El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha tomado distancia de la Organización de Estados Americanos (OEA), en un soterrado pulso con el secretario del organismo, Luis Almagro, al tiempo que también anuncia acciones en contra de las organizaciones no gubernamentales y medios de prensa.
De forma sorpresiva, dado que siendo candidato había indicado que le daría pleno respaldo, Nayib Bukele canceló abruptamente la presencia en su país de la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), que funciona bajo el amparo de un acuerdo con la OEA. Esta decisión se dio a conocer el 4 de junio.
Bukele ha respondido de esa forma a la decisión de Almagro de contratar como asesor a un archirrival del presidente salvadoreño.
El 3 de junio, a través de su cuenta en Twitter, Almagro anunció que incorporaba a su equipo de asesores a Ernesto Muyshondt, exalcalde de San Salvador. Se trató de un anunció polémico, incluso dentro de la propia OEA, como han confirmado fuentes de este organismo a DIARIO DE CUBA bajo la condición de anonimato.
Muyshondt, del partido conservador Arena, es investigado en El Salvador por presuntamente haber participado durante la campaña presidencial de 2014 en negociaciones secretas con las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, y acusado por ello de asociaciones ilícitas y fraude electoral.
"Estamos abiertos a recibir apoyo de la comunidad internacional, pero no es posible recibir asesoría de una organización que tiene como asesor a un delincuente", manifestó Rodolfo Delgado, quien se desempeña como fiscal tras su designación de forma irregular por la Asamblea Legislativa, controlada por los partidarios de Bukele. Delgado es una persona de confianza del jefe de Estado.
Con su decisión, que fue interpretada como un mensaje claro contra Almagro, Bukele sumó a El Salvador a decisiones similares a las tomadas por Jimmy Morales, en Guatemala, y Juan Orlando Hernández, en Honduras, que pusieron punto final de forma abrupta a las experiencias de la CICIG y la MACCIH, respectivamente, que buscaban luchar contra la corrupción y la impunidad con respaldo de la ONU y de la OEA.
"El presidente Bukele le está enviando un mensaje directo al secretario Almagro, para dejar en claro que no permitirá la actuación de la OEA en los asuntos internos de su país", sostuvo la fuente consultada en Washington.
Este mismo 4 de junio, en San Salvador, la Policía Nacional Civil detuvo a Muyshondt tras salir de una audiencia judicial por las acusaciones que pesan sobre él. La orden de captura fue ordenada por el fiscal Delgado por una nueva acusación por "apropiación indebida de retenciones tributarias en perjuicio de la Hacienda Pública".
Tres días antes, al ofrecer su discurso anual a la nación, Bukele develó lo que definió como "el quinto paso" de su proyecto en el poder. Actuará contra las ONG, los denominados think tanks y los medios de comunicación críticos, a los que catalogó como el aparato ideológico de los poderes fácticos.
"Comienza la batalla del pueblo salvadoreño contra el aparato ideológico", sostuvo Bukele este 1 de junio desde la Asamblea Legislativa, rodeado de una amplia mayoría de legisladores de su partido.
Los cuatro pasos previos de su proyecto, según el jefe de Estado, han sido estos: el triunfo en las elecciones presidenciales de 2019; la toma de posesión el 1 de junio de 2019; el triunfo de sus acólitos en las elecciones legislativas y municipales del 28 de febrero último; y la toma de posesión de los nuevos diputados y alcaldes.
El 1 de mayo, la Asamblea controlada por Bukele destituyó a los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general, y puso, en su lugar, a personas de la confianza del gobernante. En aquel momento, Almagro rechazó estas decisiones legislativas y "las acciones del Poder Ejecutivo que guiaron estas decisiones". Hasta ese momento el secretario de la OEA había guardado silencio en torno al desarrollo de los acontecimientos políticos en El Salvador.
"Cuando las mayorías eliminan los sistemas de pesos y contrapesos en el marco institucional están alterando la esencia del funcionamiento de la democracia", sostuvo Almagro en su comunicado, que resultó llamativo para analistas ya que no fijó ninguna estrategia para que el caso salvadoreño fuese abordado en el seno de la organización.
Por su parte, en abril pasado, la vicepresidenta de EEUU Kamala Harris anunció que la Agencia de su país para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) destinaría más recursos a El Salvador. En total anunció 16 millones de dólares.
En respuesta al "Bukelazo" del 1 de mayo pasado, USAID anunció su decisión de retirarle al apoyo a entidades gubernamentales, de forma temporal, y destinar sus recursos "para promover la transparencia, combatir la corrupción y monitorear los derechos humanos en conjunto con la sociedad civil salvadoreña y organizaciones de derechos humanos".
El anuncio de Bukele contra las ONG y los think tanks es en respuesta a esta decisión, según analistas. En tanto, la relación conflictiva del presidente salvadoreño con la prensa y los periodistas independientes de su país tiene ya varios hitos.
Debieron darle crédito al Granma por este articulo