La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue desvinculada este lunes de la causa conocida como "ruta del dinero K", en la que se investigan maniobras de lavado de dinero por parte del empresario Lázaro Báez, quien tuvo una estrecha relación con el matrimonio Kirchner y ya fue condenado a diez años de prisión, informó EFE.
Gregorio Dalbón, uno de los abogados de Fernández, confirmó a la agencia de noticias que el juez federal Sebastián Casanello tomó la decisión de desvincular a Fernández de Kirchner de la causa luego de que el fiscal del caso, Guillermo Marijuan, pidiera a finales de mayo que la también expresidenta y viuda del exmandatario Néstor Kirchner dejara de ser investigada.
"Cristina es inocente, tal como lo vengo diciendo desde hace más de siete años, de todas y cada una de las causas (en las que se le acusa)", expresó Dalbón, quien criticó los "años y años de programas de televisión, de barbaridades, de circunstancias que lo único que hicieron fue socavar la figura pública de Cristina".
El fiscal Marijuan había pedido el sobreseimiento de Fernández, al no encontrar pruebas que la involucraran con el caso. Con esta postura coincidían las querellas del Fisco argentino y la Unidad de Información Financiera.
La investigación de la "ruta del dinero K" comenzó en 2013, cuando Fernández todavía ocupaba la presidencia de Argentina. Sin embargo, el impulso definitivo de la causa llegó en 2016, después de que un canal de televisión difundiera imágenes que mostraban a Martín Báez, hijo de Lázaro, contando grandes sumas de dinero en una financiera de Buenos Aires.
En 2021, un tribunal condenó a 12 años de cárcel —que una Cámara rebajó posteriormente a diez— a Lázaro Báez por encabezar una trama de lavado de dinero obtenido por los contratos de obra pública adjudicados durante los gobiernos kirchneristas. En el juicio, más de una veintena de personas se sentaron en el banquillo de los acusados, entre ellas varios hijos de Báez.
Báez, quien fue detenido en medio de un gran operativo mediático en 2016 y permanece en arresto domiciliario, defendió su inocencia y afirmó ser "víctima" de una campaña orquestada por el Gobierno del entonces presidente Mauricio Macri.
"Recordemos que (funcionarios como Marijuan) se fueron al sur con una retroexcavadora a levantar tierra porque pensaban que ahí estaba el dinero. Recordemos que Patricia Bullrich (ministra de seguridad de Macri) decía que había containers llenos de dinero, que el dinero se pudría como Pablo Escobar Gaviria", remarcó Dalbón, quien fue muy crítico con la labor del fiscal.
En diciembre del año pasado, Cristina Fernández fue condenada a seis años de prisión por corrupción, en otra causa, por irregularidades en la concesión de obras a firmas de Báez cuando era mandataria.
Al dictar sentencia en un juicio que se había iniciado en mayo de 2019, el Tribunal Oral Federal 2 también condenó a la expresidenta a la pena de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Sin embargo, según con el servicio iProfessional, la condena en la causa "Vialidad" sobre presunta corrupción en la obra pública no le impedirá competir en las elecciones de 2023, de acuerdo con la doctrina que fijó en los últimos años la propia Corte Suprema de Justicia argentina, aunque el oficialismo insistió en que el Poder Judicial intentaba proscribir a la política.
El veredicto era esperado por el kirchnerismo, bajo el convencimiento de que la causa sobre supuesto direccionamiento de 51 obras públicas en la provincia de Santa Cruz para favorecer a Báez estaba "amañada" y no se "ajustó a derecho", porque se trataba de una cuestión política y no jurídica.
Por su parte, la vicepresidenta afirmó que la causa representaba un avance contra todo el peronismo para revertir o eliminar los "derechos" logrados bajo la gestión suya y de su esposo entre 2003 y 2015.