Embarques de combustible desde México y Rusia en los últimos días podría atenuar la grave escasez que sufre Cuba, después que a partir de abril se agravara la falta de gasolina y diésel en los servicentros del país y el Gobierno anunciara el racionamiento de la venta y redujera a mínimos el transporte público.
De acuerdo con la página de monitoreo de buques Vessel Finder, el tanquero mexicano Bicentenario, con un cargamento estimado de 265.000 barriles, arribó al puerto de La Habana el 6 de junio. El jueves el barco estaba fondeado frente a la refinería Ñico López de la capital cubana, según comprobó AFP.
Según la misma fuente, a fines de mayo el supertanquero Limo, con bandera de Camerún y procedente de Rusia, con un estimado de 800.000 barriles, llegó al puerto de Matanzas. El buque habría salido el jueves de ese punto con destino a Skagen, en Dinamarca.
El envío del Bicentenario es el tercero que hace a Cuba el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en 2023, indicó el director del Programa de Energía y Medio Ambiente de América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas. La AFP no obtuvo respuesta de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) sobre estas operaciones.
"Cuba no tiene dinero y dudo que pague por ese petróleo. Asumo que México, en vez de pagar en efectivo por el envío de médicos cubanos, lo está haciendo con petróleo, como hace Venezuela", comentó Piñón, para quien Rusia podría, por su lado, haber reactivado las ventas a Cuba a crédito.
El ministro cubano de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, había prometido a fines de mayo que habría "una recuperación de la actividad y una disminución de las incómodas colas" para conseguir combustible en el país.
Piñón dijo a AFP que el abastecimiento puede estar "volviendo a un nivel aceptable", basado en los cálculos de envíos sobre el calado del buque y su capacidad operativa.
Con una capacidad de procesamiento de 22.000 barriles diarios en la refinería de La Habana, la capital podría estar abastecida hasta unas tres semanas, estimó Piñón, y la continuidad dependerá de que el flujo de importaciones se mantenga y de que no se presenten inconvenientes en las plantas cubanas.
Cuba produce unos 40.000 barriles diarios de petróleo (bpd), pero necesita de otros 100.000 para satisfacer su demanda, recordó Piñón. La diferencia es cubierta en parte por sus socios, pero habría un déficit de al menos 20.000 bpd, comentó.
Debido presuntamente a que las refinerías cubanas no tienen capacidad de procesar el crudo venezolano que no ha sido tratado, el Gobierno de la Isla revendió en mayo al menos un envío de Caracas, tal y como corroboró DIARIO DE CUBA.
El 15 de mayo último, el tanquero Calida, con bandera de Malta, partió de Matanzas con un cargamento de alrededor de 750.000 barriles de petróleo. Ello, después que medios oficiales y autoridades de la estatal Unión Cuba Petróleo (CUPET) aseguraran falsamente que era una operación de importación de diésel.
Sin embargo, como comprobó DIARIO DE CUBA, el barco salió vacío de Corpus Christi, en Texas, EEUU, su puerto de origen, y en Matanzas, según precisó a esta redacción Jorge Piñón, el Calida cargó y partió rumbo al Canal de Suez.
Cifras oficiales de la estatal venezolana PDVSA mostraron que las exportaciones de petróleo de Caracas a La Habana aumentaron en mayo en más de 10.000 bpd en comparación con abril. En el quinto mes de 2023, Venezuela envió a la Isla 58.100 bpd, frente a los 45.250 de abril.
Según dijera Miguel Díaz-Canel el 14 de abril pasado, cuando agravó la escasez, "los países que tienen con nosotros determinados compromisos para suministrarnos gasolina a partir de los convenios que tenemos están atravesando situaciones energéticas complejas y no han podido cumplir con los compromisos contraídos".
Pero, como reseñó DIARIO DE CUBA, entre la fecha del anuncio de Díaz-Canel y mediados de mayo, más de una decena de cargamentos de combustible llegaron a Cuba desde Venezuela, Rusia y México, sobre todo.