La pandemia del coronavirus ha puesto en jaque la vida en nuestras sociedades: más de medio millón de muertos y 11.600.000 casos de Covid-19 en todo el mundo y una situación que lejos de terminar va en auge en países como EEUU y Brasil.
Ante este panorama, el desarrollo de vacunas, que suele llevar años de investigación y pruebas antes de llegar a la fase clínica, ha puesto a correr a un ritmo frenético a empresas y centros de investigación que intentan dar con un producto seguro y eficaz que nos proteja contra los efectos del SARS-CoV-2.
Por ejemplo, la Administración de Donald Trump el pasado mes de mayo lanzó su controvertida Operation Warp Speed, un programa que ha seleccionado, hasta el momento, cinco proyectos de vacuna.
Estos recibirán miles de millones de dólares en fondos federales antes de que haya pruebas de que realmente funcionan. Entre ellos está la de la Universidad de Oxford y Astra Zeneca y la de la biotecnológica estadounidense Moderna, según informó The New York Times.
Mercedes Jiménez, bioquímica del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas de España destacó el "gran trabajo científico que se está llevando a cabo" para conseguir la codiciada vacuna.
"Se está invirtiendo mucho esfuerzo investigador para conseguir una profilaxis eficaz contra el Covid-19 y creo que va a dar numerosos frutos", dijo al Servicio de Información y Noticias Científicas (agencia española SINC).
La investigadora consideró que las variadas aproximaciones que se están utilizando para el desarrollo de la vacuna "lograrán que la efectividad sea distinta" y opinó que en esta carrera "se necesitará más de un caballo ganador".
Actualmente, hay 149 vacunas experimentales contra el Covid-19. De ellas, 19 ya se están probando en una o varias de las tres fases de ensayos con humanos, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas son las diez que se encuentran en las etapas más avanzadas, según una lista recogida por el diario El Español.
Universidad de Oxford/AstraZeneca
La primera en esta clasificación es la desarrollada por la Universidad de Oxford y Astra Zeneca. Ya ha entrado en fase III de pruebas de eficacia, se está probando con 4.000 voluntarios en Reino Unido, en breve se ensayará en Brasil con 5.000 personas y en Sudáfrica con 2.000.
En los ensayos se incluyen niños de 5 a 12 años y adultos de más de 70 años.
El prototipo se llama ChAdOx1 nCoV-19 y está hecho a partir de un virus llamado ChAdOx1, una versión debilitada de un virus del resfriado común (adenovirus), que causa infecciones en los chimpancés y que ha sido modificado genéticamente de manera que es imposible que se replique en humanos.
El candidato ha sido rediseñado para contener la proteína S (del inglés spike, espícula), presente en el coronavirus. Los investigadores esperan que la vacuna, al presentar dicha proteína a nuestras células inmunitarias, pueda inducir la producción de anticuerpos específicos.
La farmacéutica AstraZeneca, socia de la universidad británica en este proyecto, tiene un acuerdo con el Gobierno de EEUU para iniciar un ensayo con 30.000 personas en ese país y ha recibido financiación de la Administración estadounidense dentro del programa Operation Warp Speed.
Moderna
El candidato mRNA-1273 de la firma estadounidense Moderna ha entrado en la fase III de ensayos y la empresa prevé probarlo con 30.000 voluntarios este mes de julio.
La vacuna de esta biotecnológica, con sede en Cambridge, Massachusetts, está basada en el uso de la tecnología del ARN mensajero (ARNm). Una vez inyectado en el cuerpo, envía a las células el mensaje de que produzcan proteínas similares a las del virus que se activan y funcionan como anticuerpos.
Mercedes Jiménez opinó que "esta vacuna basada en material genético es pionera en su utilización en humanos, requerirá el desarrollo de tecnologías seguras para su transporte dentro del organismo". Por ello, "supone un reto importante y va a ser muy interesante ver el tipo de respuesta inmunitaria que pueda otorgar", subrayó.
CanSino Biologics
La vacuna experimental CanSino Biologics, desarrollada en colaboración con la Academia de Ciencias Militares de China, fue noticia hace un par de semanas cuando esta biotecnológica anunció que su candidato Ad5-nCoV había recibido autorización de la Comisión Militar Central para el uso de su candidato entre los miembros de las fuerzas armadas sin haber completado los ensayos clínicos.
La decisión fue polémica porque la firma solo había completado la fase I, cuyos resultados fueron publicados en la revista The Lancet y la fase II, por lo que el anuncio implicaba que se había saltado la III.
Además, Reuters señaló que la empresa "se había negado a revelar si la inoculación del candidato de vacuna [a los militares] era obligatoria u opcional, citando secretos comerciales", en un correo electrónico enviado a esta agencia de noticias.
Con respecto a esta decisión, Mercedes Jiménez subraya que "plantear una vacunación a gran escala antes de estudiar los efectos en un número de voluntarios suficientes [miles], que es lo que se requiere en la fase III, resulta arriesgado".
Por su parte, el presidente de CanSino Biologics, Yu Xuefeng, señaló en una declaración que los ensayos clínicos de fase I y II del candidato a la vacuna habían demostrado un "buen perfil de seguridad y altos niveles de respuesta inmunitaria en los pacientes". Pero advirtió que "los ensayos solo muestran que la vacuna tiene el potencial de prevenir la COVID-19 y que su autorización para ser probada en militares no garantiza que vaya a ser aprobada para un uso comercial más amplio en el futuro".
La Ad5-nCoV, que se basa en un adenovirus del resfriado, es una de las ocho vacunas candidatas de China aprobadas para ensayos en humanos en el país y en otros, como Canadá, para la enfermedad causada por el coronavirus.
Sinopharm
La compañía pública china Sinopharm anunció en junio que iba a pasar a la fase III de los ensayos de su prototipo de vacuna, basada en virus inactivados, que ha sido desarrollada por una de sus filiales: China National Biotec Group (CNBG), en colaboración con los Institutos de Productos Biológicos y de Virología de Wuhan.
Hasta ahora, más de 2.000 personas han participado en las pruebas, de las que Sinopharm asegura que muestran que la vacuna sería "segura y efectiva" y que las reacciones adversas han sido mucho menores a los de otros candidatos.
Los ensayos de fase III se llevarán a cabo en los Emiratos Árabes Unidos, tras un acuerdo para empezar a probar la eficacia de esta vacuna en el estado del Golfo.
Sinovac Biotech
La compañía privada china Sinovac Biotech ha anunciado que va a iniciar la fase III de su vacuna de virus inactivados, llamada CoronaVac. El candidato será probado en 12 centros de investigación en seis estados brasileños con unos 9.000 voluntarios.
La firma señaló en junio que en las fases I y II de su prototipo, el 90% de los 743 voluntarios mostró una respuesta inmunitaria al virus y no hubo efectos adversos remarcables.
Instituto de Biología Médica de China
La vacuna inactivada contra el coronavirus que desarrolla el Instituto de Biología Médica de la Academia China de Ciencias Médicas (MBCAMS) ha entrado en fase II de ensayos clínicos, según Xinhua.
No hay mucha información sobre este prototipo de vacuna. En los ensayos se determinará la dosis de la vacuna y se continuará evaluando si tiene potencial para desencadenar con seguridad respuestas inmunitarias en personas sanas.
Imperial College de Londres
Los investigadores del Imperial College de Londres han desarrollado una vacuna de ARN "autoamplificado", que potencia la producción de una proteína viral para estimular el sistema inmunitario.
Los ensayos de fases I y II se iniciaron hace unas semanas con 300 personas sanas. La institución británica se ha asociado con la firma de inversión Morningside Ventures para fabricar y distribuir la vacuna a través de una nueva compañía llamada VacEquity Global Health.
BioNTech / Pfizer / Fosun Pharma
La compañía alemana BioNTech se ha aliado con Pfizer, con sede en Nueva York, y el fabricante de medicamentos chino Fosun Pharma para desarrollar su vacuna basada en tecnología de ARN mensajero.
Hace unos días, los socios anunciaron resultados preliminares prometedores de un ensayo de fases I y II de su vacuna de ARNm con 45 voluntarios sanos, cuyos datos se han publicado en un estudio en fase de preimpresión.
Las compañías señalan que la vacuna produjo anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en los voluntarios, mientras que algunos experimentaron efectos secundarios moderados como alteraciones del sueño y dolor en los brazos. Los socios esperan poder lanzar un ensayo con miles de participantes en septiembre.
El proyecto de estas compañías cuenta con el apoyo financiero de la Operation Warp Speed.
INOVIO
La estadounidense INOVIO comenzó la fase I de ensayos clínicos de su candidato de vacuna de ADN, llamado INO-4800, en abril y señaló que esperaba entrar en las fases II y III a finales de este verano.
En la fase I se evaluó el perfil inmunológico de INO-4800 administrado por inyección intradérmica seguida de electroporación utilizando el dispositivo CELLECTRA 2000 de la compañía.
La empresa publicó el 30 de junio un informe en el que decía que había logrado "resultados positivos" preliminares en dicha fase, pero los datos aún no han sido publicados en un estudio revisado por pares.
Según informa STAT, INOVIO, que ha ganado más de 4.000 millones de dólares en su valor bursátil desde que comenzó la pandemia, no proporcionó los detalles necesarios para determinar si su vacuna funciona.
En un comunicado de prensa, la empresa dijo que su vacuna dio lugar a "tasas de respuesta inmunológica" en 34 de los 36 pacientes del pequeño ensayo, pero no reveló cuántos produjeron anticuerpos que neutralizaran al coronavirus, datos clave para determinar si la vacuna podría proteger contra la infección.
Su proyecto es uno de los que cuentan con el respaldo financiero de Operation Warp Speed y también tiene el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates.
CureVac
La alemana CureVac cobró relevancia mediática en marzo cuando la Administración de Donald Trump intentó que la firma trasladara sus investigaciones a EEUU. El Gobierno de Merkel ha adquirido el 23% de CureVac por 300 millones de euros para protegerla de "inversiones extranjeras sospechosas".
Además, la firma acaba de obtener un préstamo de 75 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones para impulsar su capacidad de fabricación.
En junio, la compañía, que lanzó ensayos de fase I de su vacuna de ARNm, dijo que su instalación alemana puede producir cientos de millones de dosis de vacunas al año.
Por otro lado, el controvertido CEO de Tesla, Elon Musk, ha dicho recientemente en Twitter que su firma está construyendo impresoras móviles de moléculas para ayudar a fabricar la vacuna CureVac.
La compañía, con sede en Tubinga, cuenta asimismo con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates.