Según los manuales soviéticos de marxismo-leninismo tan estudiados en Cuba durante décadas, como los de Konstantinov, Afanásiev (director de Pravda), Nikitín, y de otros académicos rusos y de Europa del Este, luego de surgir en Rusia el primer Estado comunista se inició la crisis general del capitalismo como sistema y era cosa de poco tiempo contemplar sus funerales.
Pero los funerales fueron los del "socialismo real" diseñado por Marx y Lenin, y no los del capitalismo, que con su revolución tecnológica ha puesto a seres humanos a caminar por la Luna y envía artefactos a Marte.
Y el socialismo no falleció víctima de una guerra lanzada por las "potencias imperialistas", sino de muerte natural, luego de matar de hambre o fusilar por razones política a 100 millones de humanos.
El llamado del "Che" Guevara a "crear dos, tres, muchos Vietnam" para incendiar al mundo y acabar con el "imperialismo en su fase final" pasó a la historia como el gran ridículo de un misántropo que jamás entendió las leyes de la naturaleza, ni las de la condición humana.
Lo asombroso es que la mafia militar que usurpa el poder en Cuba mantenga insepulto el cadáver del socialismo. Y no por razones político- ideológicas, sino para seguir enriqueciéndose mientras hace pasar hambre y la pobreza extrema a los cubanos.
Sin duda el socialismo-castrismo está tan muerto como el que fue enterrado en las murallas del Kremlin hace 30 años. Algo que lo expresa claramente es la descomposición del propio Partido Comunista de Cuba (PCC). Su membresía disminuye sin parar. Los jóvenes, el "relevo histórico de la revolución" que cacareaba Fidel Castro, se indignan cuando les hablan de ingresar en el PCC.
La dictadura no da cifras porque son "contrarrevolucionarias", pero se ha filtrado que la membresía del PCC cayó de 700.000 militantes hace unos siete u ocho años a unos 600.000 o un poco más en la actualidad. Un descenso de un 15%, y todo parece indicar que esa caída se está acelerando sin remedio.
La dirigencia partidista, alarmada, realiza reuniones para analizar el problema. Y la pregunta es siempre la misma: ¿por qué los jóvenes no quieren ingresar en el PCC? Ya la propia interrogante indica que los dirigentes partidistas tienen las neuronas dormidas u oxidadas por no usarlas, o sufren de daño antropológico a causa de la propaganda que ellos mismos inventan y se llegan a creer, como postulaba Goebbels.
¿Hasta cuándo tanta idiotez?
En una reciente reunión en Artemisa, presidida por el flamante primer secretario nacional del PCC, Miguel Díaz-Canel, la jefa del PCC en esa provincia, Gladys Martínez, dijo: "Debemos detenernos a analizar por qué algunos jóvenes no desean sumarse, pues el Partido no es solo su militancia, sino el pueblo entero, y necesitamos una organización con la frescura de la juventud". Alguien debió preguntarle a Gladys hasta cuándo tanta idiotez.
La presidenta provincial de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Nancy Wong, se quejó: "Tenemos muchas dificultades para integrar a las muchachas a nuestras filas e insertarlas en las acciones realizadas, y en eso influye la capacidad de los cuadros para realizar convocatorias". O sea, las jóvenes cubanas ya ni siquiera quieren ser "federadas". ¿Qué puede esperar entonces el PCC de ellas?
Al finalizar la reunión, Díaz-Canel aportó su sabiduría y en su estilo cantinflesco destacó que hace falta "un impulso para enfrentar adversidades y seguir, en todo momento, aportándole victorias a la Patria". ¿Qué dijo en concreto? Nadie lo sabe todavía. Ya antes había dado una "solución" salomónica en otra reunión: "Hay que lograr un partido más democrático, con la participación de todos los cubanos y cubanas".
De entrada, a Díaz-Canel hay que aclararle que solo hay democracia cuando existen distintos partidos políticos con diferentes programas de gobierno y el pueblo decide en las urnas cuál de ellos será Gobierno. Habría que aclararle que no hay nada más antidemocrático que el monopolio de un solo partido que usurpa el poder y gobierna como las monarquías europeas antes de la Revolución Francesa.
Claro, Díaz-Canel se basa en el novedoso concepto de democracia de la comunista Federica Mogherini, exjefa de la diplomacia de la Unión Europea, quien sostuvo que en Cuba "hay una democracia de partido único".
Una maquinaria para meter miedo
A una pregunta de la periodista independiente Tania Díaz Castro a unos jóvenes en Santa Fe, La Habana, acerca de su aversión por el PCC, el consenso fue que ellos luchan por emigrar, buscar un futuro mejor. "¿Ingresar en el Partido para qué, para escuchar discursos sobre una sociedad próspera que nunca se ha visto en Cuba a lo largo de más de seis décadas?", dijo uno de ellos.
Resulta inaudito que a estas alturas de la catástrofe causada precisamente por el PCC alguien con un mínimo de sentido común se pregunte por qué los jóvenes no quieren saber nada del PCC y su membresía disminuye en vez de aumentar.
La elite raulista ya no logra engañar a nadie. Cada vez más cubanos son conscientes de que el PCC es solo un cruel aparato represivo y paramilitar para meter miedo y someter a la ciudadanía. No por gusto al partido solo ingresan personas escogidas entre las más sumisas a la dictadura. Y son esas dúctiles personas las que ya casi no hay en el país.
Por su propia naturaleza antidemocrática, el PCC no puede ser un partido "de todos los cubanos" como dice su primer secretario. Nunca lo fue, y menos lo será ya en sus crisis terminal.
Cuba tiene 11,3 millones de habitantes y hay 600.000 militantes del PCC, de un total de 8,9 millones de adultos. Solo pertenece al PCC el 7,6% de los cubanos adultos. El otro 92,4% —8,3 millones de personas— no son comunistas en un país que se dice comunista.
Los jóvenes en particular saben muy bien que la única función del PCC es atemorizar a la gente y mantenerla bajo un férreo control que incluye hasta la vida privada de cada ciudadano, restringir o prohibir libertades individuales y asfixiar la libre expresión en las artes, algo que anhela toda juventud en este mundo.
El PCC políticamente ya está muerto, solo falta el funeral
Hoy el PCC es erosionado por la realidad misma que erigió. Lo más significativo es que los propios militantes de a pie, que no gozan de privilegios de cantinas con comida caliente como las que llevan a las casas de los miembros del Comité Central, ni de vacaciones pagadas en Varadero, saben que el socialismo y el marxismo son la mayor estafa que ha tenido nunca el pueblo cubano.
Ellos y sus familias sufren a diario la escasez de todo, las colas interminables, la falta de alimentos y medicinas. No reclaman liberar las fuerzas productivas por miedo a las represalias, o por conveniencia personal y familiar. O por el daño antropológico cerebral sufrido, que los convirtió en papagayos repetidores de consignas que ya no saben distinguir entre lo blanco y lo negro.
A estas alturas del desastre castrista son más los miembros del PCC que no creen en él, que los creyentes. Y nadie duda que si se producen cambios profundos en Cuba, casi sin excepción creyentes y no creyentes romperán sus carnets o los quemarán en ceremonias públicas sin problema alguno de conciencia, como ocurrió en Europa Oriental.
Raúl Castro y sus apandillados deben metabolizar de una vez que estamos en el siglo XXI, que los jóvenes cubanos están conectados cibernéticamente con el mundo de "afuera". Saben cómo viven sus iguales en otros países y aspiran a lo mismo.
Conclusión: el PCC agoniza políticamente. Junto con el castrismo en su conjunto está atrapado en la fase final de su crisis general, la misma que les salió por la culata a Konstantinov y sus sesudos colegas.
Se le darán 10 euros mensuales a todo el que ingrese el partido....
Recuerdo por allá por 1989 el chiste en la calle de "ya esto se cayó, ahora lo que estamos es en el papeleo", bien, 32 años después...
Es que nadie quiere firmar ...
Muy de acuerdo con el artículo excepto en eso de que Diaz Canelo y demás sean idiotas, es que son descarados e hijoeputas. Pero hubo alguien que escribió "el partido que partió al pueblo cubano el 1 de Enero de 1959", con lo cual no estoy de acuerdo. A ese dia se llegó con el consenso, la ayuda y participación de muchas organizaciones políticas, de mucha gente buena de diferente ideología y que fueron luego traicionados por el de la barba. Lo que no entiende la "oposición" actual, cuyo único pasatiempo parece ser acusar a cualquiera que tenga una iniciativa anticastrista (por muy pequeña e insignificante que sea) de ser "chivatón o infiltrado del G2".
... No solo la grulla se comió las ranas, se les ha secado el charco y se quedan sin guajacones ...
Rema-ya abandonó a Cuba el día que ObaNaH mancilló la isla ... Cachita está alborotá porque no le dan ná ... que se conformen con su Muro de los Lamentos ... que luchen su Castro-Yuca ... dándole nalgas al contén mientras hacen las colas para comprar ná ...
https://vimeo.com/201279715
Ojalá fuese solo la crisis y decadencia de un partido político. Es todo lo que estructura a la sociedad: un gobierno que mal dirige todo, un aparato represivo (que es lo que realmente gobierna) más que activo, proactivo, eficaz, que atraviesa toda la sociedad, la estudia, la domina y se adelanta a todo lo que pueda generar la oposición. Tan brillante y lleno de propósito que exporta su actividad a todo un continente como un servicio ofrecido por la familia mafiosa mandante.
Es un pueblo que perdió todos los valores humanos y contempla como la policía apalea y abusa de un infeliz en la calle y solo atinan a filmar con sus celulares.
Son unas cuantas cositas bien chivadas, que si se arregla una sola de ellas, no importaría el partido o la falta de él. Todo acabaría de enderezar "por su propio peso".
Si el partido único es la fuerza superior de la sociedad cubiche, entonces es el único y superior responsable de la desastrosa cagazón imperante. Como tal hay que enjuiciar a sus cabecillas históricos
reverbero, no sea pesimista que cuando madure la Tarea de Ordenamiento
todo se resolverá. Pero por el Bloqueo no se puede conseguir carburo
Lo he dicho por años... la ideología del Partido Único (PCC) en Cuba, ya es inexistente. El PCC comenzó su decadencia sin pausa y últimamente con mucha prisa, desde la propia caída del Muro de Berlín. Todas las organizaciones de masas en la Isla y que (mal) funcionan bajo el amparo político del siempre presente PCC, también están desmoralizadas. No tienen rumbo ideológico. Han perdido toda credibilidad y carecen de poder de convocatoria. Cuando observas el paisaje político del oficialismo cubano, da la impresión de estar observando a un anciano sentado en un taburete a la sombra de un portal, con la mirada perdida en el horizonte; sin propósitos, sin anhelos, sin esperanzas. El PCC es hoy no solo una organización política moribunda, es también el principal blanco de la apatía de la población cubana. Como dice la canción de Carlos Varela "Fotos de Familia":
Y descubrimos con desilusión
Que no sirvió de nada
De nada
"O casi nada
Que no es lo mismo
Pero es igual"
Otra buena del canta-autor Carlos Varela:
https://youtu.be/Lnn8HjLVNfg
Saludos.
Más allá de la crisis del PCC, la espiritualidad toda de la revolución es un cascarón vacío. La degeneración y agotamiento de la puesta en escena de Fidel Castro se ha consumado y arde ahora como paja seca.
Estamos ante las ruinas de una construción hecha a golpes de irracionales emociones, como otros fascismos que se han consumido a si mismos arrastrando en su caída hasta sus más fervorosos militantes.
Y es que nadie gusta ser parte de la derrota y sentir la mordida del fracaso en carne propia ni siquiera en teoría, así que muchos estímulantes necesitará inyectar el poder para seguir adelante.
Gracias al señor Álvarez Quiñones por su magnífico artículo.
Así es estimado johnfortes, ëstamos ante las ruinas de un proyecto social que siempre fue inviable, contra natura, pero que nos deslumbró inicialmente por muchos factores. Lo felicito por sus bien fundamentados y certeros comentarios en general
Exacto. Y lo mismo está ocurriendo con los intelectuales marxistas cubanos, cuyos nombres afean instituciones académicas y culturales. Los jóvenes no los leen. No les interesan, salvo como referencias arqueológicas. Buen síntoma de salud mental.
Don Prats Sariol___El artículo es excelente porque descubre que depués de más de medio siglo, las generaciones posteriores a la de la Gran Estafa no tienen nada en común con aquellos. El tiempo pasa y la realidad cubana es tan terrible y desconcertante, que por mucha idelogización y salmodias revolucionarias, nada germina. Hasta cuándo se le puede seguir contando a estos muchachos que hay que construir el socialismo; que "vamos a prosperar", hasta cuándo cuándo.
El castrismo está perdido porque nunca tuvo credibilidad y las promesas se cumplen de lo contrario se pierde el respeto, que es lo que ya ocurre. Nadie respeta a la revolución.
.....el partido q partio al pueblo cubano el 1 de enero del 59....
Ojalá el Partido, ese mismo Partido, fuera el único de los males en Cuba.
¡Muy cierto. Gracias!