La apabullante campaña de la dictadura de Raúl Castro para presionar a los votantes a votar Sí en el referendo sobre la nueva Constitución estalinista es una aberración, o peor aún, un crimen.
Lo es por dos razones: 1) compulsa al cubano a votar contra sí mismo y ratificar la institucionalidad de un sistema político fracasado que lo ha sumergido en la pobreza y solo causa injusticias, hambre, e infelicidad; y 2) el referendo se realizará en medio de un agravamiento de la crónica escasez de alimentos causada por el comunismo que se quiere perpetuar en la nueva Carta Magna.
El año 2019 en la Isla ha comenzado con el "socialismo subío", para decirlo en lenguaje llano, con una crisis alimentaria tal que comienza a dibujarse en el horizonte otro "Periodo especial". Ya han regresado algunas recetas de lo que yo llamaría el acervo culinario de la miseria, forjado en los años 90 cuando se inventaron los "bistec de toronja".
Ahora falta hasta el bíblico pan nuestro de cada día, alimento fundamental de la gente pobre, que es el caso de Cuba. Y van más citadinos a las zonas rurales a cambiar ropa usada por productos agrícolas y pecuarios.
Se derrumbó la producción de huevos, carne de puerco y de res, pollo, leche y pescado. En tanto, el presidente Díaz-Canel, lejos de mejorar las cosas, las empeora. En La Habana, con más de dos millones de personas "inventando" para alimentarse, se han incrementado las inspecciones de vehículos que llegan a la gran urbe para evitar que abastezcan al mercado "informal", el que alimenta a la gente.
Hay menos pienso para los animales, por lo cual ha caído la producción de carne de cerdo. El diario 14yMedio reportó que en un mercado de la calle San Rafael, La Habana, se estaba vendiendo la libra de carne de puerco a 60 pesos cubanos. Eso es la cuarta parte de la pensión mensual de muchos jubilados.
Y todo es a causa del modelo socialista estalinista que constriñe las fuerzas productivas, impide producir libremente y apenas cuenta con productos para exportar. Consecuentemente, no hay dinero para importar. Y como el mecenas venezolano le regala ahora menos divisas el régimen castrista, en 2018 este solo importó 30.000 toneladas de harina y trigo, en vez de las 70.000 que, como mínimo, se necesitaban.
Tampoco hay dinero para reparar los molinos de trigo rotos. Por cierto, se rompen por falta de mantenimiento, o funcionan mal por las pocas ganas de trabajar de los trabajadores, a quienes les pagan una miseria. Hacen valer que en Cuba la gente hace como que trabaja y el Gobierno, como que paga.
Ahora no, pero sí habrá otro "Periodo especial"
No es de esperar de inmediato un desplome económico como el de los años 90 cuando desapareció la Unión Soviética, porque hoy Cuba no depende de una sola fuente primaria de divisas regaladas, sino de dos, y una tercera de divisas robadas. Pero el mecenas venezolano, una de ellas, está en serio peligros, sobre todo luego de asumir Juan Guaidó la presidencia de Venezuela en forma interina. Si Castro II no libera pronto las fuerzas productivas otro "Periodo especial en tiempos de paz" será inevitable.
Hasta diciembre de 1991 la economía parasitaria cubana dependía únicamente de los subsidios y petróleo soviéticos. Al desaparecer la URSS el Producto Interno Bruto (PIB) cubano se desplomó de 31.100 millones de dólares en 1990, a 19.800 millones en 1993. Cayó un 36%, algo nunca antes visto en tiempos de paz en la historia reciente de Occidente.
Sin embargo, los Castro diversificaron sus fuentes de manutención. Hoy la parasitaria economía cubana depende de: 1) los subsidios y petróleo gratuito desde Venezuela, que aunque disminuidos siguen fluyendo hacia la Isla; 2) el 75% del salario robado a los médicos cubanos en el extranjero; y 3) las remesas, paquetes y viajes de cubanos desde EEUU.
Las remesas desde EEUU en 2017 ascendieron a 3.575 millones de dólares, según Havana Consulting Group, y superaron ampliamente los 2.600 millones de las exportaciones de bienes. Si se agregan paquetes y viajes a Cuba desde EEUU, la cifra superó los 7.000 millones de dólares. Y es cash neto que se queda en la Isla.
Y esto de "neto" es fundamental. El turismo no está a la par de las tres fuentes citadas porque 65 centavos de cada dólar captado regresan al extranjero en importaciones para mantener funcionando la industria turística. Del ingreso bruto turístico de 2.564 millones de dólares en 2018 solo quedaron en Cuba 897 millones netos, un 13% del dinero neto recibido en remesas desde EEUU.
El problema ahora es que están fallando dos fuentes. Hay una devastadora crisis económica en Venezuela, y se acabó la explotación de 8.300 médicos cubanos en Brasil. Ello explica la actual escasez de alimentos y de medicamentos.
Lo grave es que, si bien no se vislumbra de inmediato otra crisis descomunal como la de un cuarto de siglo atrás, sí la habrá más adelante si no se desmantela el modelo comunista ortodoxo, que ya solo existe en Cuba y Corea del Norte.
No hay posibilidad alguna, con Maduro en el poder, de detener el agravamiento de la crisis financiera en Venezuela, que hoy produce 1,1 millones de barriles diarios, según la OPEP, el 31% de los 3,5 millones de barriles de 1998 cuando Hugo Chávez llegó al poder. Y los expertos aseguran que cada mes la producción baja en 40.000 barriles diarios.
Eso indica que dentro de seis meses se producirán 860.000 barriles diarios y Venezuela prácticamente no podrá exportar más petróleo a EEUU, porque tiene que enviar 400.000 barriles a China como pago de su deuda. Y deberá restar también el consumo venezolano. Solo si Pekín accediese a recibir menos crudo Venezuela podría exportar algo, ¿pero y seis meses después?
Además, la Agencia Internacional de Energía calcula que el aumento de la producción petrolera en EEUU y la desaceleración de la economía mundial presionarán a la baja los precios del petróleo en 2019, lo cual anulará la estrategia de la OPEP de reducir la producción para subir los precios.
El chavismo entra en crisis final
Pero lo más importante es que, con el liderazgo de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y al frente del único poder legítimo del país, la crisis venezolana ha dado un giro inédito que apunta al final del régimen de Nicolás Maduro. De pronto la resistencia popular a la dictadura ha cobrado nuevos bríos. Las posibilidades de un colapso del régimen de Maduro son mayores que nunca.
El vuelco inesperado de la situación en Venezuela no solo estremece a Raúl Castro y toda la cúpula dictatorial cubana, sino que puede casi destruir el mecenazgo chavista, por cuanto la Administración Trump está evaluando la posibilidad de no pagarle al régimen de Maduro el petróleo venezolano importado, sino a la Asamblea Nacional, único poder legítimo del país.
Pero aún si el chavismo sigue en el poder, apuntalado por el MINFAR y el MININT castristas, con dinero del narcotráfico, migajas chinas, rusas e iraníes, el mecenas venezolano va inexorablemente cuesta abajo. Y tarde o temprano desaparecerá.
Si eso último ocurre, no solo se esfumaría una de las tres fuentes principales de divisas para Cuba, sino dos tercios de otra de ellas, pues de los 40.000 médicos y trabajadores cubanos de la salud en el extranjero unos 27.000 están en Venezuela.
Sin la dictadura chavista la economía cubana perdería el 68% de las divisas totales succionadas a los médicos, unos 4.760 millones de dólares. Súmense la pérdida del resto de los subsidios y créditos comerciales, y el petróleo gratuito.
Irónicamente, a Cuba solo le quedaría como mantenedor el "Imperio yanqui". Pero, ojo, no puede descartarse que la Administración Trump tome medidas restrictivas acerca del envío de remesas y los viajes de estadounidenses a Cuba.
Son muchos los truenos. Si por ahora no es inminente otro "Periodo especial", inevitablemente lo habrá si Castro II no libera las fuerzas creadoras cubanas y sepulta el sistema comunista de producción.
¿Alguien duda aún de que se debe votar No el próximo 24 de febrero?