Después de vencer a todas las especies del planeta, al ser humano lo arrincona un "bicho microscópico". Para el escritor cubano Leonardo Padura, el verdadero coronavirus del mundo es el hombre, que ahora ha debido renunciar a los besos y abrazos, dice a la AFP.
"Sí, éramos felices y no lo sabíamos, y hay otra frase que me gusta más que dice: estábamos mejor cuando creíamos que estábamos peor. Estamos viviendo un momento inimaginable en la historia de nuestra generación", considera el autor de la novela El hombre que amaba a los perros.
A los 64 años, Padura es uno de los escritores contemporáneos más publicados de América Latina. Su obra se enmarca en el género policial, pero tiene un trasfondo social de la realidad cubana.
Aislado en su casa de Mantilla, en la periferia de La Habana, dice: "En Cuba hay un problema que ha sido el que más nos ha afectado durante este período de confinamiento, que es un problema que tiene 60 años y que no ha hecho más que hacerse muy evidente en estos momentos: comida", dice.
Padura describe problemas, pero también lo que considera son virtudes. Enaltece a los médicos cubanos que están en la primera línea del combate en una veintena de países después que La Habana los "exportara".
"La política del Gobierno cubano es una cosa y podremos estar o no de acuerdo, (pero) la actitud de esos médicos cubanos que van a trabajar fuera de Cuba, esos profesionales merecen todo mi respeto y son intocables", sostiene.
La venta de servicios médicos cubanos es catalogada como un modo de esclavitud moderna. Este negocio generó al Gobierno ingresos por 6.400 millones de dólares, por encima del turismo, en 2018. La Habana se queda con al menos el 75% de lo que pagan en salarios los países de destino por el trabajo de los profesionales.
Para Padura, en el confinamiento, el ser humano parece verse superado por el miedo a la muerte.
"El ser humano ha sido el vencedor en la lucha biológica, histórica, natural, en el planeta. Y sin embargo aparece un bichito microscópico que es capaz de derrotarnos. Eso nos tiene que dar un poquitico más de modestia", dice.
En un mundo de deforestación, calentamiento global y contaminación, el escritor cree que el humano ha sido injusto con las especies.
"Nosotros somos el coronavirus del mundo, y el coronavirus nos está cobrando una cuota de lo que hemos hecho contra él", sentencia.
Y además, ante esta emergencia "hemos entregado por el bien común todas nuestras libertades a los gobiernos. Es necesario, no hay otra alternativa, pero es peligroso".
Mario Conde en tiempos de coronavirus
En estos días de encierro Padura pudo terminar su nueva novela, que aún espera presentar en España este año, y también dedicarse al ejercicio físico. "He logrado rebajar siete kilos", confiesa.
El confinamiento le ha llevado además a replantearse un escenario para su próxima obra, en la que reaparece el detective Mario Conde, protagonista de sus series de novelas policíacas: estará ambientada en 2020, durante la pandemia.
"De pronto hemos tenido que renunciar a los besos y a los abrazos, y cuando digo a besos y abrazos estoy hablando de esa afectividad que tiene un personaje como él (Conde), de esa dependencia de estar con sus amigos", detalla.
Padura cuenta que por estos días habló por teléfono con el actor cubano Jorge Perugorría, quien interpreta a Conde en la serie televisiva Cuatro estaciones en La Habana, basada en sus novelas.
El actor le contó de su nueva casa. "Le dije, lo que más ganas tengo es de sentarme en ese patio que me describes, contigo, a tomarnos una botella de whisky y unos vinos y hablar mierda. Eso, para un personaje como Conde es su esencia".
Que Cara Mas Dura, PaDuRa.
Decepcionante su opinion Prats Sariol, Padura es un mal escritor y un vocero sutil del regimen cubano. Sus supuestos "éxitos" por su mala literatura vienen de un lobby de izquierdas que usted conoce bien. Repito es un mal escritor y las pruebas sobran. Por cierto mire lo que dice aqui su admirado Roberto Gonzalez Echevarria: http://rialta-ed.com/entrev…
O es usted de los que justifican "el éxito" por encima del valor estético? Entonces su idea de la literatura esta errada.
Don Sariol es muchas veces decepcionante.
Los envidiosos del talento y del éxito de Padura (Abel Prieto y demás especímenes) se revuelcan de rabia ante ese whisky, comprado con sus derechos de autor y no con la abyección a la dictadura.
este pertenece a la raza de sus admirados medicos....ambos han cedido su dignidad y su lbertad en aras de tener algunos privilegios que los separan de sus "amados " coerraneos.Lo que puede hacer un humano en busca de privilegios,seria un buen tema para una novela…….
¿Que problema tiene el elogiar a los "medicos esclavos" cubanos? Nosotros hicimos de todo para salir del infierno aquel, algunos como yo para ayudar a la familia que queda en Cuba. Nos montamos en un neumatico o en una "kontiki" para cruzar el "charquito", cruzamos el Darien y el estrecho de Bering, nos metemos a putas, etc, etc. Y cuando estamos comodos en el otro lado: ¡A despotricar contra los medicos cubanos que salen a trabajar en otros paises! Incluso a acusarlos de ser agentes del G2 cubano, militares de incognito y miles de cosas mas, lo cual pone en peligro sus vidas. Ojo que no es lo mismo que despotricar contra el gobierno que los esclaviza. ¡A tomar por el cucu!
Padura encarna "La novela de la vida kitsch del comunismo cubano". Cuando creemos ademas que se la artritis (fisica e intelectual) lo han apartado al fin de ajetreo mediatico, aparece con una botella de whisky en la mano hablando, claro, contra el capitalismo y elogiando a los médicos esclavos cubanos. Vaya Leonardo no ha tocado, otro golpe tu artritis nos ha dado
Sr. Caradura, digo Padura, qué suerte que Ud. puede darse el lujo de bajar 7 kgs. ¿Se imagina un viejito jubilado cubano que normalmente anda en los huesos que encima baje 7 kilos? ¡Se va del aire!
Y otra cosita, yo pensaba, y creo que muchas personas más piensan igual que yo, que el problema de Cuba durante 60 años se llama Dictadura Castrista, lo de la comida o más bien la falta de ella, no es más que un "efecto colateral" de dicha monstruosidad.
Para Padura "la comida" es un ente, al parecer animado, que tiene la facultad de perpetuarse o desaparecer. No es algo que el cubano, en este caso, prepare o produzca para alimentarse y que, según el sistema allí vigente, por el Estado ineficiente no se produzca y facilite. O sea, para Padura el problema de 60 años es la comida, se pasa hambre o necesidades por culpa de la comida. No encuentro calificativo para él.
Curioso, Padura baja de peso y nosotros engordamos con la pandemia