A diferencia de lo que venía ocurriendo en los últimos meses, las divisas internacionales en el mercado informal en Cuba iniciaron un destacable repunte en las pasadas 96 horas, al trepar euro y dólar estadounidense en ese lapso 20 pesos cubanos cada uno.
De acuerdo con el seguimiento del mercado informal de divisas que realiza el medio independiente El Toque, el lunes 6 de enero ambas divisas, las principales que utilizan los cubanos de la Isla que reciben remesas o tienen negocios no estatales, estaban empatadas a 325 pesos por uno.
Tanto dólar como euro ascendieron cinco pesos diarios a partir del viernes último, en aparente reacción de los concurrentes al mercado informal de compra-venta a las señales enviadas por el régimen con la apertura de un supermercado mejor abastecido que el resto de los comercios de alimentos y otros productos que maneja el conglomerado empresarial de los militares, GAESA, donde el pago es únicamente en dólares en efectivo o en tarjetas.
Un síntoma de lo anterior es el valor en el propio mercado informal de la moneda libremente convertible (MLC), moneda virtual creada por el régimen cubano, que permanece congelada en los 250 pesos por uno. La dolarización de las ventas de productos de primera necesidad en Cuba supone un golpe devastador para el MLC, cuya creación buscaba la absorción automática de las divisas enviadas por los emigrados a cuentas bancarias a través de remesas, que luego los cubanos de la Isla usaban para sus compras en las mismas tiendas que ahora no los aceptan.
Si la tendencia actual se mantiene, tanto dólar como euro podrían alcanzar pronto las cifras de hace un mes. El 6 de diciembre de 2024, el euro se cotizaba a 340 pesos por uno, y el dólar a 328. En las semanas posteriores, se mantuvieron oscilando con tendencia a la baja. A la altura del 31 de diciembre, cerraban a 310 y 300 pesos por uno, respectivamente.
Las autoridades cubanas presumieron en la pasada reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular de haber contenido algo la galopante inflación que se disparó en Cuba a raíz de que en enero de 2021 se aplicara el paquetazo económico denominado Tarea ordenamiento.
Según dijera el primer ministro, Manuel Marrero, "la inflación es un problema en el cual tenemos que seguir trabajando", si bien, añadió, esta "muestra una ligera desaceleración". Su tasa era al cierre de octubre, según cifras oficiales, del 28%.
"Aun así, continúa siendo alta", comentó Marrero, sin mencionar que esa desaceleración obedece a un mayor empobrecimiento de los cubanos y a la reducción del efectivo que distribuyen los bancos, lo que redunda en que las personas no puedan disponer de sus ahorros o tengan dificultades hasta para cobrar sus salarios.
Pero, reconoció, uno de los principales problemas es la cantidad de dinero circulante en el país que no está pasando por el sistema bancario. "Más de la mitad de todo ese efectivo 'se guarda debajo del colchón' y, por tanto, no dinamiza la economía", expresó.
Desde la perspectiva de los economistas, lo que ha ocurrido es en realidad que Cuba pasó en 2024 de la inflación a la estanflación (inflación más estancamiento económico); el dinero efectivo escaseó aún más, como parte de una política planificada para contener el incremento de la circulación, pero también para limitar aún más el consumo de los hogares. Todo ello, redundando en precariedad generalizada.
De ahí, que, como anticipara la economista Rafaela Cruz para DIARIO DE CUBA al iniciar 2025, "en el horizonte se dibuja una tempestad cambiaria que amenaza con descuajeringar, aún más, este cascarón flotante al que seguimos llamando Cuba, aunque sea solo por costumbre".
La experta señaló un factor a tener en cuenta: la ofensiva oficial contra la economía no estatal y las medidas restrictivas contras las MIPYMES. "Aunque están siendo expulsadas miles de estas empresas del negocio mayorista, persiste la demanda de bienes insatisfecha en la población, con lo que eventualmente se ajustarán las cadenas de distribución y las minoristas privadas se reaprovisionarán mediante mulas o mayoristas estatales. En cualquier caso, necesitarán dólares, probablemente más que antes, dado el previsible encarecimiento de los productos por la intromisión ineficiente del Estado en las cadenas de distribución", apuntó.
"Una demanda de dólares extra aparecerá cuando muchos de los miles expulsados del negocio mayorista logren liquidar sus existencias. Entonces, hartos de intentarlo en Cuba, algunos necesitarán dólares para emigrar, mientras otros los necesitarán para repatriar el dinero al país desde donde hayan hecho la inversión", añadió.
Y se suma a todo el anuncio del propio Marrero en torno a la intervención del mercado informal de divisas por parte del régimen. Sobre ello, advirtió Cruz: "Aunque se desconoce cómo funcionará, está claro que el Banco Central no tiene reservas para estabilizar el valor de su moneda y, además, las autoridades ya aseguraron que van a comprar más dólares —para distribuir entre empresas estatales— de los que venderán, lo que dejará menos dólares en la calle para la demanda privada. Una oferta reducida y una demanda igual o aumentada encarecerá el dólar ilegal, lo que obligará al Gobierno a comprar dólares cada vez más caros. La tasa no será flotante, sino creciente".
"La demanda privada de divisas no disminuirá mientras las familias dependan de importaciones para sobrevivir. Y del lado de la oferta, el Gobierno parece que va a vaciar el mercado comprando más dólares de los que venderá, con lo que el rebote puede ser violento", añadió.
A todo esto debe sumársele otro elemento en el horizonte: la asunción presidencial de Donald Trump y las sanciones que podría tomar contra La Habana, "con lo que la tendencia es un dólar progresivamente más caro. Esa subida podría contenerse, como hasta ahora, manteniendo congelada la base monetaria en los actuales mínimos, que se traduce en la escasez de dinero efectivo que padece la población. Sin embargo, el Banco Central necesitará dinero para comprar dólares, y es muy probable que tenga que ampliar la base monetaria imprimiendo o aumentando los pasivos bancarios para conseguirlo, pues el efectivo lo tienen particulares que se niegan a meterlo en bancos castristas".
Ahora 5 pesos cubanos equivalen a 1 centavo gringo. Los salarios en Cuba no aumentan con la inflación. Pronto el cubano trabajará totalmente gratis, esto será 100% esclavitud. Mientras no haya coj... la dictadura seguirá abusando del pueblo. Cuando veo esto, siento vergüenza de ser cubano.
mientras Sandro Castro tenga dinero, no hay peligro...