Esa cúspide cubana es en verdad una cofradía mafiosa anhelante de dinero y poder. Y ahora, cuando por razones biológicas sus principales jefes históricos ya tienen que pasar el poder a sucesores, quieren que todo se afinque en un modelo neocastrista de capitalismo militar de Estado, totalmente en manos de las Fuerzas Armadas en lo político, militar, económico, mediático y cultural.
Con eso aspiran a garantizar el bienestar de sus familias y sus descendientes, los de la casta militar en general, de la alta burocracia heredera de los históricos, y de los jerarcas más conspicuos del régimen "neocastrista" deseado, de claros rasgos fascistas.
Es más, Raúl Castro está más emparentado ideológicamente con Mussolini que con Marx y Lenin. En Italia, el Duce de hecho militarizó la economía, pues estableció agencias reguladoras estatales fascistas que dictaban órdenes a todas las industrias, comercios y sindicatos del país. Y le hacía la guerra a quienes se oponían u obstaculizaban a su concepción castrense de la economía y la sociedad.
O sea, la obsesión de Castro II por someter la economía a los militares es más mussolinista que marxista-leninista. Y ese "nuevo orden" neocastrista solo se puede montar dentro de un sistema político totalitario de partido único, con un férreo control de los medios de comunicación, sin derechos y libertades civiles y feroz represión.
Además, el general hace rato viene dando pasos en sus planes de sucesión que tienen tufo fascistoide. Y se destacan la incesante escalada represiva contra opositores y cualquier expresión pública de descontento en las calles, y el "Plan contra alteraciones del orden y disturbios contrarrevolucionarios", en el que por orden del PCC, la CTC ha obligado a los simples trabajadores a firmar un documento en que se comprometen a salir a reprimir, con palos incluso, cualquier manifestación o actividad pública que a la dictadura no le guste.
Por otra parte, la nueva Constitución impide que el sector privado, incluyendo el agropecuario, le haga competencia a los militares y obstaculice la consolidación del capitalismo militar de Estado. Por ley, los cuentapropistas y los campesinos no pueden negociar con entidades extranjeras. Solo los militares pueden hacerlo.
La casta castrense no quiere saber de ninguna propiedad privada ajena a su modelo militarizado. Los militares quieren ser únicamente ellos quienes comercien con EEUU y hacerse millonarios ellos solos cuando se elimine el "bloqueo", una posibilidad que otra vez acarician con la esperanza de que Joe Biden derrote a Trump en noviembre. Claro, de no derogarse las actuales leyes estalinistas, nunca habrá inversiones estadounidenses en Cuba.
La economía colapsará si no se abre el sector privado
Así las cosas, pareciera que la agricultura en lo fundamental va a continuar en manos del Estado y ni hablar de entregar tierras a privados para que las cultiven. Sin embargo, esos planes castristas anticubanos súbitamente han chocado con la peor pandemia mundial en un siglo, que ha empeorado dramáticamente el panorama socioeconómico de Cuba.
La situación ha cambiado radicalmente. Lo que queda de la economía cubana marcha hacia el colapso si no se desmantela el estatismo estalinista a ultranza y se liberan las fuerzas productivas, prioritariamente las del campo en las actuales circunstancias,
Las finanzas del Estado cubano ya casi no existen. No hay dinero para importar en un país que lo tiene que importar casi todo porque produce muy poco. Desde Caracas a La Habana apenas llegan subsidios y petróleo gratis, el turismo se ha desplomado, las remesas y paquetes han disminuido, la explotación de médicos en ultramar ha bajado sensiblemente. Apenas puede exportar sus productos tradicionales (azúcar, níquel, tabaco, ron y biofármacos) porque los produce en poca cuantía; y no tiene acceso a créditos pues no paga lo que debe.
En fin, es más evidente que nunca la necesidad de acabar con el estatismo, sobre todo en el campo. De lo contrario puede ocurrir una catástrofe humanitaria en Cuba.
Hace rato que el generalato viene avanzando sobre el tema agropecuario. Incluso desde la época en que aún estaba Castro I como monarca, éste permitió que distintas ventanillas burocráticas (Unión Agrícola Militar, GAESA, Tecnotex, Tecnoimport, etc) manejaran el asunto. Luego, la historia reciente es más conocida: vivos como Luis Alberto Rodríguez López-Callejas se quedan con el queso, y bobos como Machado Ventura ensayan alguna que otra arenga gastada. Los militares poseen una dotación de maquinaria agrícola envidiable, capaz de alimentar varias veces a Cuba, con primeras marcas de tractores, sembradoras, cosechadoras y pulverizadoras autopropulsadas, incluso las marcas "imperialistas" John Deere o Massey - Ferguson, o la líder alemana en trilla Claas, pero están todas ociosas, oxidadas, y muchas de ellas, canibaleadas. Más de un militar hizo negocio con esas compras.
Los verdaderos contrarevolucionarios en la isla son los que obstentan el poder militar que rige en la ISLA donde esos jerarcas viven como millonarios capitalistas a costa de la miseria del pueblo.Fidel hizo una revolucion para terminar exclavisando al pueblo de Cuba.Son lo peor de lo peor del socialismo en el mundo.
PUEDE OCURRIR UNA CATASTROFE HUMANITARIA? Yo pienso que ya estamos en sus inicios ,solo hay que ver las condiciones de vida de muchos cubanos y las aglomeraciones desafiando el covid-19 diariamente para conseguir algo de alimento,ya estamos en una crisis humanitaria que se agudiza con los dias.
El marabu es el amo de los campos de Cuba .
Ahora si van a estar frutas, vegetales y verduras a montón puñao
Así es...además la historia de estos años es como un bucle infinito que se repite y se repite, y es increíble cómo la gente se vuelve dejar engañar con el relato, una y otra vez, una y otra vez...que cansino.
Anoche estuve viendo un programa en el canal Viajar, pusieron un reportaje de la isla de Guadalupe, ¡Cúantas frutas y verduras se veían en los puestos! Las tierras todas cultivadas, un verdadero vergel y pensé con tristeza en la situación actual de Cuba, en la diferencia que hay en esa tierra tras 60 años de experimentos fallidos. Teníamos un paraíso y no lo sabíamos.
En la Isla, NO solo el CAMPO es militarizado. TODA la economía, TODA la vida de pueblo cubano en CUBA es MILITARIZADA