Un derrumbe ocurrido la tarde del martes en San Miguel y Gervasio, en La Habana, dejó a varias familias con niños sin un techo en plena pandemia de Covid-19, según denunciaron afectados en un video que publicó la plataforma Cubanos por el mundo.
La infraestructura sufría deplorables condiciones desde hacía años, según explicaron los vecinos del lugar.
Los habitantes en el edificio temen porque se está "repitiendo la misma situación que acabó con la vida de tres niñas a principios de año en La Habana".
La autora del video recorre el lugar mientras narra lo que está viviendo en estos momentos tras el desplome de la infraestructura.
"No podemos seguir viviendo aquí, no nos pueden resolver, necesitamos que alguien nos considere. Mire las condiciones en las que se encuentra este lugar", lamenta.
La afectada explica que recibieron una supuesta notificación de ayuda por parte de las autoridades, pero dicha ayuda nunca llegó.
"Dicen que nos van a ayudar desde hace tiempo, pero no hacen nada por nosotros", añadió.
"Misericordia (…) No aguantamos más esta situación (…) Miren este lugar, miren esto, estamos viviendo en la calle, con niños chiquitos. La Policía no hace nada por nosotros, ayúdennos por favor", pidió.
El nivel de destrucción de La Habana es pavoroso. Tras la reciente muerte de tres niñas debido al desplome de un balcón, y ante la desidia y la irresponsabilidad del Gobierno, una iniciativa en Twitter, a través de la etiqueta #PeligroDerrumbeCuba, busca alertar a los cubanos de los lugares por los que transitar significa un riesgo para la vida, debido al peligro de derrumbes.
En este mapa georreferenciado, DIARIO DE CUBA y Geoidea ubican en la ciudad los inmuebles denunciados hasta ahora por los ciudadanos.
La vivienda es uno de los sectores más críticos en Cuba y donde más problemas se acumulan por décadas de políticas fallidas. Recientemente las autoridades admitieron que solo han podido ejecutar el 23% de su plan anual para la construcción de inmuebles y eso gracias al esfuerzo privado.
El ministro de la Construcción admitió el año pasado que la Isla padece un déficit de 929.695 viviendas, y estimó su solución en diez años, pero analistas ven mucho más lejos la meta.
La burocracia, la escasez de materiales de construcción, las limitaciones a iniciativas privadas, el impacto directo y continuo de fenómenos meteorológicos, más el destartalado fondo habitacional y sus frecuentes derrumbes, complican el panorama.
Lamentable todo lo que le sucede a esa gente, pero la única solución está en sus propias manos. No sigan esperando ayuda, ni de dentro ni de fuera, son los que padecen todas esas calamidades los que están llamados a acabar con todo eso. Es la realidad.
Hay un nicho económico que no se está explotando, exportación de escombros
Solo entrar a ese edificio del derrumbe es peligroso. Vivienda y comida, dos derechos básicos, elementales, no resueltos por el régimen en 60 años.