Alina, una santiaguera de 36 años que ya era madre de cuatro niños, acaba de dar a luz al quinto "porque no hay preservativos". Sus creencias religiosas le impidieron interrumpir un embarazo no deseado.
"Yo regalé todo lo que tenía de canastilla porque no pensaba parir más. Tratamos de evitarlo de varias maneras, pero sucedió", dijo con desconcierto.
Además de encontrarse en una edad de riesgo, la llegada de su bebé supone una dificultad económica extra para la familia, sobre todo en medio de la crisis originada por el coronavirus, la escasez de alimentos y la pésima gestión que en general ha hecho el Gobierno.
Para ella, la gran culpable de su situación es la carencia total de profilácticos en el país, que se viene reportando desde 2014. Incluye además otros métodos anticonceptivos, como la recurrida píldora de progestágeno, las inyecciones y los dispositivos intrauterinos.
Tal situación tomó matices especiales en la cuarentena, durante la cual la ansiedad por no salir a las calles provocó que aumentara el número de relaciones sexuales entre las parejas.
En el mercado negro se manejan diversos precios para los preservativos, pero siempre resultan muy superiores al de un peso en moneda nacional que costaría la cajetilla de tres condones en la farmacia.
"En Revolico.com están ahora mismo en un CUC, pero eso depende de la oferta y demanda. Recuerda que no están entrando las 'mulas' al país, que eran las que mantenían surtido el mercado informal", menciona Ramón, quien se dedicaba a esas importaciones irregulares antes de que cerraran el aeropuerto.
Según un artículo publicado meses atrás por la revista Alma Mater, también se podía encontrar, en Revolico.com y Porlalivre, una caja grande de 24 cajetillas hasta en 10 CUC, una cajetilla de tres condones en 50 pesos cubanos y el condón en 20.
Cuba ha venido importando condones de Asia, en específico desde países como China, India, Malasia y Corea, vendiéndolos luego en la red de farmacias a un precio subsidiado.
En la mayoría de los países del mundo es posible encontrar condones en una farmacia a precios asequibles. Así lo cuenta Roxana, una vecina de Alina que emigró a Canadá desde hace un par de años.
"Hay de todos los colores, sabores y hasta lumínicos, de muchas las marcas. Los puedes encontrar en cualquier sitio, a cualquier hora", expresa.
El precio de una cajetilla de tres condones a nivel mundial oscila entre los dos y seis dólares. Es un negocio rentable y seguro, debido a la gran e inagotable demanda a nivel mundial. Solo en España, según el sitio hostelvending.com, se venden cada año entre 150 y 200 millones de condones.
"¿Cuánto costaría un preservativo en Cuba a precio no subsidiado?", se pregunta Ramón. Y la respuesta pasaría una vez más por los precios de importación y la capacidad adquisitiva de los cubanos, con un salario muy inferior al promedio mundial.
El pasado 19 de agosto se informó sobre la donación de más de medio millón de condones a Cuba por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Según el diario oficial Granma, ya en el año 2012 se utilizaban en el país 59 millones de condones, y se estimaba que para 2014 la cifra se elevara a 70 millones, por lo que las aisladas donaciones que se reciben no son la solución.
Darién, un joven de La Habana del Este, relata cómo, con mucho dolor, su novia se hizo una interrupción. "Queríamos evitar ese embarazo, pero no hay condones. Pero esto no nos vuelve a pasar, ya conseguí varias cajas en Revolico.com, cada una a un CUC".
Dadas las actuales condiciones, no es probable una entrada estable y suficiente de condones al país. El Gobierno ya había venido descuidando este y otros aspectos de vital importancia para la población, como son los medicamentos y la alimentación.
Entonces, ¿qué le queda a los cubanos? "El nasobuco no puede sustituir al preservativo", responde Alina. "Al menos, tenemos la posibilidad de hacer mascarillas en casa con retazos de tela, pero, ¿y los condones?".
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