Aunque agobiadas por los efectos sanitarios, sociales y económicos del Covid-19, y en algunos casos viviendo crisis políticas de envergadura, las democracias de América Latina deben romper la inmovilidad actual ante la crisis de derechos humanos que se registra en Cuba, y que se ha visibilizado de forma mundial tras las protestas del 11 de julio.
Expertos consultados por DIARIO DE CUBA en relación con el momento actual que se vive en la Isla sostienen la necesidad de que se activen mecanismos conjuntos de varios países para reclamar por las violaciones a los derechos humanos, que de forma generalizada se registran para el régimen castrista.
Las inéditas protestas en Cuba han sido condenadas por los gobiernos de países como Nicaragua y Venezuela, que están abiertamente alineados con La Habana; en tanto naciones de peso en la geopolítica regional, como México y Argentina, optaron por posturas más taimadas sin dejar de reconocer como legítimo al Gobierno de Miguel Díaz-Canel, pese a que simboliza la continuidad de una dictadura.
Naciones regidas por gobiernos democráticos como Colombia, Chile, Perú o Brasil, en tanto, ha reaccionado de forma tímida ante los que acontece y, según reclaman los analistas, no hay una condena tajante a las violaciones masivas de derechos humanos, que vienen ocurriendo tras el 11 de julio en la Isla.
"La democracia latinoamericana, y en ella incluyo a los gobiernos de países democráticos de la región, a las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación, debe ser muy crítica frente a lo que está ocurriendo en Cuba", expresa a DIARIO DE CUBA el analista internacional Félix Arellano.
"En Chile, Colombia y Perú hubo protestas, reflejo también de malestar social, pero de forma inmediata hubo respuestas políticas, se activaron las ONG para documentar, los medios de comunicación de esos países debatieron sobre los problemas, tal como sucede en una democracia. Y lo principal, los gobiernos tomaron medidas para rectificar", sostiene Arellano, quien fue director de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela.
A juicio del profesor y estudioso de América Latina, este es el momento para que las democracias, no solo los gobiernos, generen un gran debate sobre el fracaso del modelo cubano, que sirva de contenido pedagógico a las nuevas generaciones. De esa forma se estaría también fortaleciendo la idea de democracia en esas naciones.
Para Arellano hay un claro desafío. "Hay que desmontar los mitos que por tantos años han rodeado a Cuba. Por ejemplo esta idea de que el autoritarismo, el totalitarismo de los Castro ha generado bienestar social", recalca.
El 11 de julio "lo que se vio de Cuba es un pueblo vulnerable, un pueblo destruido, maltratado, con hambre, con problemas de servicios públicos y que además pide libertad. Es una clara demostración del fracaso del modelo comunista en Cuba", sostiene.
Por su parte, la doctora en Ciencia Política Paola Bautista, estudiosa de los modelos de democracia en Iberoamérica, dice que los gobiernos democráticos de América Latina, aunque tienen serios problemas internos a los cuales deben responder, no pueden obviar la grave crisis de derechos humanos que se venía registrando en Cuba y que se ha potenciado por la ola represiva tras las protestas.
"Deben manifestar disposición de solidaridad con el pueblo y una clara posición de reclamo en torno a las violaciones de los derechos humanos. El problema cubano es un problema de derechos fundamentales, no es ideológico", recalca Bautista al ser consultada por DIARIO DE CUBA.
A su juicio, en el actual contexto, los gobiernos democráticos de América Latina deberían respaldar iniciativas que ayuden a defender la integridad de los manifestantes, así como la visibilidad y registro de lo que está ocurriendo dentro de Cuba.
Arellano, por su parte, recalca que los derechos humanos son universales y no prescriben incluso en situaciones extremas. A su juicio, en el caso cubano debe visibilizarse, según lo que está ocurriendo, aquellas violaciones del derecho a la libertad de expresión, la libre asociación y el derecho a la protesta pacífica.
Tanto Arellano como Bautista coinciden en que, además de los gobiernos democráticos, las organizaciones con mandato en el campo de los derechos humanos, como es el caso del Alto Comisionado de la ONU como la propia Comisión Interamericana de Derechos Humanos, deben documentar y denunciar ampliamente todo lo que viene sucediendo en Cuba.
"Las democracias tienen en Cuba una clara responsabilidad. Pero en el momento actual de franca debilidad de las democracias latinoamericanas, también debemos implicar en esta crisis a las grandes democracias, tanto EEUU como los países de la Unión Europea (UE)", recalca Bautista, quien obtuvo su doctorado en la universidad alemana de Rostock.
El pecado original de los latinoamericanos es tener una concepcion completamente errónea e incivilizada del papel que debe tener el estado en una sociedad moderna. En general, fuera del mundo anglosajón, predomina la idea de un estado que debe proveer a los individuos con todo lo necesario para tener una vida relajada y totalmente asegurada. Mientras mas incivilizados y salvajes los pueblos y los individuos, mayor es su aspiración con respecto a la sociedad y al gobierno, y menor son las exigencias y las responsabilidades que los individuos se asignan a si mismos. Aunque no lo admitan abiertamente, los latinoamericanos creen en el socialismo, en un estado papá que les resuelva todo. El deseo de perjudicar y despojar a los que tienen algo es superior a la prueba incontrastable de Cuba Venezuela como ejemplos alternativos a la democracia y al mercado. Es muy conveniente para el individuo adoptar una posición escéptica, descreída porque asi justifican su propio egoísmo e incivilización.
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Gualterio: El escéptico resentido que echa en el mismo saco a dictaduras totalitarias junto a países democráticos que tienen libertades básicas cubiertas, países que tienen múltiples partidos, medios de prensa, organizaciones de todo pelaje. El escepticismo, el resentimiento y la ignorancia es el truco conque los salvajes incivilizados meten a las democracias en el agujero negro de la tiranía. Una vez en tiranía lo único permitido es condenar al imperialismo y acusarlo de todos los males. La realidad es que a pesar de todos los problemas de America Latina, sus ciudadanos viven muchas veces mejor que en Cuba o Venezuela. Por salarios, por la calidad de los servicios públicos, por la calidad de infraestructura, por la libertades publicas, casi todos los países latinoamericanos están mejor que Cuba. Pero los izquierdistas y los escépticos no ven esto. Su objetivo es desbaratar los sistemas que permiten la propiedad privada. Quieren castigar a las clases altas y medias.
Y estos expertos no saben que ninguna "democracia" latinoamericana puede movilizarse ante la crisis cubana si jamás han podido movilizarse contra sus propias crisis.
Es una aberración impresentable armar a cubanos con palos para atacar a otros, el pueblo cubano sabe que se trata de paramilitares, una practica sucia y baja. Allá los politicos de letrinoamerica que se quieran creer el cuento.
Lady Cocodrile___ ?% de acuerdo con usted
Han sacado partido en unos casos de esa dictadura, aprovechándose abiertamente de lo que se les niega y ha negado a muchos cubanos...; o bien, le temen a la dictadura y sus adláteres latinoamericanos. No quieren represalias. En otros casos, son tan mierdas políticamente como el Gobierno cubano. ¿Qué se puede esperar de Nicaragua, Venezuela, Argentina, Bolivia, México y demás? Si son una réplica todos ellos de dictadura de la Isla, y en cierto modo sus hijos. Lo mismo que el Frente Amplio de Uruguay. Todos sin excepción, dan asco. Para ellos, los cubanos somos esclavos sin voz. Meros instrumentos. Y lo mismo ocurre con los tupamaros, que mamaron de todo en Cuba, al igual que los montoneros argentinos. Se repite la Historia con los de la Unidad Popular de Chile, así como con la bazofia guerrillera colombiana y demás. Si les quitan su discurso, no son nadie. Por supuesto, todos dan menos aceite que un ladrillo. Los demás, no quieren problemas, o no ven ningún beneficio en expresarse.
Nuestros queridos hermanos letrinoamericanos siempre se han caracterizado por ser muy solidarios con el dolor del pueblo cubano.
Con la historia de graduar médicos gratis ... se los echaron en un bolsillo ...