El pasado mes trascendieron fuertes indicios, desde fuentes oficiales, de una inminente puesta en marcha de la Tarea Ordenamiento, nombre que el Gobierno cubano le ha dado a su plan de unificación monetaria y reestructuración de salarios y precios en el país.
Se reportaron noticias de todo el país sobre orientaciones en las empresas estatales y bancos, que se preparaban. Y hubo notificaciones de un adelanto de 1.000 pesos a los trabajadores para que pudieran comprar la canasta básica normada a partir del día cero, que se preveía fuese el 1 de diciembre.
Sin embargo, nada ha sucedido y todo indica que el arranque ha sido pospuesto, tal vez por tiempo indefinido. ¿Qué ha sucedido? ¿Ha sido una falsa alarma cualquiera o los eventos políticos y sociales relacionados con el Movimiento San Isidro (MSI) pudieran estar influyendo?
Fue una coincidencia que el esperado inicio del proceso de cambio monetario coexistiera con el desafío que el MSI está plantando al Gobierno. Mientras son reprimidos constantemente, los artistas que lo integran siguen abogando por sus demandas, por la paz social y por una Cuba mejor.
Se está gestando una situación político-social a la que ha escalado a un nivel sin precedentes. Desde que el pasado mes de noviembre uno de los miembros del MSI, Denis Solís, fue detenido y juzgado a ocho meses de prisión, en un proceso claramente fabricado por la policía política, por el recurrente delito de desacato a la autoridad, el grupo está firme exigiendo su liberación.
Y lo hacen con sentadas públicas para recitar poesías, con la huelga de hambre de algunos de sus miembros, ya concluida, o en las convocatorias a aglutinarse en lugares públicos. Pero siempre con métodos pacíficos de protesta cívica, e incluso abiertos al diálogo con los mismos que los reprimen y encarcelan.
A la demanda de la libertad de Denis Solís sumaron el cierre de las tiendas en MLC, por considerar una arbitrariedad expender los productos en déficits dentro del país, en una moneda que no cobran los cubanos por su trabajo. Un aspecto económico muy ligado al plan estatal de recuperación económica de lo que también forma parte la Tarea Ordenamiento.
Como las demandas han ganado mucha solidaridad dentro y fuera de Cuba, por ambos reclamos, y la situación se ha vuelto inédita con la movilización del 27N en frente del Ministerio de Cultura y la presencia cada vez mayor en las redes sociales, atrayendo también la incorporación o solidaridad de numerosas personalidades "no disidentes", de la cultura principalmente, en este momento la prioridad oficial es neutralizar al MSI, no implementar nuevas iniciativas económicas potencialmente antipopulares.
El Gobierno cubano sabe que existe gran incertidumbre en la población por la tensa situación de cambio de moneda, por la eliminación de los subsidios a los alimentos "por la libreta", por la inminente devaluación de los ahorros en CUP y de potencial inflación, porque se sabe que será muchísimo más arriba de lo que tiene previsto el Gobierno. Incluso, ya se experimenta un alza de precios desproporcionada, motivada por la expectativa de incremento salarial sin respaldo productivo ni de abastecimientos en el comercio interior.
E independientemente de que los promotores de la estrategia aspiran ilusoriamente a controlar con multas y "chivatería" la tendencia al alza de precios en el mercado informal cubano (donde el pueblo tiene que intentar comprar al menos dos tercios de los alimentos que necesita y casi el 100% del resto de los productos de primera necesidad), será un golpe sicológico muy fuerte para la población.
Entonces, es fácil deducir que, mientras no puedan controlar la tensa situación de protesta social que ha generado el MSI, las autoridades no van a sumar otro elemento de discordia nuevo.
Con toda seguridad los "tanques pensantes" del sistema, esos que tienen la deshonrosa tarea de perpetuar de manera incólume el modelo dictatorial del Partido Comunista de Cuba, están recomendando no implementar la Tarea Ordenamiento hasta que las aguas no tomen sus niveles de control social absoluto. Es muy peligroso tener que poner dique a varias fuentes de insatisfacciones populares al mismo tiempo y temen a un estallido social desproporcionado que los saque del poder.
SÍ. ¡El Comité Central de los Partidos cambió la hora de ir a cagar!
No diga eso, porque a los pervertidos del MSI se les puede ocurrir simular una huelga de no cagar.
Tarea Ordenamiento? Ya dan asco los eufemismos y el vocabulario demagogo de la dictadura.
Cuba es y ha sido el pais del desorden por 61 años.
Hablar de ordenamiento no mas que una burla, como tantas otras. No puede haber orden con esa gente desgobernando.
Primero: Ya el MSI no menciona a Denis Solis, de hecho suspendieron la farsa de la huelga.
Segundo: El régimen hasta ahora sigue con sus planes de machucar al pueblo combatiente, recordemos que nunca ha habido una fecha expresa por el castrismo, solo conjeturas de la prensa independiente.