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Argentina

El kirchnerismo recuerda a su fundador, fustiga al FMI, y sigue sin definir candidatura

El mensaje central de Cristina Fernández de Kirchner fue ratificar que ella no competirá nuevamente por la Presidencia.

Buenos Aires
Cristina Fernández de Kirchner.
Cristina Fernández de Kirchner. CFKArgentina

Al contrario de lo que sucedió en 2019, este año se conmemoró el Día de la Patria en Argentina por parte del kirchnerismo sin que haya aún una definición sobre la candidatura presidencial. El acto en Buenos Aires dejó en clave de incógnita, no solo la definición política, sino incluso una redirección económica, siendo el gran ausente el actual presidente, Alberto Fernández.

El acto central del Día de la Patria tuvo lugar en la emblemática Plaza de Mayo, a escasos metros de la Casa Rosada, la sede de la Presidencia. La no invitación de Alberto Fernández a este acto simboliza crudamente la ruptura entre este y su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, de quien se esperaba este jueves el anuncio del ungido para disputar la Presidencia en octubre próximo.

En 2019, el Día de la Patria mostraba a un Fernández recién ungido como candidato presidencial, en una sorpresiva decisión de Cristina Fernández de Kirchner que buscaba reunificar al peronismo, dentro del cual el kirchnerismo es una corriente decisoria.

En 2023, entretanto, Cristina Fernández de Kirchner se guardó para sí el nombre del elegido, aunque la cuidadosa puesta en escena la mostró acompañada en primera fila por los actuales ministros de Economía, Sergio Massa, y Eduardo de Pedro, ministro del Interior. Ambos son presidenciales y aunque son, formalmente, ministros del Gobierno de Alberto Fernández dejaron en evidencia su fidelidad al kirchnerismo en este acto.

El mensaje central en la Plaza de Mayo de Cristina, como le vitoreaban las bases peronistas, fue ratificar que ella no competirá nuevamente por la Presidencia, ni tampoco hará como en 2019, cuando hizo parte de la fórmula presidencial con el puesto de vicepresidenta.

La viuda de Néstor Kirchner insiste en la narrativa de presentarse como una víctima de la Justicia, tras ser condenada en un sonado caso de corrupción, y si bien aún el proceso puede ser apelado incluso ante tribunales superiores, ella insiste en que la quieren meter presa y si eso ocurre no se protegerá con la inmunidad de un cargo presidencial.

La celebración de los 20 años del ascenso al poder de Néstor Kirchner, quien ocupó la Presidencia entre 2003 y 2007 y luego falleció en 2010, sirvió para cargar contra el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Si no logramos que el programa que el FMI impone sea dejado de lado, va a ser imposible pagar", dijo la vicepresidenta en uno de los tramos más celebrados de un discurso, ante el superministro de Economía, Sergio Massa, que hacía lo posible por no darse por aludido.

Massa, como parte de la estrategia central del Gobierno de Fernández, ha estado enfocado en garantizar equilibrios macroeconómicos pactados con el FMI. Esto, según analistas, reduce el margen de maniobra para ejecutar políticas populistas que han sido usuales en Argentina y especialmente en un año electoral, como el actual.

La decisión de Cristina Fernández de Kirchner de no participar, pero su silencio en torno a si apoyará directamente a un candidato, ha generado incertidumbre en el seno oficialista. Dado que las elecciones presidenciales son en octubre y que estas deben estar precedidas por unas primarias de carácter obligatorio en agosto, crece la demanda de definiciones.

Si bien las encuestas presentan como una tarea cuesta arriba para el peronismo ganar de nuevo la Presidencia tras la errática gestión de Alberto Fernández, analistas creen que quien sea el abanderado deberá apostar por mantener unificado al peronismo y apuntar a mantener un bancada legislativa que pueda incidir en las grandes decisiones nacionales.

En el seno opositor, entretanto, tampoco hay claridad aunque ya las fichas fueron puestas sobre la mesa. La decisión del expresidente Mauricio Macri (2015-2019) de no buscar un nuevo periodo abrió juego en la coalición conservadora. Varios candidatos, sin que aún ninguno se perfile como claro favorito, acudirán a las primarias de agosto.

Otra gran incógnita gira en torno al papel electoral que cumpla el diputado Javier Milei, un excéntrico y economista liberal, quien ha venido creciendo según las encuestas y podría dividir entre tres el total de votos, cambiando la lógica de corte más bipartidista de las últimas dos décadas.

De acuerdo con la última encuesta realizada por la firma Zuban Córdoba y Asociados, con base en un sondeo de 1.300 personas, muestra adelante a la coalición Juntos por el Cambio de Macri con un porcentaje acumulado de 33,5%. Le sigue Frente de Todos (peronismo) con 27,4% y Javier Milei con 21,1%.

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