En Cuba, mientras existió el CUC las cuentas del país fueron indescifrables. No se podía hacer cálculos ciertos habiendo una moneda con varios valores simultáneos. Incluso el Gobierno andaba a tientas y, cuando proyectaba una obra, muchas veces el costo lo daba en el eufemístico "moneda total", que no hacía referencia a ninguna unidad monetaria concreta.
Eliminado el CUC y fijada la equivalencia peso-dólar se destapa lo sabido: el agujero fiscal es enorme, Cuba gasta por encima de lo que debería. Aun la miseria que tiene es una miseria que no puede permitirse.
¿Cómo puede un país gastar más de lo que ingresa? De diversos modos: alguien le regala dinero (URSS, Venezuela); alguien le presta dinero que no podrá devolver (Club de París); genera inflación (impresión monetaria sin respaldo); se gasta lo ahorrado (negativa Formación Bruta de Capital Fijo).
Así que, en ausencia de que le regalen dinero o de que algún tonto útil —término leninista— se lo fíe para mantener el gasto social con que justifica su existencia, el castrismo ha estado destruyendo la infraestructura del país, que no es reparada o renovada adecuadamente. Y además, ha recurrido a la emisión monetaria sin respaldo… ni vergüenza.
El coste de que Cuba luzca un irracional índice de médicos por habitantes es que sus calles, edificios, industrias, máquinas o equipos sean cada vez más ineficientes, lo que junto a la expansión monetaria provoca que los salarios sirvan cada vez para menos.
Este proceso de degradación es largo y difícil de ver en la cotidianidad. El Gobierno cuenta con esto último y lo esconde mientras alardea de vacunas. Sin embargo, andar durante el día y ver una Habana que se derrumba, o andar durante la noche y ver una ciudad muerta, son suficientes evidencias de que los "logros de la revolución" son insostenibles. Constituyen una enorme estafa que ofrece un presente mediocre a cambio de un futuro peor.
Para el 2021, año uno después de la unificación monetaria, el Gobierno concibió un déficit fiscal de 86.700 millones, 18% sobre el PIB, algo enorme teniendo en cuenta que lo recomendable —sin que exista consenso— es no sobrepasar el 3%.
A esa previsión súmense los varios miles de millones que está costando rectificar los "errores" de la Tarea Ordenamiento: para la agricultura 3.400 millones, para medicinas 3.000 millones, y aunque no especificaron cuánto costaría la modificación de la tarifa eléctrica, estimaron en 5.000 millones el sobrecosto si aumentaba el precio del petróleo, algo que lleva meses sucediendo.
Agréguense además los aumentos salariales posteriores al 1 de enero, el aumento del subsidio de los materiales de la construcción y algunos otros movimientos pequeños, pero que suman.
No parece tampoco probable que los ingresos del Estado vayan a mantenerse en lo previsto. Cuando se publicó el presupuesto a fines de 2020 la pandemia parecía estar controlada en la Isla, pero esto involucionó aceleradamente a principios del año actual a causa de un pésimo protocolo de atención a viajeros procedentes del exterior.
Aun dando por buenos los ingresos previstos y sin contabilizar los gastos extras asociados al repunte de casos de Covid-19, el déficit del país sobrepasará ampliamente los 100.000 millones, bastante más del 20% del PIB.
Para contener tal desbalance, la Tarea Ordenamiento reajustó las cuentas públicas a favor del Gobierno, que se liberó de una buena parte de lo que indebidamente llama subsidios y gratuidades, y además, aumentó los precios de lo que vende proporcionalmente más de lo que paga en salarios. Pero el agujero es tan enorme que ni así lograron cubrirlo.
El único modo de invertir este insostenible desequilibrio presupuestario pasa por reducir gastos o aumentar ingresos, pero en ambos sentidos el Gobierno está limitado.
Ingresos: en Cuba no crecerán significativamente sin un aumento considerable de la productividad, algo que requiere un fuerte desembolso de capital para recuperar aquello que el castrismo destruyó. Esta inversión solo puede venir del exterior ya que Cuba ni tiene ahorros ni puede ahorrar, pero esos capitales no vendrán sin un cambio real del modelo económico, incluso puede que del político.
Gastos: están en un mínimo tal que cualquier reducción impacta inmediatamente la vida del pueblo. Acaban de anunciar que reducirán la venta del siempre escaso pan liberado, que recortarán el transporte público y ya se avizoran los apagones planificados. El margen del Estado para reducir costos es tan estrecho como lo que tarde la gente en protestar por la agobiante situación.
No hacer nada tampoco es una opción para el Gobierno. Equilibrar el déficit es inaplazable si se quiere que la inflación no pulverice la moneda y los salarios, o que el riesgo de invertir en Cuba siga elevándose.
En cualquier caso, lo que sea que intenten Canel y su banda para reducir el déficit fiscal irá en contra de su capacidad de control de la sociedad, control que no quieren ceder: el castrismo está empantanado.
Como diría alguien muy cínico: lo bueno que tiene esto es lo malo que se está poniendo.
"Economía en Cuba", eso qué es ?????
Hace poco DDC publicó un artículo donde explicaba la posible causa de las inversiones en el turismo como lavado de dinero del narcotráfico. En USA se están gastando sus buenos miles, tal vez millones en los cabildeos del grupo café, del profesor lazo, la plaga de chupamedias castristas de miami y los eventos de la embajada para subvertir el sistema americano con BLM y comunistoides satélites, ninguno se mueve de gratis. En Colombia, Chile y Sudamérica apoyan la subversión y planes que tampoco son gratis. Que no me digan que los revoltosos cabecillas y bandas paramilitares que se dedican a vandalizar se mueven por sincero amor al comunismo.
Si sumamos todo eso hay unos cuantos milloncejos ahí que salen de algún lado.
Entonces no están tan quebrados.
El Cenicero en Jefe, en plena danza de los millones de Chávez, vendía al mejor postor hasta tres barcos, por semana, cargados de petróleo, para después “embolsillarse” los dólares, a Moco Pegado no la controla nadie, con su “organización” de ha apropiado de cuánta donación ha recibido, Fidelito (el suicida a la cañona) compró edificios en Santiago y fundos al sur de Chile por encargo, las donaciones de alimentos siempre se han vendido, hay trapicheo de Cuba en Panamá......Quién fiscaliza eso? Economía, control fiscal, inflación, gobierno...en Cuba?.....No me hagan reír.......
Hablar de un déficit fiscal en Cuba es una gran redundancia, el término economía en Cuba desapareció en el ‘59, todo se convirtió en la Bolsa Negra que es la que rige los precios, hablar de economía, ministerios, gobierno......en Cuba es un tremendo disparate.......es algo así cómo reconocer a Biden cómo presidente de USA.......es mi opinión.
Excelente análisis. Pueden reducir el déficit fiscal eliminando todas las organizaciones de masas mierderas que han creado para su politiquería, control y adoctrinamiento del pueblo, todas parásitas y repletas de vagos y burócratas corruptos: PCC, UJC, CTC, FMC, CDR, OPJM, FEEM, FEU, MTT, ACRC, ICAP, UNEAC, Asociación Hermanos Saíz, etc...
Eliminando también el ejército de chivatos, vagos, guarapitos, chivaticos jaraneros, inspectores, que sólo tienen como escaso contenido de trabajo cómo joder más al pueblo, para muestra del botón todos los vagos que se pasan el día vigilando que no salgan de sus casas los que con sus críticas les resultan incómodos. Eliminando toda esa plasta de mierda, se equilibra el déficit fiscal.
Un muy buen análisis de la situación económica. Según informaciones del propio gobierno de Diaz-Canel, se observa que éste se dedica a andar por aquí y por allá, dando discursos y consejos; se dedica a estar presente en muchos lugares haciendo como que hacen algo, pero en realidad se ve que todo se le escapa, nada funciona y las cosas empeoran. De momento la única fuente de ingresos decente son las remesas de los inmigrantes que se destinan a engordar las cuentas bancarias ya que no se permite que se entreguen divisas fuertes a los receptores. Aún con la ganancia que suponen las remesas, dado que el gobierno se queda con una parte importante , este magro beneficio no basta para gran cosa. La Única salida es que Biden se ablande, que ceda y le ayude de forma generosa. Por lo que veo, el régimen apoya a terroristas y desestabilizadores en America Latina, con la finalidad de chantajear al gobierno de los EEUU.
A su graciosísima fraudulencia, camarada BIDÉL; ya lo tienen en la olla de presión ...
Otro magnífico análisis de Rafaela!!