Senadores demócratas y republicanos pidieron al presidente Joe Biden que ayude a impulsar el desarrollo de pequeños negocios privados en Cuba aliviando restricciones financieras que Estados Unidos mantiene sobre La Habana.
En una carta a Biden, el demócrata por Oregon Ron Wyden, presidente del Comité de Finanzas del Senado; el también demócrata por Maryland Chris Van Hollen, y la senadora republicana por Wyoming Cynthia Lummis dijeron que continúan "preocupados por la represión del Gobierno cubano a la disidencia" y que "apoyan los esfuerzos para responsabilizar a (el régimen de) Cuba por las violaciones de los derechos humanos".
No obstante, consideraron que "las sanciones unilaterales solo fortalecen al régimen cubano".
Los senadores solicitaron "apoyar a las pequeñas empresas cubanas del sector privado proporcionando acceso específico a los servicios financieros de Estados Unidos".
En tal sentido, propusieron "evaluar hasta qué punto el Gobierno cubano controla los bancos en Cuba y explorar un marco de licencias que permita transacciones entre instituciones financieras estadounidenses y bancos cubanos que se ha determinado que son administrados por civiles".
Todos los bancos cubanos son estatales.
Los senadores también propusieron "establecer una licencia específica de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) para permitir que los bancos estadounidenses brinden servicios financieros a pequeñas empresas cubanas del sector privado, posiblemente a través de bancos cubanos, con controles de gestión de riesgos apropiados para evitar el flujo de fondos a entidades controladas por el Gobierno cubano. El régimen de licencias debe incluir tanto la actividad de pagos como la microfinanciación del sector privado en Cuba, incluidas las cooperativas agrícolas".
Wyden, Van Hollen y Lummis pidieron asimismo "restablecer las licencias generales de la OFAC para que las instituciones financieras de Estados Unidos procesen transacciones de 'cambio de sentido': transacciones entre personas cubanas y no estadounidenses que pasan por el sistema financiero de Estados Unidos".
De otra parte, recomendaron "alentar al Gobierno cubano a poner fin a su requisito de que todas las importaciones desde los Estados Unidos se faciliten a través de una entidad estatal de Cuba".
"Este requisito no se impone a todos los socios comerciales de Cuba, lo que crea una desventaja competitiva para los agricultores y ganaderos estadounidenses en relación con otros países exportadores", señalaron los políticos en su misiva.
Solicitaron, igualmente, "fomentar una mayor colaboración entre los sectores agrícolas de Estados Unidos y Cuba mejorando y revitalizando los Memorandos de Entendimiento existentes entre el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y el Ministerio de Agricultura de Cuba".
"Trabajar con las partes interesadas para alentar el uso de los fondos del Programa de Acceso al Mercado y el Programa de Desarrollo de Mercados Extranjeros del USDA, autorizados por la Ley Agrícola de 2018, para educar a los agricultores y ganaderos estadounidenses y facilitar la exportación de productos agrícolas estadounidenses al mercado cubano", añadieron.
Los legisladores se manifestaron en favor de "apoyar el Acceso a la Información y el Contacto Persona a Persona en Cuba; publicar regulaciones y/o guías específicas para apoyar el acceso a internet en Cuba; publicar orientación para permitir que las empresas con sede en Estados Unidos brinden servicios basados en la nube, plataformas basadas en tarifas, servicios de comercio electrónico y banca digital en Cuba, con controles de gestión de riesgos apropiados".
Por último, apostaron por "restablecer las licencias generales de la OFAC para viajes educativos individuales de persona a persona; y restablecer las licencias generales de la OFAC para la participación u organización de espectáculos públicos, clínicas, talleres, competencias atléticas o no atléticas y exhibiciones en Cuba".
Pedidos sobre la mesa
Sobre la misiva bipartidista a Biden, el Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba, que preside John Kavulich, declaró en un comunicado que "parte significativa de lo que buscan los senadores aguarda decisiones en La Habana", y que "parte de lo que buscan ya está autorizado por la OFAC".
La organización consideró que los legisladores estadounidenses también deberían enviar una carta al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.
De acuerdo con el Consejo, el 10 de mayo de 2022, la Administración Biden autorizó la primera inversión y financiamiento directos a una empresa privada en la Isla, propiedad de un nacional de Cuba, pero "desafortunadamente, el Gobierno de la República de Cuba lleva dos años para autorizar y publicar regulaciones específicas" para concretarlo.
En opinión de Kavulich, que hablaba de su propia experiencia, sería útil si los tres senadores abogaran ante el Gobierno de Cuba por soluciones a la falta de regulaciones de inversión o financiamiento de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) que, de ser emitidas, abordarían los elementos a los que se hace referencia en la carta al presidente Biden.
"Implementar las regulaciones sobre la inversión o financiamiento de las MIPYMES proporcionaría un incentivo para que la Administración Biden autorice transacciones bancarias corresponsales directas y de cambio de sentido", añadió.
Washington aprobó por vez primera en más de 60 años una inversión de ''hasta 25.000 dólares'' en un negocio privado en Cuba. No se ha sabido qué empresa es la beneficiaria ni cómo se tramitó el acuerdo —Kavulich solo adelantó que el emprendimiento privado era en el área de los servicios—.
"Con cada día de retraso, el Gobierno de la República de Cuba aumenta el nivel de sospecha por parte de individuos y entidades corporativas de que el autodeclarado compromiso con el resurgimiento del sector privado en la República de Cuba es sostenible", alertó el Consejo Económico en diciembre pasado.
"El proceso para que las MIPYMES reciban inversión directa y financiamiento directo debe ser simple, fácil y no debe requerir la aprobación de un comité. Siempre que las MIPYMES autocertifiquen que cumplen con las normas emitidas por el Gobierno de la República de Cuba, se debe considerar que califican, en ausencia de evidencia de incumplimiento", agregó.
En tan solo un año, con la aparición de más de 6.000 MIPYMES, se ha triplicado el número de empresas en Cuba. Sin embargo, para la periodista de DIARIO DE CUBA Rafaela Cruz, ello no ha supuesto cambio real porque, aunque hay más "competidores", sigue sin haber competencia, libertad o justicia.
"El árbitro (el Gobierno) es a la vez dueño de la liga, dueño de la mayoría de los equipos, dueño de los dueños de los otros equipos, dueño de las reglas del juego, y dueño de quien va a detenerte, juzgarte y hasta 'defenderte' si algún día decide el árbitro que ya no quiere jugar más, pues llegó la hora de nacionalizar todo 'por el bien del país'", escribió.
¡ BIDÉL ! ¡ BIDÉL ! ¡ BIDÉL !
...del sector privado de los Castro y sus satélites. Legisladores piden legalizar el cambio fraude.
La mafia cubana teme que los cuentapropistas se empoderen. El monopolio estatal seguirá controlando la maltrecha economía.
No son más %@#!! porque no se levantan más temprano ...
Es increíble la ingenuidad de los congresistas americanos. En el fondo todo se traduce en pasta e hipocresía ( no creo que sea ingenuidad de esa ala del congreso ). Solo el pueblo de Cuba tiene en sus manos la solución a quitarse esa mafia y dictadura de encima.
Los americanos se hacen o son muy ingenuo. En Cuba el gobierno mafioso lo controla todo. Eso lo saben los representantes porque los colegas de ellos nacido en Cuba o de parentesco cubano en el congreso le informan.
Nunca me deja de asombrar la estupidez de los congresistas del congreso federal con respecto a Cuba.
Estos congresistas demuestran un "profundo conocimiento" de los entresijos del régimen cubano. De buenas intenciones está poblado el camino a ... La Habana, como dice Rafaela Cruz.
Así que quieren “evaluar hasta qué punto el Gobierno cubano controla los bancos en Cuba”, verdad? Estos tipos o son idiotas, o son agentes de Castro.😀
Me voy por lo segundo; aunque quizás no agentes, sino compinches.