Cuba: sindicatos estatales y trabajadores indefensos
Dimas CastellanosLa Habana 1En cualquier otro país se supone que los sindicatos coloquen la insoportable situación que viven los trabajadores cubanos como centro de su actividad.
En cualquier otro país se supone que los sindicatos coloquen la insoportable situación que viven los trabajadores cubanos como centro de su actividad.
El régimen cubano suspendió el desfile en la Plaza de la Revolución y estableció como punto de reunión la Tribuna Antiimperialista de La Habana.
Este año el show propagandístico central se reduce a la Tribuna Antiimperialista José Martí.
'Es un bochorno que faciliten recursos a organizaciones que responden a los intereses del Partido Comunista', dice el sindicalista independiente Iván Hernández Carrillo.
En La Habana, solo el 4,1% de los trabajadores no estatales del sector de la construcción están sindicalizados.
La prensa estatal reconoce 'la débil representación de los trabajadores ante los empleadores' en Cuba.
¿No eran los comunistas los que siempre más gritaban contra la patronal y contra los gobiernos en demanda de mejoras de todo tipo?
Según el recién celebrado Pleno de la CTC, la afiliación al sindicalismo oficialista no marcha como desean las autoridades.
'La clase obrera junto a estudiantes, campesinos, combatientes, jóvenes y todo el pueblo, expresarán su alegría', dice el sindicato oficialista en una Cuba ahogada por la inflación.
'Cuba es el único país del mundo donde existe una sola organización sindical desde su creación hasta la fecha', afirma la versión oficial.
La principal misión que tiene hoy la CTC es someter a los trabajadores con puño de hierro y atemorizarlos con las amenazas que 'bajan' de la élite dictatorial.
Más de 120 trabajadores, incluidos sindicalistas independientes, están en la cárcel o enfrentan procesos judiciales por protestar el 11J.
Así fue como los sindicatos cubanos perdieron su independencia y se alejaron de los intereses de los trabajadores.
Las FAR 'rindieron cuentas' en el más reciente Pleno de la Central de Trabajadores de Cuba.
La CTC anuncia 'combativos desfiles, concentraciones y actos en plazas y poblados de toda Cuba'.
A partir de 1959 los sindicatos en Cuba no responden a los intereses de los trabajadores y sirven como brigadas de esbirros.
Para hacerle la vida imposible a los trabajadores, en Cuba se juntan la galopante inflación y el mal trabajo de las administraciones.
Acusa a los promotores de las manifestaciones pacíficas de querer volver a imponer el capitalismo y de "mal disimular intenciones de una intervención militar".
Una vez más, la Central de Trabajadores de Cuba traiciona a los cubanos y justifica las acciones para someterlos.
También a los periodistas oficialistas Lázaro Manuel Alonso, Talía González y Abdiel Bermúdez.