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Economía

Los movimientos de capital son de cubanos

Faltos de oportunidades e impedidos de invertir y expandir sus negocios, los emprendedores cubanos llevan su dinero fuera del país.

Valencia

El régimen comunista no ha sido capaz de cortar de raíz los movimientos de capital que surgen en Cuba de forma espontánea. Parece que los necesita. Sin embargo, la ideología impide a la economía cubana sacar provecho de los mismos.

Si el capital foráneo no llega, o lo hace de forma limitada, a pesar de la apuesta por la inversión extranjera desde la Ley 118, ahora resulta que el capital cubano empieza a salir de la Isla, en grandes cantidades. Esa es la conclusión de un estudio de la consultora Havana Consulting Group, que concluye que "los emprendedores cubanos sacaron en 2017 de su país alrededor de 2.390 millones de dólares, nueve veces más que el capital extranjero invertido en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM) y una cifra similar a la que el Gobierno comunista dice que necesita para revitalizar la economía de la Isla".

Esta forma de sacar capital de Cuba nada tiene que ver con el funcionamiento habitual de las instituciones financieras que operan en el resto del mundo. Se trata de una "fuga de capital", motivada por la "falta de oportunidades" con que cuentan los trabajadores por cuenta propia para "invertir y expandir sus negocios" en la Isla y que se materializa con dinero en el bolsillo, en pequeñas cantidades, por miles de cubanos que viajan al exterior, desde que el régimen flexibilizó la salida del país.

Dicho de otro modo, el Estado comunista no tiene control alguno sobre esos movimientos de capital, que lejos de estimular el crecimiento interno, suponen una pérdida de riqueza para la economía nacional, como consecuencia del permanente bloqueo del régimen a los cubanos.

El estudio explica cómo se distribuyen esos fondos que "salen del país", y así, "líneas aéreas (426 millones) que transportan a los cubanos a los destinos donde compran la mercancía, tiendas y almacenes (1.008 millones) donde hacen las compras para después enviarlas a Cuba, agencias que empacan los productos (58 millones) y las que se encargan de la logística (52 millones) para el envío de la mercancía a la Isla" se reparten el grueso del pastel, como consecuencia de la inexistencia en Cuba de mercados mayoristas, redes de distribución y de logística capaces de atender la demanda creciente y cualificada de los nuevos emprendedores.

Otra parte, no menos importante, "queda en manos de hoteles, hostales, dueños de apartamentos, casas, restaurantes y taxis (472 millones), que brindan hospedaje, alimentación y transporte a los cubanos durante el tiempo de estancia en estos países para hacer sus gestiones de compras. Por último, un monto aproximado de 366 millones de dólares que los cubanos invierten en el exterior en pequeños negocios y en bienes raíces", siendo esta una cantidad de difícil determinación, pero que ante la imposibilidad que tienen los cubanos de invertir en su propio país, lo tienen que hacer en el exterior.

Hasta ahora se sabía que los miembros pertenecientes al conglomerado de empresas del Estado y el ejército, sus hijos y familiares, salían al exterior y realizaban compras de artículos de lujo que estaban vetados en Cuba para la mayoría de la población, pero ahora ha cambiado el escenario, y según este estudio, son miles los cubanos que están saliendo al extranjero llevando dinero encima porque en Cuba no pueden disfrutar de los bienes y servicios que desean, y a los que pueden acceder con su trabajo.

Este trabajo de Havana Consulting Group, que se viene realizando en los últimos años, ha ido fotografiando un proceso que, de invertir la tendencia, sería altamente beneficioso para la economía cubana, superando así su estrangulamiento externo de falta de divisas.

La cuestión es cuándo despertarán las autoridades comunistas y tratarán de controlar estos movimientos individuales de capital, porque de ocurrir dicha situación, entonces muchos de los pequeños negocios de la Isla quedarían desabastecidos y las consecuencias serían mucho peores.

Al final ocurre lo que tiene que ocurrir. La mayor parte del dinero que llega a Cuba son remesas familiares para mantener a hijos o nietos que malviven en la Isla, y las salidas de capital de cubanos emprendedores que se aprovisionan de productos en el exterior o que desean construir pequeños patrimonios.

Es una situación absolutamente anacrónica que pone de manifiesto a dónde ha llevado a los cubanos y su economía la absurda ideología castrista . Ni saldo comercial positivo, ni entradas de turismo en aumento como se esperaba, ni mucho menos inversión de capitalistas internacionales. Los cubanos, con remesas y beneficios de los pequeños negocios, son los que están moviendo el sector externo de la economía. Y los dirigentes comunistas perdiendo la oportunidad de rentabilizar esos flujos en beneficio de la economía nacional. Luego dirán que la culpa es del embargo.


Este artículo apareció en el blog Cubaeconomía. Se reproduce con autorización del autor.

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