El juez boliviano Nelson Rocabado emitió la tercera orden de aprehensión y ratificó la declaratoria de rebeldía contra el expresidente Evo Morales, quien está imputado por el delito de trata de personas con agravante, pero se ha resistido a presentarse ya a dos audiencias del caso.
La orden, emitida en Tarija esta semana, instruye a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) o a cualquier autoridad competente a ejecutar la aprehensión de Morales, así como a conducirlo ante las instancias correspondientes, reportó el medio boliviano El Diario.
La nueva orden judicial se produce horas después de que la autoridad jurisdiccional rechazara una apelación presentada por la defensa del expresidente contra la orden de aprehensión emitida anteriormente. Ello significa que Morales agotó las instancias judiciales para futuras apelaciones.
"De conformidad con las normas invocadas y en sujeción del artículo 51.1 del Código de Procedimiento Penal (CPP), la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia (TDJ) de Tarija declara inadmisible el recurso de apelación incidental interpuso por el abogado particular de Juan Evo Morales Ayma", señala la resolución judicial, citada por el reporte.
Asimismo, el Tribunal Departamental de Tarija ratificó la declaratoria de rebeldía contra el líder cocalero tras no presentarse a declarar por segunda vez en el caso que enfrenta, un proceso iniciado en noviembre de 2024, cuando se reveló que presuntamente mantuvo una relación con una menor de 15 años mientras ejercía como Presidente del Estado, a quien habría embarazado.
"La resolución impugnada, al tratarse de una declaratoria de rebeldía, no es susceptible de recurso ulterior. Esto se debe a que la rebeldía es considerada una consecuencia directa de la actitud procesal del imputado, quien no se presenta a la cita judicial sin una justificación válida", indica el documento de la resolución judicial.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, señaló recientemente que la Policía ya cuenta con la orden de operaciones para la captura de Morales, aunque aguardan el "momento y lugar precisos" para hacerlo, y así evitar derramamiento de sangre.
Mientras, Morales aseguró la pasada semana que 100.000 de sus seguidores marcharán a La Paz para que pueda ser inscrito como candidato a las elecciones presidenciales del próximo 17 de agosto, con un partido político "garantizado", ya que perdió el liderazgo del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
"El día de la inscripción nos vamos a ir a La Paz, no solamente van a ser 30.000 o 50.000, tal vez seamos 100.000 concentrados para inscribir a Evo presidente y así vamos a ganar las elecciones", aseguró el exmandatario, citado por la agencia EFE.
El expresidente se encuentra desde octubre de 2024 en la localidad de Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba, su principal bastión político y sindical, rodeado de sus seguidores, quienes quieren evitar que se ejecute la orden de aprehensión.
Morales les dijo a sus seguidores que algunos "están preocupados" sin conocer la forma en que su líder se postulará, pero les adelantó que "la sigla (partido político) está garantizada para las elecciones de este año, es cuestión de tiempo, de un poco de paciencia".
Evo sostiene que está habilitado para ser candidato nuevamente, pese a la sentencia constitucional de finales de 2023 que establece que la reelección en Bolivia es por "una única vez" de forma continua o discontinua, fallo que lo afecta, ya que gobernó el país por tres períodos seguidos.
Los seguidores del exmandatario también anunciaron que se reunirán a fines de marzo, fecha en la que se refundará un nuevo partido político para inscribir a Morales como aspirante presidencial.
Evo Morales está alejado de Luis Arce desde finales de 2021, por diferencias en el manejo del Ejecutivo y en el control del gubernamental MAS.