Alicia Molina y Eduardo Gabriel Arango son una pareja cubana con 12 años de matrimonio, y dos hijos de ocho y 11 años de edad respectivamente. Como muchas familias en la Isla, enfrentan serios problemas de vivienda y no pueden darse el lujo de tener otro hijo.
Como indican los especialistas médicos, los Dispositivos Intrauterinos (DIU) deben cambiarse cada cierto tiempo, "y se recomienda dejar pasar un tiempo antes de ponerse otro", dijo Molina.
"En ese intervalo, las parejas que no quieran un embarazo deben recurrir a usar preservativos. Pero resulta que en ninguna farmacia de La Habana hay condones y en el mercado negro los precios son cintazos, literalmente. Una pareja sexualmente activa, como nosotros, está obligada a racionar los encuentros sexuales", señaló Molina.
"Yo he salido en bicicleta a recorrer más de diez barrios buscando farmacias donde comprar condones, y no he tenido suerte", agregó por su parte Arango. La pareja vive junto a sus dos hijos en una de las habitaciones de un apartamento de tres.
"Solo los encontré 'por la izquierda', a 60 pesos el paquetico de tres condones. En fin, que también tenemos que ajustarnos las ganas de intimidad. Si sacas la cuenta, tener sexo con tu esposa tres veces por semana serían 240 pesos mensuales. Nunca pensé que tendría que aplicar la matemática al acto sexual", ironizó Arango.
Con más de 15 años ejerciendo como ginecóloga, Antonia Caballero no da crédito a la actual situación de escasez de condones en Cuba. La especialista no se explica cómo un país en el cual la televisión estatal divulga con frecuencia materiales sobre la prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), al mismo tiempo no garantiza la disponibilidad de condones en las redes de farmacias estatales.
"Francamente es inadmisible y no existe modo ninguno para justificar ni con el bloqueo ni con la pandemia el gravísimo déficit de condones. Me incluyo como parte responsable de ese silencio de la comunidad de Salud Pública que no denuncia enérgicamente esta problemática ante nuestro Gobierno. Es un grave problema, y un riesgo bastante serio para la salud en toda Cuba, por el peligro de la expansión de enfermedades de transmisión sexual", criticó Caballero.
Jóvenes habaneros de entre los 18 y 29 años de edad coincidieron en que, ante la escasez de condones en las redes de farmacias cubanas, corren el riesgo de tener relaciones sexuales sin protección. Todos reconocieron que las consecuencias podrían ser perjudiciales, pero al mismo tiempo dijeron que evitar las relaciones sexuales no es una opción.
"Cuba es un verdadero infierno donde ya no se puede tener ni sexo seguro ni una menstruación digna", fustigó Odelkis Chávez Ferrer, una joven de 24 años de edad.
"La irresponsabilidad es del Estado, no de los jóvenes. Nadie quiere ser contagiado con una ETS ni embarcarse con un embarazo no deseado que te llevaría al proceso desagradable de una interrupción. Yo no puedo usar DIU porque le hago rechazo; quisiera, pero mi organismo los rechaza. Estoy obligada, para protegerme, a usar condón con mi pareja, pero en el último año nos hemos visto obligados a ahorrar condones, acapararlos cuando aparecen. Por otro lado, tampoco se puede tener una menstruación con dignidad, ya que en la misma lista de los condones están las íntimas", manifestó Chávez Ferrer, quien entre condones y almohadillas sanitarias se gasta una considerable suma de dinero mensualmente.
La administradora de una farmacia del municipio Cerro explicó que la frecuencia de venta de almohadillas sanitarias, conocidas en Cuba como íntimas —producto históricamente regulado y racionado—, es mensual. La "cuota" es de un paquete de diez almohadillas por mujer de entre diez y 55 años de edad. Cada paquete tiene un costo de un costo de 1,20 pesos.
"No siempre se respeta la frecuencia mensual. Lo normal es que las almohadillas sanitarias se retrasen, como en los últimos meses, a consecuencia de la falta de materia prima. Sin embargo, en el mercado negro las encuentras sin problemas, esas mismas que deben de llegar a las farmacias, al precio actual de 50 pesos cada paquete", dijo esta administradora.
Preguntada sobre el abastecimiento de condones, la administradora respondió: "al menos en mi farmacia, no se abastece de condones desde el mismo inicio de la pandemia de Covid-19 en el país, es decir, hace un año".
En las redes sociales, junto a memes sobre la escasez de condones en Cuba, abundan las publicaciones referentes a "una menstruación con dignidad", como protesta al desabastecimiento de almohadillas sanitarias y los astronómicos precios de estas en el mercado negro.
"Un país serio garantizaría que sus mujeres tuvieran una menstruación saludable, acorde a los estándares básicos de Salud Pública", comentó Rosa Elena Aguilera, vecina de Plaza y especialista en Contabilidad.
"Tengo amigas, muchas, que dada su condición económica no pueden asumir el precio de las íntimas en el mercado negro, y tienen que recurrir a alternativas que ponen en riesgo su salud. No habría que explicar las complicaciones de una mujer que agarre una infección por usar materiales no sanitarios durante su menstruación", añadió.
"Un país sin íntimas para las mujeres y sin condones para protegerse de ETS y embarazos no deseados, no es un país. Y no se trata de política, ni tampoco de no entender la situación del bloqueo y la pandemia. Se trata de que situaciones como estas no son nuevas, ni tienen manera alguna de justificarse", opinó Aguilera.
En poco saldrá la noticia de que no hay pomadas
callicidas para las manos
Aplausos prolongados para Eduardo Gabriel Arango que, después de 12 años de matrimonio, le sigue dando cuero "diario" a Alicia Molina y que se opone "a
racionar los encuentros sexuales"!
Lasintimas se pueden sustituir ,la comida no ,si no comes de nada te ayuda tener almoadillas sanitaris ,,,,,EN CUBA LO QUE HACE FALTA ES JAMAAAA
Se nota que Ud. no las necesita. Las compresas sanitarias no son un lujo, son una necesidad para una mujer en edad fértil. Ese desabastecimiento de compresas no es nuevo, salí de ahí en 1970 y ya en esa época había que matarse para ir corriendo a hacer la cola en la farmacia cuando decían que había llegado el algodón o las compresas, 50 años después siguen con el mismo teque, el comunismo no funciona a ningún nivel.