El expresidente de Bolivia Evo Morales renunció a su militancia en el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), partido del que fue líder durante casi 30 años, y con el que se encuentra envuelto en una batalla fratricida, que tiene su punto más álgido en la pugna política y personal que sostiene Morales desde hace meses con el actual presidente del país, Luis Arce, de quien antes fue aliado. El documento de renuncia fue entregado por el líder indígena a un apoderado, quien hizo el trámite ante el Tribunal Supremo Electoral, informó la agencia EFE.
"La renuncia ha sido presentada en resguardo de nuestra Revolución Democrática y Cultural (como se han conocido a los gobiernos del MAS desde 2005). No podemos formar parte de un Gobierno que se ha corrompido y ha traicionado los principios básicos y fundamentales", declaró a los medios locales Héctor Rodríguez, encargado de presentar la renuncia ante el Tribunal Electoral Departamental de la región de Cochabamba.
Morales ya había presentado su renuncia el martes mediante un delegado, pero el ente electoral la rechazó bajo el argumento de que el trámite debe hacerse en persona, aunque después se aclaró que puede realizarse con un "poder específico notariado", como finalmente hizo el exmandatario, debido a que desde octubre permanece en el Trópico de Cochabamba, su bastión político y sindical en el centro del país, rodeado de sus seguidores, quienes quieren evitar que se ejecuten las ordenes de aprehensión en su contra.
La renuncia de Morales ahonda en la crisis del MAS, que vive su momento más débil de los últimos años, lo que pudiera provocar el fin de su hegemonía en las elecciones presidenciales del próximo 17 de agosto.
En tal sentido, a lo largo de esta semana los militantes del MAS leales a Morales han comenzado a renunciar al partido oficialista en respaldo al expresidente, aunque los legisladores "evistas", que son afines al exmandatario, se mantendrán en el partido para evitar un proceso por "transfugio político" y la pérdida de sus escaños en el Parlamento.
El vocal del TSE Tahuichi Tahuichi Quispe aseguró que en esta semana renunciaron casi 2.000 militantes del MAS de los más de un millón de seguidores registrados que tiene el partido oficialista, aunque todo parece indicar que el número de renuncias seguiría aumentando, toda vez que el senador "evista" Leonardo Loza subrayó que los seguidores de Morales presentarán su renuncia al MAS incluso "hasta un día antes de las elecciones generales".
Morales dejó de ser el presidente del MAS en noviembre, después de que los órganos judicial y electoral validaran un congreso realizado en mayo de 2024 por la facción "arcista", como se les conoce a los seguidores del presidente Arce, que eligió como nuevo líder del partido gubernamental al dirigente campesino Grover García, afín al Gobierno.
Pese a la inhabilitación que le impediría presentarse a las elecciones, Morales anunció la semana pasada que se postulará como "candidato único" en dichos comicios a través del el partido político Frente para la Victoria (FPV), un "clan familiar cuyo negocio es la personería jurídica". Este movimiento deja entrever la desesperación de Morales por regresar el poder en Bolivia, algo que parece muy difícil de lograr, pues el expresidente enfrenta graves acusaciones por un caso de trata de personas agravada.
Por su parte, Arce figura como precandidato a la Presidencia en el partido oficialista, aunque la decisión final sobre su carrera a la reelección se definirá en un cónclave del MAS previsto para abril.