Para explicar el encuentro entre Felipe VI de España y Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), el ministro español de Asuntos Exteriores Josep Borrell habló de "un gesto de amistad y deferencia".
En 2010, Miguel Ángel Moratinos, también ministro de Asuntos Exteriores de España y también del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue a negociar a Cuba, tuvo que encontrarse con Raúl Castro, vieron juntos un partido de fútbol España-Alemania, y Moratinos regresó a Madrid hablando de lo amistoso y deferente que se había mostrado su interlocutor, quien era seguidor de la selección española de fútbol.
Si Raúl Castro fuera un dictador de derechas, Moratinos y Borrell no habrían hablado de amistad ni de deferencia, sino de la más estricta diplomacia. Pero esta vez Borrell fue más lejos todavía, hasta adoptar el lenguaje oficial del castrismo y las triquiñuelas de ese lenguaje. Reconoció que Cuba "no es el único país del mundo con partido único", y utilizó el término "bloqueo" para referirse a lo que hasta ahora era, en el lenguaje político de los diversos gobiernos españoles, embargo de EEUU hacia Cuba.
"Vamos a llamar a las cosas por su nombre", afirmó Borrell, enarboló el término "bloqueo", y aseguró que España combatiría la Ley Helms-Burton por constituir "un abuso de poder".
Varios de los empresarios españoles en la Isla se encuentran amenazados por la aplicación de la Ley Helms-Burton. Asimismo, están bajo impago de deudas de su socio cubano, que es el régimen de Raúl Castro. Esos empresarios son, además, cómplices de ese régimen en imponer condiciones laborales y salariales de explotación a sus empleados cubanos. Tal como exigía Borrell, vamos a llamar a las cosas por su nombre: ni medio milenio de La Habana ni apuesta por el pueblo cubano, todos esos son pretextos para la diplomacia. La visita de Felipe VI a Cuba ha tenido como principal objetivo conseguir que el régimen cubano no trate a los empresarios españoles tan abusivamente como ese régimen trata a la fuerza de trabajo en Cuba.
La discusión española sobre oportunidades en la Isla no contempla mejoría ninguna para los cubanos que trabajan para las empresas españolas. Y resulta aún peor para todos los cubanos que desean democracia para su país. Pues se ha visto que, con tal de sacar a flote los negocios españoles en la Isla, el ministro de Asuntos Exteriores de España es capaz de alabar la amistad de un dictador y de relativizar la falta de democracia que existe en Cuba, con la coartada de que otros países también cuentan con régimen de partido único.
Lo crucial en la visita de Felipe VI a La Habana no ha estado en su discurso a favor de la democracia, sino en la falta de escrúpulos en el discurso de Josep Borrell. A eso se rebaja España con tal de que sus negociantes con presencia en Cuba puedan cobrar como es debido.
Esquizofrenia en la actuación española: El rey le canta las cuarenta, muy educadamente al Puesto a Dedo # 2 y el canciller del gobierno español (ese que no acaban de elegir) le echa la culpa al bloqueo.
Y ahora se bajan con la noticia de que el rey felipe anda de visita privada a EU. Seria bueno preguntar en Moncloa si eso estaba en la agenda. Lo mas probable es que este llevando un mensaje de raul a trump. Interesante lo que bueno que se pone este ajedrez politico entre el regimen de cuba y eu. Ojala y EU no la vuelva a cagar al darle mas oxigeno a los castro.
Borrego personage H P ta
Buen Editorial. "Al pan pan y al vino vino".
Los puntos sobre las íes. Excelente editorial.
Y a eso se rebaja la monarquía cuando se deja imponer una agenda dictada por el PSOE. Vergonzosa la fotico de Felipe VI con Castro II. El próximo paso será Iglesias, el rey y Borrell invitados a la tribuna del 1ro de mayo.
El solo hecho de hilvanar la oración de "democracia de partido único" califica a este señor de sinverguenza.
¡Bingo! Así se habla. Excelente editorial.
Eso que dijo el Borrell de desviar el tema hacia otros puntos "no es la unica democracia de partido unico" lo hacen hasta las ciberclarias aqui: si no tienes argumentos, vete por la tangente, desvia el tema, muevete hacia otra cosa.
El mismo Fidel lo hacia constantemente en las poquisimas entrevistas "de verdad" que concedió en su vida.
Es una tactica viejisima.
Borrell como la Mogherini son socialistas y como tales simpatizantes de la "Revolución Cubana", que para más desgracia para Cuba, los socialistas ocupan la cartera de exteriores en la repartición del pastel de la UE. El PSOE siempre ha sido tradicionalmente cómplice del castrismo. Salvo algunos de presos que liberaron por la presión ejercida por grupos de derechos cubanos y el lobby del exilio, lo demás ha sido coba y guataquería, unas veces por intereses propios y otras por oportunismo.
Con Borrell las relaciones con Cuba van a ser mejores que con la Mogherini, a menos que las fuerzas demócraticas dentro de la Unión traten como los polacos, checos, húngaros, rumanos, etc, hagan algo por los cubanos e intenten un contrapeso.